Anuncios

Haces (muy) bien en ignorar la moda de los alimentos antiprogreso

Cuanto más se manipula y se procesa un alimento, más peligroso se vuelve, ¿o es al contrario? Expertos en Microbiología advierten que creer que lo “natural” (siempre) es mejor que lo procesado puede tener consecuencias fatales

La leche cruda puede contener muchos tipos de virus, bacterias y parásitos, patógenos que ya causaron brotes de intoxicación entre 1998 y 2011. (Foto: Getty)
La leche cruda puede contener muchos tipos de virus, bacterias y parásitos, patógenos que ya causaron brotes de intoxicación entre 1998 y 2011. (Foto: Getty)

Comer crudo se asocia con comer “más sano y más limpio”. Pero la ‘raw food’ es una fuente inevitable de infecciones.

Esta tendencia en auge en algunos países industriales (la de consumir los denominados ‘alimentos antiprogreso’) supone una amenaza para la población, según nos cuenta el presidente de la Asociación de Microbiología y Salud (AMYS), doctor Ramón Cisterna, quien advierte que esta moda es “un verdadero riesgo para la salud de las personas”.

Los alimentos antiprogreso son aquellos que no han sido tratados o procesados. Las personas que optan por su consumo renuncian a procedimientos de higienización por la falsa creencia de que lo “natural” supera los beneficios de los alimentos tratados.

La potabilización del agua y el procesamiento de alimentos han permitido, junto a las vacunas, el aumento de la supervivencia de la especie humana.

En algunas zonas de Estados Unidos esta tendencia se ha extendido hasta el punto de que sus seguidores consumen agua que no ha sido sometida a ningún proceso ni control sanitario. Incluso hay gente que está dejando de tomar el agua que llega a su casa por las tuberías de la red pública o agua embotellada tradicional, como parte de una tendencia que gana seguidores particularmente en Silicon Valley, la capital tecnológica mundial, situada en California.

“El agua sin procesar contiene microorganismos que pueden producir infecciones y algunos minerales que pueden ser tóxicos, lo que reduce las condiciones de seguridad”, explica el presidente de la AMYS y añade: “bacterias como E.coli, Salmonella, protozoos como Giardia y amebas pueden producir infecciones gastrointestinales de distinto nivel y gravedad”.

Y del agua hemos pasado a la leche, los quesos, los huevos, y también a la carne y al pescado. La misma respuesta vale para casi todos estos productos.

Por ejemplo, casi todos los huevos tienen bacterias del género salmonella en su cáscara. Y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado de que cada año se producen en todo el mundo más de 56 millones de casos de trematodiasis de transmisión alimentaria, una infección causada por un tipo de gusanos llamados ‘duelas’ que se produce cuando se come pescado, marisco o verduras crudas o poco cocidas que tienen en su interior las larvas de este parásito.

En el caso de carnes, las infecciones por bacterias fecales son una amenaza. También hay riesgo de contraer toxoplamosis en niños, enfermos y mujeres embarazadas -afecta al feto- o salmonelosis, además de numerosos parásitos si la carne es de caza o de matanza doméstica.

Comer crudo conlleva un alto riesgo de infección.(Foto: Getty)
Comer crudo conlleva un alto riesgo de infección.(Foto: Getty)

Para este especialista, el perfil de las personas que optan por el consumo de estos alimentos tienen la falsa creencia de que contienen minerales beneficiosos para la salud de la persona, pero realmente estas sustancias pueden obtenerse por otras vías, ya que están presentes en otros alimentos, sin necesidad de ponerse en riesgo.

“Algunos piensan que con esta práctica mejoran su sistema inmune, pero en realidad nada de esto está demostrado, lo que sí está claro es que los beneficios se mantienen en el agua tratada y que la aparición de procesos infecciosos tras consumir agua no potable o alimentos no procesados es evidente”, añade el experto.

En España todavía estamos en alerta por los últimos casos de personas afectadas por meningitis, aunque solo se ha confirmado que uno de estos casos ha sido después de consumir queso crudo de oveja infectado por una bacteria. El queso, fabricado en el País Vasco por la empresa Ohian Txiki Koop, ya ha se ha dejado de frabricar. Aún así, por si acaso conservas alguno en casa, estos son los 3 quesos que no debes tomar:

  • Gutizia, queso de leche cruda de oveja.

  • Txuria, queso de pasta blanda de leche cruda de oveja.

  • Beltza, queso láctico-rulo de leche cruda de oveja.

La listeriosis es una infección grave generalmente causada por el consumo de alimentos contaminados con la bacteria Listeria monocytogenes.

Recuerda que hay alimentos que son especialmente susceptibles de contaminación si no se manipulan, almacenan o cocinan de forma adecuada como: carne cruda, pollo, huevos crudos, pescado crudo, leche no pasteurizada o comidas preparadas como carnes cocinadas, patés y quesos suaves.

También te puede interesar:

Como tú no eres capaz, ellos lo harán por ti

Comemos peor que nunca y más de lo necesario (pistas para ponerle remedio)

Reglas básicas para no dejarte fuera ningún alimento indispensable