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Los síntomas del infarto que solo padecen las mujeres

La mujer no se da cuenta de que está padeciendo un infarto porque no siempre nota dolor en el pecho y cuando llega al hospital tiene peor pronóstico que un hombre. Por eso es tan importante prestar atención a las señales de advertencia

Se cree que el paro cardíaco es un accidente propiamente masculino. Sin embargo, ser mujer aumenta un 18 por ciento el riesgo de morir por infarto agudo de miocardio en España, según Sociedad Española de Cardiología (SEC). (Foto: Getty)
Se cree que el paro cardíaco es un accidente propiamente masculino. Sin embargo, ser mujer aumenta un 18 por ciento el riesgo de morir por infarto agudo de miocardio en España, según Sociedad Española de Cardiología (SEC). (Foto: Getty)

El infarto agudo de miocardio se debe a la falta de riego sanguíneo de una zona del músculo cardíaco (miocardio) producida por la obstrucción de una de las arterias coronarias. La falta de riego sanguíneo causa angina de pecho y, si no se abre precozmente la arteria, provoca la muerte (necrosis) del tejido cardiaco. Eso es el infarto.

En general, los principales factores que predisponen a un infarto son la edad, el colesterol, la diabetes mellitus, la hipertensión arterial, el tabaquismo y la obesidad. Pero los síntomas del infarto agudo de miocardio y la percepción de estos se presentan de diferente modo dependiendo del sexo de la persona que lo sufra. Además, existen otras diferencias significativas entre hombres y mujeres relacionadas con el infarto.

En el caso de las mujeres, el riesgo aumenta mucho si se combina el tabaco y la toma de anticonceptivos orales. El sobrepeso y la falta de actividad física son también factores de riesgo muy prevalentes en mujeres.

Sus síntomas clásicos incluyen dolor opresivo en el centro del pecho o en el estómago, que puede irradiarse al brazo izquierdo o a ambos, así como al cuello, mandíbula y espalda. La sudoración, las náuseas y la dificultad respiratoria son otros tres signos de que el infarto está por llegar.

El cansancio extremo, los mareos y el sudor excesivo sin motivo aparente son indicadores de que algo anda mal con tu corazón. (Foto: Getty)
El cansancio extremo, los mareos y el sudor excesivo sin motivo aparente son indicadores de que algo anda mal con tu corazón. (Foto: Getty)

Sin embargo, hay diferencias substanciales entre hombres y mujeres en relación a la percepción y la descripción de los síntomas.

De hecho, tal y como nos cuentan desde la Fundación Española del Corazón, las mujeres presentan síntomas muy variados que hacen más difícil el diagnóstico de infarto en ellas.

El dolor de pecho no es un síntoma tan frecuente como en los hombres (en caso de sentirlo se trataría más de un dolor punzante), pero es bastante habitual que los días previos al infarto se sufra insomnio, ansiedad o debilidad. Si a esto se suma una sensación de malestar general, como cuando tenemos la gripe, es más que suficiente para llamar rápidamente a urgencias y seguir las instrucciones que te faciliten mientras esperas a que llegue la ambulancia. El factor tiempo es básico para evitar consecuencias permanentes o incluso fatales.

Otras señales de alarma serían:

  • Dolor de mandíbula

  • Dolor de clavícula

  • Dificultad para respirar

  • Dolor o quemazón de cuello

En el caso concreto del dolor opresivo, cuando se trata de un infarto femenino las molestias se localizan en la parte alta del estómago; por encima del ombligo, no debajo. Es algo así como un sensación de ardor en la región superior del abdomen. Este es un síntoma de infarto mucho más común en las mujeres que en los hombres.

Algo similar ocurre con la fatiga o la debilidad, cuando no está relacionadas con el ejercicio u otro tipo de actividad. Esta falta de energía repentina o inusual es uno de los síntomas más comunes de infarto en mujeres y uno de los que menos se tiene en cuenta.

Y el tercer síntoma importante que estaría indicando un principio de infarto en mujeres son las náuseas. Las mujeres son dos veces más propensas que los hombres a experimentar náuseas, vómitos o, incluso, indigestión durante un infarto. Pero suele asociarse a una simple indigestión, algo que nos “ha sentado mal”. Ignorar estas sensaciones es uno de los errores que debemos evitar para actuar antes de que suceda el accidente coronario porque el 75 por ciento de las muertes se producen en la primera hora desde el instante en que nos damos cuenta de que algo no marcha bien.

Por otro lado, según apunta la doctora Ana García-Álvarez, “antes de la menopausia, las mujeres están parcialmente protegidas por los estrógenos fisiológicos. Tras la menopausia los niveles de colesterol y la tensión arterial tienden a alterarse y el riesgo de enfermedad coronaria aumenta”.

El pronóstico de un infarto de miocardio es peor en mujeres que en hombres. Un porcentaje mayor fallece antes de llegar a un hospital (52% frente al 42% en los hombres) y el pronóstico es también peor tras la hospitalización. Varios factores pueden explicar este peor pronóstico. Las mujeres tienden a presentar enfermedad coronaria aproximadamente 10 años más tarde que los hombres, por lo que suelen tener mayores comorbilidades (enfermedad renal, osteoarticular, anemia…). Además, las mujeres suelen consultar con mayor retraso, tardan más en ser diagnosticadas al presentar síntomas atípicos y, según las investigaciones realizadas, reciben tratamientos menos agresivos que los hombres. Por otro lado, durante la hospitalización, las mujeres tienden a presentar mayores complicaciones como insuficiencia cardíaca, ictus o necesidad de transfusiones.

En resumen, ante síntomas sugestivos de infarto de miocardio es vital buscar atención médica sin demora para poder ser diagnosticada y tratada rápidamente y así evitar o limitar el daño del corazón.

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