De tal palo tal astilla: cómo no van a ser guapos los hermanos Casas con ese padre
A sus 35 años, Mario Casas lleva media vida dedicado en cuerpo y alma a la interpretación. El ganador del premio Goya al mejor actor protagonista en 2020 por la película No matarás debutó en la serie de Televisión Española (TVE) Obsesión allá por 2005 como parte del elenco secundario. No obstante, si se hizo conocido en la pequeña pantalla fue por protagonizar Sin miedo a soñar (2006-2007) en laSexta y, posteriormente, Los hombres de Paco (2007-2010) en Antena 3 que marcaría el preludio de una portentosa carrera en la gran pantalla a raíz de liderar la película Tres metros sobre el cielo (2010).
Curiosamente el mismo año que Mario dio el salto en televisión su hermano Óscar Casas, que actualmente tiene 23 años, hacía sus pinitos con Abuela de verano también en la cadena pública. Este proyecto supuso el punto de partida de una exitosa carrera en la que ha intentado replicar los pasos del reconocido intérprete gallego (hasta el punto de que llegaron a trabajar juntos en la serie Instinto de Movistar+ en 2019), pero fundamentalmente mantener el orgullo de su padre Ramón Casas en alto.
Y es que el progenitor de este par de estrellas del celuloide tiene mucho que ver en este triunfo por duplicado al haber dado alas a una de las proles más atractivas y talentosas de la industria audiovisual.
En un contexto tan particular como es el Día del padre, son numerosos los rostros conocidos que se lanzan en masa en las redes sociales a compartir imágenes de sus padres o a escribir textos en los que exponen su cariño y les dan las gracias por haberles acompañado en el camino de cumplir sus sueños.
Sin embargo, los hermanos Casas no necesitan de esta fecha señalada en rojo en el calendario para demostrar el cariño que profesan a Ramón dado que en múltiples ocasiones han dejado claro a través de entrevistas, y también de publicaciones en Instagram (sobre todo stories), que es su principal apoyo junto a su madre Heidi. Es decir, la persona que ha impulsado sus trayectorias con los valores inculcados a lo largo de la vida y que permanece a su lado para recoger los frutos de lo sembrado.
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Que Mario, pero sobre todo el protagonista de El sueño de Iván, suelan compartir imágenes de sus idílicos momentos familiares se comprende perfectamente dado que la suya es una prole cuanto menos peculiar. Y es que cuando el mayor de los hermanos ganó su primer Goya en la edición marcada por la pandemia del coronavirus, los espectadores pudieron ver que lo celebró con su extensa y numerosa familia. Porque Ramón y Heidi tuvieron a su primo hijo en 1986, cuando apenas tenían 19 y 17 años, y ampliaron su estirpe con Sheila (1987), Christian (1992), Óscar (1998) hasta completar su felicidad en abril de 2014 con la llegada del pequeño Daniel.
Pese a que Mario y Óscar son los más conocidos mediáticamente, lo cierto es que el resto de sus hermanos no se queda atrás y lo más curioso es que en el camino de sus triunfos personales siempre tienen presente a su padre Ramón. Sin ir más lejos, Sheila estudió Derecho, pero su rostro está vinculado a la pequeña pantalla. Y no solo porque en 2011 se hiciera popular en televisión al alzarse con el segundo premio más importante del mítico concurso de las cajas Allá tú, presentado por Jesús Vázquez, sino porque además de ganar estos 120.000 euros, de un tiempo a esta parte también probó suerte en el mundo de la interpretación con un papel en la serie El Continental de TVE.
Por su parte, Christian es el miembro de la familia sobre el que menos se ha puesto el foco mediático (porque obviamente Daniel es todavía un niño y lo que se conoce de él es a través de las imágenes que sus hermanos comparten en las redes sociales). De cualquier manera, aunque el mediano del clan mantenga un perfil popular más bajo, cabe subrayar que desde pequeño también hizo sus pinitos en el mundo de la interpretación con papeles secundarios en series como Hospital Central, La que se avecina o Cuéntame cómo pasó. Y es que Ramón siempre estuvo ahí para apoyar la carrera de cada uno de sus hijos.
De hecho, si bien Mario nació en La Coruña (Galicia) a los cuatro años se trasladó con su familia a vivir a Barcelona y después, cuando el protagonista de El fotógrafo de Mauthausen decidió probar suerte en Madrid, toda la familia se trasladó con el primogénito para mantenerse unidos. Y ese es uno de los principales valores que Ramón siempre ha intentado inculcarles a todos.
“Para mí son amigos. Son gente con un pensamiento moderno, es decir, están al día”, expresó sobre sus progenitores en Mi casa es la tuya en 2016 asegurando que son sus máximos confidentes. Es más, sobre Ramón no solo expuso que tanto él como especialmente sus hermanos han heredado la genética (a su padre le apodaron Michi que es lo que se lo dice a los gatos porque tiene los ojos verdes) sino que subrayó que es su principal referente: “Es como mi superhéroe”.
En el mismo programa presentado por Bertín Osborne, el actor definía a su familia “de corte siciliano”. Mientras que Heidi se dedicó en cuerpo y alma a la crianza de sus cinco hijos, Ramón es ebanista y se ha ganado la vida en la construcción y en las reformas. “Son dos personas humildes que han trabajado toda su vida y es lo que me quieren a mí inculcar desde pequeñito”.
La verdad es que todos los hermanos suelen compartir en redes sociales momentos de sus viajes en familia, acercándonos cada vez más a la figura de un padre que lo ha dado todo para que ellos sean felices. Es decir, les gusta mostrar la cercanía que mantienen entre ellos y cómo su progenitor se ha convertido en uno de los grandes protagonistas de su vida.
Pero es que tampoco tardan en sacar a colación a su padre en las entrevistas, al que definen como su pilar y su gran inspiración como destacó Mario Casas en una charla con Mara Torres en 2020: "Ha sido mi referencia. He ido creciendo y he visto cómo ha educado a sus hijos y cómo ha trabajado y cómo sigue trabajando y cómo se ha dejado la piel, la vida, la sangre, y las lágrimas en criar a sus cinco hijos. Soy tan obsesivo y trabajo tanto porque él es lo mismo en la suya, es decir, lo he visto desde siempre”.
Por tanto, se trata de declaraciones de amor que se repiten como una constante en el Instagram de Mario Casas y sus hermanos, pero también a golpe de testimonios reveladores ya que en la misma entrevista en la Cadena SER confesó que lleva toda la vida buscando un amor como el de sus padres. “Es un hombre introvertido, es un hombre que es muy para dentro a la vez que noble y humilde”, apuntó a la par que destacó una anécdota sobre el día que Ramón se hizo un tatuaje de amor hacia su madre Heidi.
En resumen, los Casas suelen alardear de músculos y carisma, pero la celebración del Día del padre es una buena fecha para demostrar que los hermanos no solo están contentos de haber sido bendecidos genéticamente, sino que esperan ser como Ramón en lo más profundo de su corazón. Y es que con un padre así de joven se entiende que les guste presumir, especialmente de que son como una piña que se profesa una admiración mutua.
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