Inteligencia emocional: clave en la crianza de los hijos

Texto: Irina Kenigsberg

Al criar a los hijos, tenemos en cuenta muchísimos factores, pero la inteligencia emocional no suele ser uno de ellos. Sin embargo, esa capacidad podría ser muy importante tanto para los niños como para los adultos que los educan. Descubre por qué sería fundamental y de qué modo puedes desarrollarla.

¿Qué es?

La inteligencia emocional puede describirse como la capacidad para identificar, evaluar y controlar las propias emociones, las de los demás y las de los grupos, indica Jonice Webb, psicóloga clínica, en el sitio Psych Central.

¿Cuáles son los componentes base de la inteligencia emocional? Desde Aha! Parenting, sitio con consejos para padres, se mencionan:

– Conocerse y aceptarse a sí mismo a nivel emocional.

– Sensibilidad a las señales de los demás.

– Empatía (es decir, la capacidad para ver y sentir algo desde el punto de vista del otro).

– Capacidad para regular la propia ansiedad, para poder hablar de temas emocionalmente cargados de forma constructiva.

Por qué es importante

La capacidad de las personas para manejar sus emociones de forma saludable podría determinar su calidad de vida de un modo mucho más fundamental que su coeficiente intelectual, según el sitio mencionado. Hay diversos estudios que indican que la inteligencia emocional tendría mucho que ver con la felicidad, la salud (física, mental y emocional), los matrimonios felices y el éxito laboral y académico.

Así, al enseñarles a los niños a reconocer sus emociones, entender de dónde vienen y cómo lidiar con ellas, estaríamos dándoles una de las herramientas más importantes para tener éxito en la vida, explica la psicóloga Lisa Firestone en el sitio de la revista Psychology Today.

Cómo desarrollarla

Para incrementar la inteligencia emocional, el médico Norman Rosenthal da los siguientes tips en la revista mencionada:

– Hazte preguntas y no te interrumpas. Si sientes algo que te incomoda, tal vez quieras distraerte. En cambio, el experto sugiere preguntarte dos veces al día: “¿Cómo me siento?”. Permítete el tiempo necesario para que las emociones surjan.

– No juzgues o edites lo que sientes. Intenta no desestimar tus emociones antes de tener la oportunidad de pensar al respecto. Las emociones saludables suelen aparecer e irse de forma natural.

– Toma nota de lo que sientes y piensas. Escribir tus pensamientos y emociones podría ser de gran ayuda, aunque solo le dediques a esa práctica un par de horas por semana.

Y tú, ¿conoces otros modos de incrementar la inteligencia emocional?

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