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‘First Dates’: parecía que su cita sería un desastre pero terminó en un beso "brutal"

Si el amor llama a tu puerta, ábrela no te lo pienses más...” decía la sintonía del mítico programa Lo que necesitas es amor, aquel espacio de Antena 3 que presentaba Isabel Gemio(y más tarde Jesús Puente y Pedro Rollán). Cuando Cupido lanza una de sus flechas cualquier cosa puede suceder, ya te la tire por la calle, en una discoteca o en un plató de televisión. En la entrega de este 25 de mayo de First Dates los espectadores conocimos a Isa, una chica de 24 años, y a Álex, de 25, quienes tuvieron una cita agradable. Ambos tenían muy buena educación, y no parecían de ese tipo de gente que va al programa para robarse el foco y ganar cinco minutos de fama. Sin embargo, la forma de ser de ambos parecía diametralmente opuesta, pero los principios de ambos terminaron desmontándose en un abrir y cerrar de ojos.

Isa es natural de Ucrania, pero lleva dos años viviendo en España. Es una chica alta, de 1,87 metros de altura, y eso se convertía en un problema a la hora de ligar cara a cara, y por eso solía conocer chicos a través de las redes sociales, para no impactar con su porte. Desde el primer momento se definió como alguien muy sexual, que cree que los encuentros carnales son “lo más importante”, y se definió como “exigente en la cama”. Tiene muy claro lo que quiere, y criticó que muchos hombres vayan a lo suyo y no se preocupen en el disfrute de su compañera de cama.

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Por su parte, Álex fue a First Dates para buscar algo serio. Natural de Galicia, explicó en el confesionario que sueña con encontrar “una persona que tenga claro lo que quiere hacer y busco un apoyo. No me gusta lo que son las mantenidas, las mujeres que no quieren trabajar y todo eso”.

Para romper hielo la conversación entre ambos empezó por el clásico ¿estudias o trabajas?, y ahí Isa explicó que en la actualidad está haciendo un curso de azafata de vuelo, pero que no sabe si trabajará en un tren o en un avión, pero que este último medio de transporte le da mucho respeto, sobre todo, en en los primeros minutos. “El despegue, me hago pis encima”, confesó sobre su miedo a volar.

Él encontró en eso un punto a favor, pues estudia ingeniería: empezó en la rama de la informática, pero regresó a Vigo y se pasó a ingeniería naval. Ahí el programa soprendió con un inciso de Isa en su confesionario: “Yo me veo sometida económicamente a un hombre. A la larga veo que podía haber dependencia económica de mi pareja”, decía ante la cámara del programa. Así pues, parecía que ambos se iban a llevar como el agua y el aceite.

Me gusta las chicas que son trabajadoras, que estudian y que se mueven. No me gusta una mujer que sea mantenida del hombre. Que sea luchadora”, comentaba entonces Álex durante la cena en el televisivo restaurante. “Feminista, vaya”, resumía Isa, algo que él afirmaba: no quiere una mujer que le guste sentarse en el sofá y mirar la vida pasar. ¿Estaba todo perdido? Para nada. A Isa le gustaba su punto de vida, le parecía bien su prisma feminista e independiente, pero dejando claro que a ella le va más la sumisión.

Carlos Sobera en una imagen promocional de 'First Dates' (Mediaset)
Carlos Sobera en una imagen promocional de 'First Dates' (Mediaset)

Luego llegó el momento de hablar de sexo, y Álex se describió como un chico fogoso y flexible, que puede mantener encuentros en “muchas posiciones”, algo que le gusta. Hablaron sobre el “privilegio” que es hacerlo siete días a la semana, pero volvió a surgir una piedra en el camino hacia el amor cuando hablaron de sexo oral: a ella le da asco practicarlo con chicos de más edad, como era el caso de su cita. Pero de nuevo, esa pequeñez pasó a un segundo plano cuando se fueron al reservado y se dieron un beso que fue calificado como “brutal”. También hubo match en aspectos como la el carácter: a él le gustan las mujeres fuertes, y ella reconoció tener "mala hostia".

¿Habría segunda cita? Cualquiera que vea el programa con asiduidad habrá comprobado que muchas parejas que se han besado luego han acabado cada uno por su lado, ya sea por decisión de uno o de ambos. Este podría ser uno de esos casos, sobre todo, porque en algo tan elemental como la forma de ganarse la vida chocaban por completo.

Las flechas del amor, esas a las que cantaba Karina, se clavaron bien en ambos, y decidieron tener una segunda cita porque habían “congeniado en muchas cosas. Esto demuestra que, como en tantas otras ocasiones, First Datespuede cambiar los principios más básicos de sus comensales. Uno puede ir al programa con la esperanza de encontrar un perfil muy concreto, y al final te vas a casa de la mano de alguien que no encaja en esos ideales, pero con quien ha surgido una chispa muy especial. El tiempo nos dirá si entre ambos la magia dura, y si Isa terminará siendo una sumisa mantenida como aspira, o si él le enseñará el camino del trabajo y la independencia.

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