Jake Gyllenhaal revela que es 'legalmente ciego'

Jake Gyllenhaal credit:Bang Showbiz
Jake Gyllenhaal credit:Bang Showbiz

El actor Jake Gyllenhaal se ha sincerado sobre los problemas de visión que arrastra desde su más tierna infancia. Tras nacer con un ojo vago, problema del que ha asegurado que se resolvió de forma natural, al intérprete se le prescribieron gafas y lentillas correctoras cuando sólo tenía 6 años, y las sigue utilizando como el primer día. Según ha contado él mismo a la revista The Hollywood Reporter, el artista es "legalmente ciego" desde hace décadas.

Al menos en lo que respecta a su carrera profesional, el astro de Hollywood, de 43 años, no ve más que ventajas a su particular estado. "Quiero pensar que ha sido ventajoso. No conozco otra cosa. Cuando no puedo ver por las mañanas, antes de ponerme las gafas, siento que estoy solo conmigo mismo", ha comentado a la publicación.

En una escena de su película 'Southpaw', estrenada en 2015, se puede ver a Gyllenhaal inclinándose más de lo que sería necesario hacia el agente de policía que informa a su personaje, un boxeador llamado Billy Hope, de la muerte de su esposa. Ese gesto no estaba en el guion y se debió, ni más ni menos, a que le habían pedido que se quitara las lentillas antes de rodar esa secuencia concreta.

El artista ha demostrado que busca retos cada vez más exigentes a la hora de ampliar su filmografía. El pasado mes de marzo, Gyllenhaal volvió a la gran pantalla en un 'remake' del clásico 'Road House' que en su momento protagonizó el malogrado Patrick Swayze. Para dar vida a Elwood Dalton, experto luchador de artes marciales mixtas, el actor se sometió a un régimen deportivo y alimenticio de corte espartano, que le llevó a desarrollar notablemente su musculatura y a dejar su cuerpo con tan sólo un cinco por ciento de materia grasa.

Desgraciadamente, Jake Gyllenhaal sufrió una fuerte infección como consecuencia de una de las escenas más impactantes de la película, después de apoyar su mano contra varios cristales que se encontraban en el suelo. En cualquier caso, eso no restó disfrute a su experiencia. "La gente me dice, tras rodar ciertas películas: 'Eso fue muy intenso. Genial, muy duro'. Y yo mismo me he preguntado varias veces: 'Espera, ¿qué se siente al hacer una película y poder decir que fue divertido?'. Sin duda, 'Road House' fue una de ellas'", ha reflexionado.