Fuera de joda: Daniela, Julieta, Nacho y la “Tora” cuentan los secretos detrás del debut de su ciclo streaming

Fuera de joda
Fuera de joda - Créditos: @Captura

A lo largo de los seis meses en los que se prolongó Gran Hermano, Daniela Celis, Julieta Poggio, Lucila “La Tora” Villar y Nacho Castañares se destacaron como algunas de las caras más queridas por los seguidores de ese reality. Con el ciclo terminado, el cariño de la gente se trasladó al afuera, y por ese motivo este cuarteto se reunió para hacer Fuera de joda, un programa que se emite por redes en el que ellos proponen una charla muy distendida. Y en diálogo con LA NACIÓN, los cuatro protagonistas contaron cómo viven esta nueva experiencia.

La previa al debut

Los cuatro se acomodan en la mesa de la sala streaming de Telefe. Hay nervios antes del debut, y el equipo técnico última los detalles finales en los minutos previos a las 19, horario pautado para el comienzo de Fuera de joda. Lejos de los estudios gigantescos que pueden tornarse algo impersonales, la sala streaming propone un clima íntimo que se ajusta al tono más cercano que buscan los hermanitos. Porque a fin de cuentas esa es la identidad del programa: la de proponer un ciclo que sea una charla con esos fans que consideran a Nacho, La Tora, Daniela y Juli, parte de su grupo de amigos.

“Nosotros nos entendemos con una mirada, charlamos todo y el equipo es muy lindo” señala Venganiela, cuya sección gira justamente alrededor de problemas amorosos que exigen revancha. Por su parte, Julieta confía en que la gente va a disfrutar la autenticidad que surge a partir del ida y vuelta entre ellos cuatro, quienes se conocen muchísimo luego de convivir durante meses en el reality, y sobre eso apunta: “A la gente le gusta la transparencia, la naturalidad. A nosotros cuatro nos bancaron mucho por ser así adentro de la casa, y ese es un valor que no quiero perder nunca”.

El primer programa

A lo largo de dos horas, los cuatro Gran Hermano juegan a charlar, a buscar complicidad entre ellos y con su público, quienes los siguen activamente y no dejan de escribirles a través del chat de Twitch y YouTube. “Los temas que se tocan acá son muy divertidos, y la gente responde”, opina Nacho. Y añade: “ Eso es lo mejor que se puede tener en un programa de streaming”. A su lado, Daniela subraya: “Llegan todo tipo de consultas para Venganiela, son un montón de casos muy buenos. Es increíble como se prende la gente tirando buenas vibras”.

Una primera emisión raramente es representativa del futuro de un programa, pero en este caso, y más teniendo en cuenta lo mucho que se conocen los protagonistas, el debut de Fuera de joda supo desarrollar una firma clara. Sin necesidad de contar con entrevistados o columnas, el ciclo partió con un diálogo relajado sobre la vida afuera de la famosa casa, que es la etapa que más interesa a quienes siguen a los ex Gran Hermano. Es indudable que el público quiere ver nuevamente los divertidos momentos que este grupo compartía dentro del reality y en ese sentido Fuera de joda cumple con su objetivo.

El envase streaming les permite a ellos charlar con la misma frescura que les daba Gran Hermano, pero desde otro ángulo y de esa forma pudieron debatir sobre qué le significó el paso por el reality, o cuáles son las ventajas de hacer un ciclo de este tipo. Por otra parte, Julieta se despachó contra una cuenta que se dedica a difundir fake news sobre ella y Nacho se permitió mandarle un mensaje en vivo a Santiago Maratea para celebrar la colecta que busca saldar la deuda de Independiente.

“Tener este crecimiento en redes sociales es seguir vivos, es mantener la llama viva”, le reconoce Lucila a LA NACIÓN, en referencia al gran apoyo que recibieron por parte de los más de veinte mil usuarios que siguieron la transmisión en vivo. Y ese número no es poca cosa porque simboliza lo mucho que el público sigue interesado en estos hermanitos. Este cuarteto ya no extraña la casa (aunque la Tora reconoce que “volvería un ratito”) porque ese reality les resultó una vidriera que supieron aprovechar. Como bien señala Daniela: “Estamos viviendo una realidad distinta de cuando nos conocimos. Antes era un juego, pero ahora estar con las mismas personas en la vida real es muy loco. Nosotros nos acompañamos un montón desde que salimos de Gran Hermano y estamos muy contentos con el afuera”.

Sin prisa pero sin pausa, los cuatro finalmente comienzan a dejar atrás la sombra de la casa, para establecerse como figuras que ya no precisan de la fama del reality para abrirse camino en esta nueva etapa de sus carreras.

La química intacta

Los cuatro protagonistas de Fuera de joda tienen muchos planes para el futuro del ciclo. “Tenemos una lista de invitados sorpresa que nos van a acompañar día a día”, adelanta Daniela mientras que Julieta sonríe y exclama: “¡La voy a invitar!”, en referencia a lo mucho que le gustaría tener a Emilia Mernes en la mesa. También hay planes de secciones, con Nacho hablando de deportes, Daniela al frente de la ya mencionada columna de Venganiela, o Julieta y sus Milipili Problems, en donde reflexionará de forma divertida sobre conflictos tan frívolos como habituales (en la línea de su recordada pollera manchada). Pero ellos saben que el verdadero atractivo de su propuesta no tiene que ver con la originalidad de sus columnas, ni con la calidad de los invitados, sino con la impronta que le pongan a cada una de las emisiones.

Este cuarteto reconoce que los ensayos para Fuera de joda prácticamente no existieron. “Tuvimos un ensayo de una hora, pero dijimos que todo fluya”, apunta Daniela. Y ese fluir es la clave de esta propuesta porque lejos de la televisión tradicional, aquí el código es otro, el lenguaje cambia y los televidentes se muestran activos en el diálogo con la pantalla, características que Julieta reconoce con facilidad cuando asegura que “el streaming es la nueva tele y las generaciones más chicas son el público más lindo, el que está más atento a todo”.

“Nosotros compartimos un montón de cosas, esto no es lo mismo que estar en la casa, pero es más lindo”, destaca Nacho, a la vez que la Daniela concluye: “Adentro de la casa no nos dábamos cuenta que aparte de ser compañeros y amigos, también compartíamos un ámbito laboral y no terminábamos de separar la realidad del trabajo”.

De esa manera, Fuera de joda se convierte en una apuesta que busca entusiasmar a los seguidores del reality, pero que también pretende enganchar a ese público que busca nuevas propuestas en redes, dentro de una televisión en constante evolución. Y uno de esos nuevos senderos conduce a este programa, y a la inoxidable mística de un reality que no deja de entusiasmar a nuevas generaciones de televidentes.