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J Balvin aterrizó en el Movistar Arena con su Arcoiris Tour

J Balvin se presentó con localidades agotadas en el Movistar Arena, y ante 15.000 personas vibró con su Arcoiris Tour. Es la quinta vez que el embajador del reggaeton llega a la Argentina. Desde 2015 que visita el país, donde ya hizo nada menos que 9 shows: se presentó en Rosario, Buenos Aires, Córdoba, y Comodoro Rivadavia.

Se bajó el telón en Villa Crespo y apareció una pantalla colosal en forma de nube con un muñeco gigante sentado sobre unas gradas iluminadas. Fue allí por donde pasó toda la diversión en una noche en la que nadie quiso perderse el espectáculo del artista latino más importante del momento; ni siquiera Diego Maradona, quien lo vivió relajado desde uno de los palcos.

Su show lo tuvo todo: bailarinas y bailarines vestidos de michelines con cabezas cumulonimbus, personajes 3D y visuales impactantes diseñadas por el colectivo de arte californiano friendswithyou, que fueron los mismos creadores del pseudo pokémon gigante, que, entre tierno y perturbador, giraba la cabeza cual Linda Blair sentado sobre el escenario. Todo, a modo de guarnición de una treintena de canciones que fueron desde el Barrio Fino de Daddy Yankee (que ya cumple quince años) hasta el último hit, "Blanco", lanzado hace menos de un mes y que ya acumula millones de reproducciones en cada una de las plataformas.

En los últimos cinco años, J Balvin pasó a liderar todas las listas de éxitos musicales, agotar entradas en el Madison Square Garden, en Nueva York, y actuar como headliner de festivales como Lollapalooza Chicago y Coachella. A fuerza de singles, discos y colaboraciones con latinos como Bad Bunny, Karol G y Nicky Jam, José Álvaro Osorio Balvín posicionó al reggaeton como el sonido pop de la década.

"Bienvenidos al Arcoiris Tour, aquí está J Balvin o José, como lo quieran llamar. Esto es para toda la gente de la Argentina y para los latinos presentes", lanzó, luego de comenzar con "Reggaeton", en un derrotero de energía que incluyó a "Machika", "Ahora", "X" y "Con Altura", el feat. con la española Rosalía.

Si bien el nuevo pop global habla en español y rompe todas las barreras, J Balvin sabe muy bien que su éxito se sostiene sobre un camino allanado por colegas como Daddy Yankee, Don Omar, Wisin y Yandel. "Esta parte está dedicada a los jefes, a los líderes del reggaeton; para todos y para mí que amamos el género", dijo antes de comenzar el segundo bloque, donde el colombiano, vestido de arcoiris batik, combinó canciones de ayer y hoy (como las propias "Ginza" y "Safari") con un medley de "Oye Mi Canto", "Rakata" y la "Gasolina", de Daddy Yankee, que incendió a los presentes.

Además de tender puentes con el pasado de su propio género, el colombiano también se conectó con la música local, y para ello eligió a Marciano Cantero, a quien definió como "una de las leyendas del rock argentino". Como único invitado de la noche, el mendocino subió a tocar "Un Peso", la canción incluida en Oasis, el disco que editó este año junto al puertorriqueño Bad Bunny.

En plan más íntimo, ya sin visuales y desde el fondo del escenario, el niño de Medellín se hizo el lugar para interpretar baladas, con un cambio de look que incluyó la nueva colaboración de prendas de la jefa del trap, Cazzu, en conjunto con la marca de California, Big Sur. Mientras interpretaba "Ahora Dice" y "La Canción", desde la platea baja, un enamorado, de rodillas, le propuso casamiento a su novia.

"Gracias por la buena vibra de ustedes esta noche. Para sacar la ansiedad, la depresión o si están pasando por un mal momento, déjenme decirles que todo pasa, no pierdan la fe y la esperanza", expresó el artista que este año hizo público sus trastornos de ansiedad y depresión.

Para la última parte del show, y escalando los índices de felicidad del Arcoiris Tour, Balvin arremetió con una versión compacta del nuevo sonido del lustro repartiendo ases de la "Latino Gang". Aparecieron las voces de Ozuna, desde la pista de "Baila, Baila, Baila", también las de Prince Royce, Anuell AA, Maluma y Cardi B, para "I Like It"; representada, junto a Bad Bunny,por unos enormes personajes en clave bitmoji que bailaban desde el escenario junto a nubes, soles y arcoiris danzantes.

Otro de los momentos que apeló a la nostalgia musical, pero esta vez reversionada, fue con "RITMO", el último single que lanzó junto a los Black Eyed Peas. Allí recogió el chiste fonético del clásico dance de los '90 de Corona, "Rhythm of The Night", para declarar: "No son ni Reebok ni Nike, sin estilista luzco fly" y cerrar con el himno latino, bailable y pegadizo en el que J Balvin se pregunta dónde está su gente.

Después de 30 canciones y mucho baile, el embajador del reggaetón, desapareció lentamente del escenario mientras resumió dos horas de show con una sola palabra: "Familia".