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La Iglesia católica ucraniana pide ayuda y asume la necesidad de armas

Madrid, 8 feb (EFE).- La Iglesia católica ucraniana pidió este miércoles en que no cese la ayuda internacional que llega al país y asumió además la necesidad de recibir armamento de otros países para "poder frenar a las tropas rusas", aunque insistió en pedir "más esfuerzos de la diplomacia".

En una conferencia online organizada por Ayuda a la Iglesia Necesitada ACN España, el arzobispo mayor de la Iglesia católica ucraniana, Sviatoslav Shevchuk, y el nuncio apostólico en Ucrania, Visvaldas Kulbokas, analizaron la situación tras un año de conflicto armado con Rusia.

El cristianismo ortodoxo es la religión mayoritaria en Ucrania, con aproximadamente el 60% de los 41 millones de habitantes, mientras que los greco-católicos son el 8,8 % y los romano-católicos el 0,8 por ciento, según datos del Centro Ucraniano de Estudios Económicos y Políticos.

"¿Cómo se sobrevive después de un año de invasión?" se preguntó el arzobispo mayor en el diálogo, donde aseguró que la supervivencia de la población ucraniana es obra "de un milagro".

Para Shevchuk, la ciudadanía de Ucrania ha logrado "servir, no solo sobrevivir gracias a la solidaridad cristiana, con tanta gente buena que está junto a nosotros en nuestros pensamientos, rezos y generosidad, que nos asisten en estos momentos tan complejos".

El arzobispo mayor advirtió de que la situación en el país "se está deteriorando, sobre todo en ayuda humanitaria".

"Casi 15 millones de ucranianos han dejado sus casas, es un gran número, muchos de ellos, 7 millones son refugiados, abandonaron el país, y estamos muy agradecidos a los países europeos por acogerles", apuntó.

Shevchuk llamó también la atención sobre los destrozos que está causando la guerra en el territorio ucraniano, y aunque recordó que "la mitad del territorio ocupado ha sido liberado" por el ejército ucraniano, Rusia "ha destruido ciudades e infraestructuras".

CÓMO DETENER LA GUERRA SIN ARMAS

Aunque el arzobispo aseguró no poder "pedir armas", reconoció que "la realidad" es que Ucrania "no puede defenderse sin ellas".

Aun así, demandó más esfuerzos por parte de la diplomacia, "el arma más efectiva" a su juicio, y explicó que desde que comenzara la guerra, hace ahora un año, envía cada mes una lista de detenidos y desaparecidos al papa Francisco para que interceda con sus interlocutores rusos.

"Estamos intentando salvar a niños de la orfandad, solo tenemos información a través de los prisioneros que son liberados y solo así podemos saber quién sigue vivo o quién no (en las cárceles rusas)", contó.

El nuncio apostólico de Ucrania, Visvaldas Kulbokas, lamentó la "superficialidad" de los países del mundo al aproximarse al conflicto.

"Cuando te acercas y lo ves, no puedes ser superficial", estimó Kulbokas, quien recordó que a día de hoy hay varias regiones del país en las que no hay curas católicos.

En concreto, aludió a "tres grandes regiones" que entre ellas forman un territorio de "600 kilómetros, sin ningún cura católico porque pueden ser arrestados o no pueden hacer su trabajo".

"Gracias a dios en otros territorios están presentes", añadió el embajador del Vaticano en Ucrania.

Kulbokas compartió además el deseo de la Iglesia católica en el país.

"Queremos defender nuestras familias, nuestro país, reconstruir nuestra preciosa Ucrania, inspirándonos en los valores humanos y en la humanidad, para esto tenemos que seguir unidos", declaró.

Además, agradeció "toda la ayuda y caridad" que pueda llegar a Ucrania: "toda la que recibimos es muy valiosa así es que por favor no dejen de hacerlo".

(c) Agencia EFE