Yahoo Estilo La infanta Cristina arropada por las mujeres de su familia en un verano difícil
La infanta Cristina de Borbón no atraviesa su mejor momento personal y es que la separación de su marido Iñaki Urdangarín y ver como él reharía su vida con otra mujer, no debe ser fácil. De hecho una ruptura (y más con hijos de por medio) no es plato de buen gusto para nadie y menos aún para dos personas que viven expuestas al foco mediático.
La infanta Cristina está viviendo su verano más complejo y es que vuelve a estar soltera tras muchos años de matrimonio con el exduque de Palma con el cual tiene cuatro hijos, Pablo, Juan, Irene y Miguel.
Precisamente con dos de sus hijos, Pablo y Miguel, está la infanta Cristina compartiendo estos días de verano en la isla favorita de la familia real, Mallorca. Eso sí, Cristina no está sola con sus dos retoños sino que las mujeres de la familia están a su lado, arropándola.
No hay verano que doña Sofía no pise el Palacio de Miravent que tantos verano la ha acogido como reina y ahora, como emérita con un desaparecido Juan Carlos I. Sofía, además de ‘royal’ es madre y siempre ha sido cercana con sus hijas pero, mientras se dice que Elena tiene devoción por su padre, Cristina sería más de su madre.
El caso es que, en un abrazo sororo en forma de vacaciones, desconexión, risas y momentos en familia, Elena y Sofía acompañan a Cristina en este complejo trance personal y familiar. Además, la alegría de Sofía de tener cerca a sus nietos siempre es un punto extra a su favor.
No solo están Pablo y Miguel sino que también Victoria Federica y Froilán están en Miravent según recoge ‘Hola’. Al final, aunque formen parte de la corona, esos días libres de compromisos y eventos se convierten en jornadas familiares de una abuela junto a sus hijas y nietos.
Es habitual que cada año la familia real se desplace a Mallorca pero ya es un espejismo esa imagen de unidas cuando estaban todavía el rey emérito al trono, Jaime de Marichalar con Elena y Iñaki Urdangarín con Cristina además de todos los hijos al completo.
Las vacaciones de este año no son más que una representación de la fractura familiar que ya es por todos conocida en el seno de la monarquía, sin embargo la parte humana sigue latente y Cristina, no va estar sola.
Elena, que sabe lo que es un divorcio mediático, la protege y acompaña siendo su fiel apoyo igual que lo ha sido para su padre durante su exilio en Emiratos Árabes. La infanta parece ser la más empática de la familia y la que da el callo en situaciones delicadas para sus seres queridos.
Mientras las mayores lamen sus heridas, los adolescentes disfrutan de los clubs y la oferta de ocio de la isla balear volviendo a Miravent pasada la medianoche tras un rato de disfrute juvenil. Un buen ambiente estaría reinando en el palacio y eso es positivo para Cristina porque, aunque Iñaki fuese el ‘culpable’ de la ruptura, no dejan de ser 24 años de matrimonio finiquitados y eso no se cura en dos días pero quizá sí en un verano rodeada de mujeres que la miman y la cuidan.
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