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La Casa Real británica censura a Harry en un día especial para él

Harry y Meghan en su homenaje privado desde L.A (Photo by Lee Morgan/Handout via Getty Images
Harry y Meghan en su homenaje privado desde L.A (Photo by Lee Morgan/Handout via Getty Images

La monarquía sigue muy molesta con el príncipe Harry por su decisión de haberse alejado de la institución y, una vez más, se lo han hecho notar en un acto público de especial importancia.

Los ex Duques de Sussex ahora viven en otro continente y disfrutan de una vida familiar y moderadamente tranquila en Los Ángeles. Meghan Markle y el príncipe Harry se desvincularon por completo de sus roles oficiales de representación de la corona pero eso no significa que Harry no siga queriendo participar de algunos eventos.

El príncipe Harry siente pasión desde siempre por el mundo militar al que respeta plenamente y en el que ha servido durante años dedicando su vida a formarse en ello. De hecho, de todo el escándalo del Megxit se ha sabido que lo que más le ha dolido a Harry es tener que renunciar a sus títulos militares.

Pues bien, con motivo del Día del Armisticio la familia real británica ha organizado, como cada año, un acto en el que se recuerda a los militares caídos en batalla y a aquellos héroes que lograron volver a casa.

Como muestra de respeto a los caídos el príncipe Carlos, la Reina Isabel II, Kate Middleton, Guillermo y Camila ofrecieron varias corones de flores rojas y vistieron prácticamente de luto riguroso, totalmente de negro, con el único toque rojo de la simbólica amapola que creía en los campos franceses tras la guerra.

Harry pidió desde Estados Unidos que le colocaran una corona floral en su nombre, de hecho, el príncipe la encargó en una realizada en el cuartel general de Kent de la Royal British Legion por algo más de mil euros.

Cuál fue el horrible feo de su familia que, según recoge el ‘The Times’ le prohibieron colocar la corona en nombre de Harry causando así un profundo disgusto en el joven. Él quería presentar sus flores en el Cenotafio, el monumento a los caídos, pero su propia familia no se lo permitió.

Es uno de los “castigos” que Harry tiene que asumir por haber abandonado la monarquía y seguro que no le ha sentado nada bien la poca consideración por parte de sus familiares y es que Harry ha pasado más de una década en las fuerzas armadas.

Sin embargo el príncipe no se iba a quedar en casa a esperar a que los royals lo humillaran y, de la mano de su inseparable apoyo y esposa Meghan Markle, se fue al cementerio y ofreció dos ramos de flores, de su propio jardín, a las tumbas de algunos militares en su más sentido y personal homenaje.

Dichas flores de su hogar han sido depositadas en recuerdo por quienes han fallecido en servicio de la Real Fuerza Aérea Australiana y de la Real Artillería Canadiense. El duque ha dejado un mensaje junto a su corona: “A todos los que han servido y están sirviendo. Gracias”.

Desde luego de ser cierta la información de que le han prohibido a Harry añadir una corona floral en homenaje a las víctimas, la familia real deja mucho que desear. Por otra parte, me encanta la “venganza” personal de Harry y Meghan siempre fieles a sí mismos y llevando a cabo las cosas en las que creen, con o sin apoyo de la corona.

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