Yahoo Estilo Parece que Íñigo Onieva no es el gran empresario que todos creíamos
Tamara Falcó habló alto y claro el pasado martes sobre su ruptura con Íñigo Onieva. "No es el Íñigo con el que yo me prometí", afirmaba rotunda al ser preguntada por las supuestas deslealtades del que ha sido su pareja durante dos años y con el que tenía pensado casarse el próximo 17 de junio. Por el momento, él no ha salido a hablar y pocos saben dónde se encuentra el joven madrileño estos días, que parece estar 'desaparecido del mapa'. "Está destrozado", dicen algunos. "Se va a ir al cierre de las discotecas de Ibiza", decía Isabel Rábago en Ya es mediodía.
La incógnita con el ex de la hija de Isabel Preysler está abierta y en los platós de televisión y diarios de este país se habla incluso de su currículum laboral. ¿Quién es en realidad Íñigo Onieva? Esta pregunta tiene una respuesta complicada puesto que el madrileño es un gran desconocido para muchos. Todos le recordamos hace dos años, cuando saltó la noticia de su romance con la hija de la reina de corazones cómo se 'escondía' de los flashes poniéndose el casco de la moto y trataba de pasar desaparecido ante el revuelo mediático del romance de Tamara. En ese momento, Íñigo parecía el príncipe azul que llevaba años esperando la chef. De familia bien, discreto y con un currículum envidiable.
¿Diseñador de interiores de coches?
Según supimos entonces, se había graduado en Ingeniería Técnica en Diseño Industrial en la Universidad Antonio de Nebrija, y luego se hizo dos cursos de postgrado, uno de Ciencia del Diseño en el Instituto d'Arte Appliccata e Design en Turín (Italia) y un máster en el Royal College of Arts en Londres. Fue en ese momento cuando se habló de que Onieva era un gran diseñador de interiores de coches de lujo y que era uno de los jóvenes diseñadores con más futuro en el sector. Incluso se llegó a decir que supuestamente habría decidido rechazar una oferta muy generosa de una gran firma de automóviles de lujo para trabajar en Italia para poder vivir su amor en Madrid al lado de Tamy. Según explicaban en Sálvame este miércoles, esto nunca sucedió.
Según cuenta Pilar Vidal en ABC, "la presencia de Iñigo en el mundo del diseño fue fugaz. Estuvo dos años como diseñador en la revista Car Magazine y menos de un año en la planta de SEAT". Añadía la periodista en Sálvame que lo único que hizo fueron unas prácticas en la citada empresa de coches durante el máster.
¿Empresario de éxito?
"Nos han vendido que es empresario y no lo es", decía rotundo Kiko Matamoros. "Es un relaciones públicas", añadía el colaborador de Sálvame, gran conocedor de la noche madrileña. Y es que en los medios se ha hablado de Onieva como empresario desde hace tiempo, dada su relación con restaurantes como Tatel o Totó, dos de los más top de la capital española. Quizá todo ha sido un error de los medios que le han nombrado como empresario en muchas ocasiones. Se habló de que podía ser uno de los socios de Lula Club, la discoteca que inauguró hace unos meses en Madrid y que no para de promocionar en sus redes sociales, e incluso que podría tener una participación en Wow Concept, la mega tienda de lujo que ha abierto Rafa Medina en la madrileña Gran Vía.
Pero nada esto podría ser así. Según ABC, Íñigo "solo figura como apoderado de Rockit Experience SL, una empresa creada para la distribución de productos electrónicos". Con respecto a la discoteca, parece que "los únicos propietarios son Ramón Matoses, hombre fuerte de la noche madrileña e Ignacio Fernández Fuentes, que figura como apoderado de la sociedad Lula Floor S.L.". Al menos en el registro no habría señal alguna de la presencia de Onieva como socio. "Él se hace llamar partner and creative director (socio y director creativo). Un cargo que ostenta desde hace diez meses y del que el registro mercantil no tiene constancia aún", añade la periodista. Sin embargo, El Mundo hablaba hace unas semanas de Íñigo como socio, junto a dos amigos, de Lula Club. Una incógnita que sigue en el aire.
Lo que sí es completamente cierto es que en marzo de 2021 fichó como Bussiness Development Director de Mabel Hospitality, una de las filiales de la compañía de inversiones de las que sí son socios Rafa Nadal, Abel Matutes y Manuel Campos. Íñigo anunciaba feliz su fichaje entonces y le hemos visto dar buena publicidad a restaurantes como Tatel (tanto en Madrid como la nueva sede en Los Ángeles) o Totó. Su trabajo consiste en ser director de la parte de restaurantes en la que se ocupa del desarrollo de negocio de los proyectos de restauración, entre los que se encuentra la marca Tatel, con restaurantes en Madrid, Ibiza, Miami y Beverly Hills y nuevos conceptos que se irán desarrollando. Curiosamente, Enrique Iglesias es socio en Tatel y Totó por lo que algunos han dicho ya que supuestamente Íñigo tendría los días contados en la empresa de la que forma parte el hermano de Tamy, a la que adora.
Su papel en La Marquesa
El Íñigo que vimos en el reality La Marquesa de Netflix poco tiene que ver con el que se escondía bajo el casco de su moto hace dos años. Su presencia en el programa es notoria y ahí comenta que es un experto en la puesta en marcha de negocios y que por eso le sería de gran ayuda a Tamara para arrancar el restaurante efímero en El Rincón, el argumento principal del programa de la plataforma televisiva. Son muchas sus apariciones en el reality, se muestra divertido y cercano a la madre de su novia, que sin embargo, no le pone demasiada buena cara. "Creo que a Íñigo le han dado un guión", bromea en un momento dado Ana Boyer, hermana de Tamara, cuando Íñigo comenta con detalle la preparación de los platos que ha servido su novia en la cena, escena final de La Marquesa.
En el programa, Tamara le defendía a capa y espada con respecto a las supuestas deslealtades que luego se han demostrado a través del famoso vídeo en el festival Burning Man en el que se le ve besando a otra mujer hace tan solo tres semanas. Ante esto, nos surge de nuevo una pregunta: ¿Quién es realmente Íñigo Onieva? Esta respuesta solo la tiene él pero dado su comportamiento en estos días parece que no tiene ninguna intención de aclararlo de una vez por todas.
