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¿Irritación y picor vulvar? Nunca, si tu pareja sexual usa esto

Es un problema oculto y muy común entre nosotras pero la clave para solucionar este problema femenino la tienen los hombres. En concreto, ese con el que acuestas. ¡Que se de por enterado!

Por mucho que cuides tu higiene íntima, tu dieta o tu ropa, el picor no desaparecerá si él no se implica.
Por mucho que cuides tu higiene íntima, tu dieta o tu ropa, el picor no desaparecerá si él no se implica.

La vagina es una de las zonas del cuerpo de la mujer con mayor cantidad de microorganismos. Si no nos cuidamos se puede romper su equilibrio natural, y entonces las bacterias, hongos, parásitos o virus harán acto de presencia.

La época estival es uno de los momentos más críticos para la salud femenina porque el ambiente cálido y húmedo es un caldo de cultivo y como nos relajamos más (en todos los aspectos) podemos cometer ‘errores’ que nos pasen factura en otoño.

Por eso, y para evitar estas situaciones, expertos en salud aconsejan aprovechar la vuelta a la rutina para cumplir con una de las citas más importantes (sino la más): la revisión ginecológica anual.

Durante la época estival hay un repunte en enfermedades de transmisión sexual (ETS) e infecciones vaginales, y estas últimas suelen ser las protagonistas en las consultas ginecológicas durante el mes de septiembre, especialmente la candidiasis y la vaginosis bacteriana.

“La primera está causada por hongo Cándida y se caracteriza por un cuadro de picor junto a un flujo espeso, de color blanquecino o amarillo. La segunda, muy común en mujeres en edad fértil, se trata no de un hongo sino de un desequilibrio de la flora vaginal. Esta infección provoca irritación vulvar y un aumento del flujo”, comenta el Dr. Luis Alonso Pacheco, ginecólogo y experto de Doctoralia.

La candidiasis es una enfermedad que ataca los órganos genitales, muy frecuente en la mujer en la que las molestias aumentan con el ejercicio, relaciones sexuales y la menstruación; además de ser muy frecuente en el embarazo.
La candidiasis es una enfermedad que ataca los órganos genitales, muy frecuente en la mujer en la que las molestias aumentan con el ejercicio, relaciones sexuales y la menstruación; además de ser muy frecuente en el embarazo.

La obesidad y la diabetes son patologías médicas que pueden complicar estos ‘problemas’ vaginales. En estos casos es aconsejable reducir la ingesta de alimentos dulces (con azúcar o glucosa), ya que estos impulsan la multiplicación de las células fúngicas. Asimismo la toma de anticonceptivos durante mucho tiempo también nos vuelve más vulnerables a este tipo de infecciones al modificar el pH vaginal.

Y es que la causa principal de las infecciones vaginales es la alteración de la flora vaginal debido a cambios hormonales (embarazo, menopausia), la toma de antibióticos, que elimina parte de la flora normal, el uso de jabones inadecuados que alteran el pH natural, lavados vaginales, diabetes mellitus, estrés o toma de corticoides.

Antiguamente los ginecólogos recomendaban aplicar yogur natural en el área genital para calmar la irritación y el picor vulval causado por los hongos vaginales y genitales. Pero la vía más rápida y eficaz para controlar una infección por hongos (candidiasis) es someterse a un tratamiento antifúngico “en forma de óvulos (supositorios vaginales) o cremas vaginales, de una sola aplicación o de varias aplicaciones, que deben aplicarse por la noche -justo antes de acostarse-, para garantizar que el medicamento permanezca el máximo tiempo posible en el interior de la vagina”, explica el Dr. Luis Alonso Pacheco, ginecólogo y experto de Doctoralia.

Especial atención también merece el deporte. Muchas mujeres, al llegar septiembre, empiezan
a practicar deporte o retoman sus entrenos después de un descanso en verano. Tanto el sudor
como la ropa deportiva de materiales sintéticos son dos factores que facilitan la irritación y la
alteración de la flora vaginal. Para cuidarla, el experto recomienda principalmente utilizar
productos de higiene íntima con un PH adecuado, y evitar pasar mucho rato con la ropa sudada o húmeda.

La salud de los dos está en juego. Por tanto, la responsabilidad es de ambos. No des tu brazo a torcer, si no lo entiende quizas no te respete y no sea la pareja más conveniente.
La salud de los dos está en juego. Por tanto, la responsabilidad es de ambos. No des tu brazo a torcer, si no lo entiende quizas no te respete y no sea la pareja más conveniente.

Asimismo, si nos cuesta preservar el equilibrio de la flora vaginal, podemos optar por prebióticos y probióticos siempre bajo la recomendación de un especialista. Existen geles y comprimidos elaborados con bacilos, que producen ácido láctico, y esto a su vez impide el desarrollo de microorganismo patógenos.

Pero seguir todas estas pautas y consejos puede no ser suficiente. Para cuidar tu salud íntima (además de acudir a las revisiones) tienes que ser clara con tu pareja. Y lo mejor para prevenir estas infecciones, según apunta el Dr. Pacheco, es utilizar preservativo en las relaciones sexuales. Quizas te parezca un engorro y pienses que es un método pasado de moda, pero tomar la píldora o llevar un DIU no te protegue de ellas. En serio, ¡mentalízate! Es importante que los dos seáis conscientes de las repercusiones que puede tener no usarlo. No se trata de evitar un embarazo no deseado, sino de reducir al mínimo las posibilidades de contraer infecciones vaginales o enfermedades de transmisión sexual. Con otros métodos anticonceptivos no lo lograréis, así de sencillo.

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