Herboterapia para el dolor crónico: la ¿mentira? del cannabis terapéutico

España se ha convertido en el segundo país europeo en consumo de cannabis, sólo por detrás de Francia. Los médicos piden un control estricto y alertan de sus efectos adversos

No es una droga inocua, nuevos estudios confirman que la adicción al cannabis causa daños cognitivos y trastornos psicóticos.(Foto: Getty)
No es una droga inocua, nuevos estudios confirman que la adicción al cannabis causa daños cognitivos y trastornos psicóticos.(Foto: Getty)

Estados Unidos y Canadá hace tiempo que dejaron de ser los únicos países donde la marihuana medicinal es legal. Colombia, Uruguay, Chile, Argentina y Perú ya cuentan con medidas que regulan el uso terapéutico del cannabis En Europa lo han hecho estados como Bélgica, Austria, Italia, República Checa, Polonia, Macedonia, Croacia y Alemania.

Todo apunta a que la marihuana medicinal se ha convertido en el tratamiento más habitual (y preferido) por los pacientes contra el dolor crónico.

Aprovechando el vacío legal existente en nuestro país, está proliferando el cultivo de esta planta, al igual que la oferta de productos agroquímicos y fitosanitarios, su venta por internet, su publicidad directa, etc. Todo ello forma parte de una industria expansiva que mueve anualmente cifras exponencialmente crecientes. No en vano, España se ha convertido en el segundo país europeo en consumo de cannabis, sólo por detrás de Francia.

Esta misma semana la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales del Congreso de los Diputados ha dado luz verde a la creación de una subcomisión para analizar la posible regulación en España del uso terapéutico del cannabis y derivados, a partir de una proposición no de ley impulsada por Ciudadanos.

Sin embargo, el colectivo médico pide que el uso terapéutico del cannabis esté avalado por la evidencia científica. Es decir, que éste disponga de un respaldo científico sólido, se someta al control estricto de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) y se sigan los procedimientos habituales establecidos para cualquier otro fármaco.

Ocho estados americanos han legalizado el cannabis. / Sébastien SORIANO / El Fígaro
Ocho estados americanos han legalizado el cannabis. / Sébastien SORIANO / El Fígaro

En un informe del Observatorio de la Prescripción de la Organización Médica Colegial (OMC) se advierte que el consumo de cannabis está sujeto a la posibilidad de efectos adversos para el sistema nervioso central que pueden provocar alteraciones psíquicas, además de sus repercusiones en el aparato respiratorio.

La propia Asociación Médica Mundial ha reconocido y descrito graves efectos nocivos para la salud provocados por el cannabis: comorbilidades psiquiátricas, desmotivación, policonsumo de drogas, incluso, como desencadenante de accidentes de tráfico.

Otros estudios recientes han evidenciado que la composición del humo de la marihuana es similar a la del humo del tabaco, lo que debe alertar por su posible efecto para la salud pulmonar.

No se puede negar el potencial terapéutico de los derivados del cannabis para ayudar a controlar ciertos síntomas en pacientes con enfermedades crónicas: “Los estudios disponibles demuestran su eficacia analgésica principalmente en cuadros de dolor crónico como el neuropático o el oncológico, proporcionando beneficios moderados para espasticidad, insomnio, fatiga, ansiedad y náuseas”, nos cuenta el doctor Jordi Pérez, director del Cancer Pain Program y profesor de Anestesiología de la Universidad de McGill de Montreal (Canadá).

Es cierto, el cannabis ha demostrado ser capaz de prevenir las náuseas y vómitos asociados a numerosos tratamientos. También presenta una importante aplicación en la esclerosis múltiple al ser capaz de mejorar el dolor neuropático y la espasticidad características de esta patología. En la epilepsia también es utilizada como remedio para combatir las crisis convulsivas.

La reivindicación del uso terapéutico de la marihuana refuerza la baja percepción de riesgo entre los jóvenes. (Foto: Getty)
La reivindicación del uso terapéutico de la marihuana refuerza la baja percepción de riesgo entre los jóvenes. (Foto: Getty)

Sin embargo, según defiende el colectivo médico español hay otros medicamentos para mitigar los efectos de la quimioterapia en pacientes oncológicos, sin esos efectos secundarios anteriormente aludidos y sin relación con el uso del cannabis.

Igualmente, para el dolor neuropático, ninguna guía internacional recomienda derivados del cannabis, además, el National Institute for Health and Care Excellente (NICE) de Reino Unido, lo desaconseja. Tampoco se encuentran evidencias científicas para su utilización en
el caso del tratamiento de las epilepsias.

Según el doctor Pérez, los pacientes que responden de forma efectiva al cannabis médico muestran una tendencia a disminuir el consumo de otros fármacos analgésicos como opioides, antidepresivos y antiiflamatorios y menos posibilidad de desarrollar dependencia y adicción.

Por otro lado, la prescripción de opioides (el otro tipo de fármacos que se utilizan para el manejo del dolor) en España está en la media de los países europeos, en palabras del coordinador del Grupo de Opioides de la Sociedad Española del Dolor (SED), doctor Ignacio Velázquez, quien defiende que no hay motivos para alarmarse: “En Estados Unidos las muertes por drogas legales superan a los fallecimientos por las drogas ilícitas, pero la sociedad española no es tan compulsiva y la prescripción de opioides en nuestro país está dentro de los ámbitos deontológicos de autocontrol y de fiscalización administrativa que impiden la excesiva prodigalidad de la sanidad privada estadounidense”.

Sin embargo, el doctor Velázquez ha reconocido que faltan estudios fiables sobre el consumo de opioides en España y ha adelantado que desde la SED uno de los objetivos es realizar un estudio sobre el uso aberrante de estos fármacos en las Unidades de Dolor: “A pesar de la gran labor realizada en los últimos años en la formación de facultativos y en el uso racional y ponderado de los opioides, hay que profundizar en el conocimiento de las posibles conductas atípicas en su consumo”.

Pero a la luz del conocimiento científico actual, la corporación médica considera que no se encuentra, de momento, justificación para que se valore el uso terapéutico del cannabis.

¿Qué te parecen estos argumentos? ¿Crees que los beneficios que provoca la marihuana están por encima de sus efectos adversos?

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