La intimidad del funeral de la reina y las internas de los Windsor, según el corresponsal real de la BBC

La familia real, durante el funeral de Isabel II
La familia real, durante el funeral de Isabel II - Créditos: @Martin Meissner

El periodista británico Jonny Dymond es un experto en comunicarle al mundo hechos trascendentales. Reportó desde Washington las victorias electorales de dos presidentes estadounidenses; presenció devastadores terremotos en Estambul que dejaron más de un centenar de fallecidos; tuvo que informar sobre tiroteos en escuelas de Colorado; y enfrentó la difícil tarea de convertir a los televidentes en testigos del impacto de dos aviones contra las Torres Gemelas en la ciudad de Nueva York. Pero nada se compara con cubrir el fin de una era: la muerte de la reina Isabel II.

“Fue un gran reto. En parte, porque la noticia implicó también algo personal. Soy británico y ella era mi reina. Tenés que dejar todos tus sentimientos absolutamente de lado y centrarte únicamente en informar sobre estos enormes acontecimientos”, se sinceró el corresponsal de la realeza de la BBC en una entrevista con LA NACION en el barrio de Recoleta. “De alguna forma, todavía estoy mentalmente allí”.

jonny dymond ; bbc; corresponsal; mundo
Jonny Dymond Corresponsal de la realeza de la BBC - Créditos: @Ricardo Pristupluk

Reportero del mayor servició público de radio y televisión del Reino Unido desde 1994, Dymond, politólogo y magister en administración publica, formó parte del servicio exterior de la BBC durante 15 años para cubrir desde política europea hasta Medio Oriente, para luego zambullirse en el 2017 en el día a día de la controversial Corona británica.

De paso por la Argentina para moderar y conducir el panel BBC World Questions, un evento en el que especialistas en política y economía nacional debaten los principales interrogantes de la audiencia sobre los desafíos que enfrenta el país, el también productor reveló a este medio cómo vivió Inglaterra la triste despedida de un ícono nacional, el mayor desafío que enfrenta el nuevo reinado de Carlos III, y el futuro gris de la relación entre los hermanos Harry y Guillermo.

jonny dymond ; bbc; corresponsal; mundo
Jonny Dymond en Buenos Aires - Créditos: @Ricardo Pristupluk

-Este episodio de BBC World Question se enfocará en la Argentina ¿Por qué eligieron al país?

-Recorremos el mundo e intentamos encontrar lugares que tengan historias interesantes que contar en sí mismas, pero también historias, temas e ideas que resuenen en todo el mundo, y Argentina es una democracia estable y vibrante con una historia increíble y un presente bastante turbulento. Un futuro, esperemos, próspero y es interesante en muchos aspectos diferentes. Ha hecho enormes progresos en el ámbito LGBTQ. Obviamente, los desafíos económicos son asombrosos. La política, tanto si la llamas populismo como si la llamas peronismo, es fascinante. Así que hay una gran variedad de razones para venir aquí. Es fabuloso estar aquí. El público decide de qué vamos a hablar. Vienen, se toman una copa de vino y ponen en una tarjeta las preguntas.

-Viene de un mes agitado...

-Uf... fue un tiempo desafiante para mi carrera. Soy muy afortunado con mi trabajo en la BBC, he hecho una gran variedad de cosas. He sido corresponsal en el extranjero durante 15 años y he tenido que cubrir todo tipo de cosas, tiroteos en escuelas, terremotos, elecciones. Pero cubrir la muerte de la reina fue un gran reto. Fue parcialmente personal también, soy británico y ella era mi reina. Y tenés que dejar absolutamente de lado todo eso, todos tus sentimientos personales, y centrarte en informar sobre estos enormes acontecimientos.

No nos engañemos. Hubo un número significativo de personas a las que no les importó. Pero había un gran número de personas profundamente afectadas para quienes este era un momento diferente a cualquier otro, a diferencia de unas elecciones, a diferencia de una catástrofe natural. [Los periodistas] lo habíamos pensado mucho, teníamos herramientas para este día, habíamos ensayado, porque esto es algo muy complicado para la radiodifusión, los periódicos tenían que preparar su portada. Pero fue... ya sabes... todavía estoy mentalmente allí. Fue una cosa asombrosa de la que formar parte. Y ser el corresponsal de la BBC en ese momento fue extraordinario.

-La primera emisión de la BBC del día 8 de septiembre comenzó con los médicos diciendo que estaban preocupados por la salud de la reina Isabel. ¿Cómo fue ese momento para usted?

-Tenía que pensar inmediatamente en cómo enmarcar esta historia. Tratar de entender lo que había detrás de las pocas líneas [del comunicado oficial] y descubrir muy rápidamente que era un momento muy serio. Con la muerte del marido de la reina, tuvimos un tiempo de tres minutos de antelación. No teníamos ni idea de que iba a llegar. Con la muerte de la reina pudimos prever que algo realmente serio iba a ocurrir desde horas antes.

Diría que fueron seis de las horas más largas de mi vida. Entre las 12.30 cuando tuvimos el primer aviso y las 18.30 cuando tuvimos el anuncio de la muerte. Fue un momento muy emotivo.

El ataúd de la Reina Isabel II
El ataúd de la Reina Isabel II - Créditos: @CHRISTOPHE ENA

-¿Cómo llegó la noticia?

-Recibí la noticia de la Casa Real por la sala de corresponsales reales de la BBC y también los diarios y las otras emisoras recibieron la noticia de que el palacio haría un anuncio en breve. Sabíamos cuál sería ese anuncio en ese momento. Así que le dije al equipo de radio que teníamos que volver a salir al aire. Salimos al aire y llenamos el tiempo por un par de minutos, hasta que de pronto alguien me dijo al oído: “Dejá de hablar”.

Y entonces fue una mezcla de todo lo que habíamos ensayado, tratando de reflejar no sólo los detalles de lo que venía, como “el primer ministro dará un discurso, la bandera se baja y el aviso se pone en el Palacio de Buckingham”, sino también tratando de transmitirle a la gente de lo que realmente se trataba todo esto, que era ella. Intenté recordarle a la gente que ella era una gran jefa de Estado y de la nación, pero también el final de la era y también una vida que ha sido tan cuidadosamente examinada. Sigo pensando que en realidad era una mente asombrosa. Puedo repetir un millón de clichés sobre “una vida de servicio”, “una vida de deber”... y todos son ciertos. Y tuvo un reinado que fue extraordinariamente difícil de criticar. Mi trabajo, sentí, era alejarme constantemente del comentarios del tipo “qué pasará después” o “dónde está el cuerpo de la monarca” y recordarle a la gente por qué estábamos hablando de esto. Para recordar a la gente los valores de la persona de la que estábamos hablando. Y ese fue mi trabajo, creo, durante los 12 días.

-¿Cuántas veces lo habían practicado?

-Llevo haciendo el trabajo [de corresponsal real] unos cinco años. Creo que había hecho tres ensayos completos de la BBC y luego los programas individuales también practican para los eventos. Los ensayos también son una sensación extraña, ensayar la muerte de alguien, pero es realmente necesario, es una emisión muy complicada. He hecho una cantidad razonable de ensayos. Pero nada es como el momento real.

-Fueron 12 días de despedida de la reina Isabel. ¿Cómo los describirías? Tanto para la prensa como para la gente del Reino Unido.

-Muchos de nosotros habíamos pensado y nos habíamos preocupado por este momento durante mucho tiempo. Fue absolutamente agotador. Fue muy estresante. Y a la vez, fue fascinante. Quiero decir que vale la pena ser periodista para ser ese tipo de testigo de la historia y tener una primera fila. Es un gran honor. Ser corresponsal de la BBC en ese momento es extraordinario.

No puedo hablar por la gente del Reino Unido. Cuando estuve en los eventos en Edimburgo, en Escocia, mientras su féretro era llevado desde el palacio a la catedral, la intensidad era impresionante. Fue como si las calles y las mismas paredes estuvieran conteniendo la respiración. El momento de la ceremonia, cuando la familia caminaba detrás del ataúd, fue un momento muy intenso.

En Londres, los primeros días fuera del palacio mucha gente vino con flores y quería estar allí en ese momento, había casi una sensación de que era un evento turístico. Bueno, eso cambió cuando el féretro de la reina volvió a Londres. Todo se tornó en una experiencia mucho más sombría y triste. Había gente inundando el camino, estableciendo campamentos a lo largo de la ruta. Veías desde adultos hasta niños, tres generaciones de familias. Y eso le dio sentido a estar allí. No sólo de ser fan de la monarquía, sino de estar allí, ser parte del momento. De alguna manera creo que la gente mide su vida junto a la vida de la realeza. “¿Dónde estabas en esa boda?” “¿Dónde estabas para esa muerte?” ¿Dónde estabas para ese Jubileo?”... y mucha gente quería decir que estaba allí el día del funeral de la reina Isabel II.

-¿Qué puede esperar la gente del rey Carlos?

-Lo siento mucho, pero no lo sé. Van dos semanas del reinado de Carlos. Y es muy, muy difícil de ver, es una cosa extraña ser un rey. Realmente no tiene ningún poder. No tiene poder político. Tiene algún poder de unificación. Esa es su principal influencia. Para unir a la nación. Somos una nación muy diversa, las diferentes religiones, las regiones desde Escocia hasta Gales. Ahora somos país individualista. Es muy diferente de la nación que la reina Isabel encontró después de la guerra. Así que uno de los trabajos es unificar y el nuevo rey tendrá que encontrar su manera de hacerlo. Puedo decirte lo que no va a suceder: no va a ser un reinado político. Ha dejado muy en claro que eso no le interesa. Lo que será esta nueva era es algo asombrosamente difícil de seguir. Estoy seguro de que él es conscientes de ello, pero intentar ser una nueva Isabel no va a funcionar. Tiene que tomar una rienda diferente, pero ¿Qué tipo de rienda? No lo sé en este momento. Es muy pronto para decirlo.

Ha sido durante mucho tiempo retratado como una especie de figura rígida, hacía eso de no saber qué hacer con las manos, se lo trató de ser un poco lejano. Pero lo curioso es que cuando lo ves tan de cerca como yo, cómo es con la gente, puedes ver lo bueno que es en eso. El contacto visual, la risa, hace que las cosas buenas de él se noten, y eso lo veremos más en este nuevo reinado. Hubo cosas muy notables entre los diez días que transcurrieron entre el fallecimiento y el funeral, salía mucho, estrechaba manos, establecía contacto, eso es un deseo de la gente que le rodea pero también de él. Lo verán como una monarquía más abierta y accesible.

El rey Carlos III junto a la reina consorte Camila
El rey Carlos III junto a la reina consorte Camila - Créditos: @ISABEL INFANTES

-¿Cuál será el papel de la reina consorte Camila?

-Ya ha tenido un papel muy notable, ya que ha hecho del rey, su marido, un hombre feliz y relajado y más a gusto consigo mismo. Ha dejado muy claros sus intereses, en particular sobre la violencia contra las mujeres y el fomento de la lectura. Estoy seguro de que eso también se mantendrá. Él, el rey, ha dejado claro que ella, la reina consorte, es fundamental en su vida y en su trabajo. La verán absolutamente en primer plano y eso fue una definición de la difunta reina, que declaró que quería que Camila fuera la reina consorte.

-¿Cuál es el sentimiento generalizado hacia la reina consorte tras su pasado turbulento?

-Creo que ese sentimiento es mucho más cálido que antes. En un momento había mucha antipatía hacia ella. Creo que eso ha desaparecido. El tiempo es un gran sanador. Y ella ha trabajado para eso también. Ella y la gente que la rodea, los medios de comunicación que la rodean, trabajaron para promoverla. Así que creo que hay un sentimiento general de aceptación.

-¿Cómo has visto la relación entre los hermanos Harry y Guillermo durante el funeral?

-Puedes analizar todo lenguaje corporal que quieras... pero el hecho es que su relación no va por buen camino. Tienen formas muy diferentes de ver las cosas. Harry no va a volver, Meghan no va a volver. El príncipe Guillermo y la princesa Kate están dedicados al servicio y a su nación y Meghan y Harry no lo están. Además de que sus decisiones ya están tomadas. A nivel personal, creo que está muy claro que hay mucha mala sangre entre ellos. Que las cosas que tanto Harry como Meghan habían dicho en público sobre su relación con la realeza, su relación con la familia, provocaron mucho dolor en el rey Carlos y el príncipe Guillermo. Y eso particularmente les llevará mucho tiempo superarlo. Es un gran golpe para la monarquía, porque Harry y Meghan habían llegado a partes de la nación y del mundo que el resto de la monarquía nunca llegó. Pero al mismo tiempo, es una tensa situación que no se puede volver a construir. Harry en particular se siente muy incómodo con este lado ceremonial de estar en la familia real y esa es una de las razones por las que decidieron salir.

-¿Cuánto hay de cierto en todos los comentarios que hicieron los duques de Sussex en la entrevista con Oprah Winfrey?

-Algunos de ellos no tienen sentido. Sé que el palacio tiene una buena cantidad de disputas en privado. Públicamente, no quieren entrar en la discusión de “ella dijo, él dijo”. Pero ciertamente varias personas en el palacio con las que hablé estaban muy, muy descontentas con la entrevista, muy descontentas con el hecho de que tanta gente, a sus ojos, la hubiera comprado.

Meghan Markle junto al príncipe Harry frente al castillo de Windsor durante el funeral de la reina Isabel II
Meghan Markle junto al príncipe Harry frente al castillo de Windsor durante el funeral de la reina Isabel II - Créditos: @Twitter

-Debe haber sido realmente importante para la realeza que Meghan haya vuelto para el funeral...

-Creo que sería bastante extraño si ella no hubiera asistido. Y creo que, siendo honesto, todo el mundo en ese momento quería que el foco de atención estuviera en la reina fallecida. Hubo discusiones sobre si Harry debía o no llevar su uniforme militar, y su gente hizo una declaración diciendo que él sirvió y tal, pero vamos a dejar de hablar de esto y centrarnos en la reina. Creo que eso fue importante. Tal vez la muerte de la reina enfoque un poco la mentalidad de la gente. Sé que a todo el mundo le gusta el chisme de telenovela y lo entiendo. Pero tal vez por un momento se puede recordar de lo que esto se trata. Es en realidad el servicio a la nación. Sí, es una institución muy extraña y probablemente no la inventarías si empezaras un país desde cero hoy en día, pero los que eligen trabajar en ella están realmente comprometidos con el servicio de una manera que creo que probablemente la mayoría de nosotros no entendería. Los que han elegido no trabajar en él, como Harry y Meghan, pueden hacer algo diferente en su lugar.

-¿Qué tiene pensado Guillermo para el futuro ahora que la idea de ser rey está más cerca?

-Creo que ahora la carga será mayor, tendrá más deberes de Estado, definitivamente. Y sabe que el papel que tiene ahora es más serio. Tiene la gestión de un portfolio de bienes e inmuebles bastante más grande que cuando era Duque de Cornwall. Hay más tierras, y ser el jefe de eso es un nuevo trabajo para él también. Pero creo que se verá un énfasis continuo en la campaña ambiental para combatir el cambio climático. Si nos remontamos al discurso que dio en el Jubileo de la Reina, fue un discurso que llegó justo hasta la línea de la política, un límite que no puede cruzar. La familia no tiene derecho a meterse en política. Fue hasta la línea e impulsó a la gente a pensar en el cambio climático. Está absolutamente decidido a que esto sea parte de su trabajo mientras sea príncipe de Gales, como lo fue el de su padre.

-La publicación de las memorias de Harry se espera para los próximos meses. ¿Qué espera la monarquía al respecto?

-Yo diría qué es lo que todos esperamos [risas]. Es algo extraordinario. Y sí, probablemente hay un paralelismo con el rey que abdicó, Eduardo VIII, que se convirtió en el duque de Windsor y también publicó una especie de memorias. Pero eran días diferentes [los años 30, 40, 50]. Creo que el palacio se prepara para lo peor. Harry ha dejado muy en claro que su padre es responsable de sus fracasos y que no puede soportar la maquinaria del palacio. ¿Será su angustia? ¿Serán sus historias? Supongo que será su versión. Pero sea lo que sea, será duro para el palacio.

Y veremos cómo reaccionan. Tradicionalmente no les gusta responder y siempre se produce esta división entre hablar en privado y en público. Y creo que tendremos mucho de eso con el libro. Si habla de su relación con el rey o con su hermano, veremos si responden en privado. Me gustaría poder verlo [bromea].

El príncipe Harry y la princesa Beatriz durante la vigilia de Isabel II
El príncipe Harry y la princesa Beatriz durante la vigilia de Isabel II - Créditos: @IAN VOGLER

-Fue un comienzo duro para la primera ministra Liz Truss. ¿Cómo ve su relación con la monarquía respecto a lo que va a ser su gobierno?

-Para ser honesto, si [la primera ministra] tiene la mayoría en la Cámara de los Comunes, entonces la relación con la monarquía es muy, muy clara. La monarquía está para servir en parte al gobierno de turno y a lo que el gobierno de turno diga. Ya ha quedado muy claro que el nuevo rey entiende eso. Tenía la intención de ir a la Conferencia Mundial sobre el Cambio Climático (COP) en Egipto, habló con Liz Truss y la primera ministra le dijo que no correspondía como rey ir. Así que no va a ir. Entiende claramente su posición constitucional. Y la relación con la monarquía y el primer ministro, que siempre es muy privada, imagino que será muy parecida a la de la difunta reina. Pero, por desgracia, nunca llegamos a saber mucho al respecto. Pero creo que el rey es muy consciente de que todo el mundo está mirando su mandato para ver si hay alguna dificultad constitucional y hará todo lo posible para evitar problemas.