Juan Grabois, un confidente de Cristina que entró en fase combativa contra Alberto Fernández

Juan Grabois en la estación Constitución, durante la asamblea en la que el MTE lanzó su plan de lucha
Juan Grabois en la estación Constitución, durante la asamblea en la que el MTE lanzó su plan de lucha - Créditos: @Ignacio Sánchez

Para la jornada de medio centenar de cortes de ruta que impulsó hoy en todo el país, Juan Grabois eligió como escenario el Puente Pueyrredón, un lugar emblemático de la protesta social. El líder del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) está en “modo lucha”, dicen los que lo conocen de cerca. Y exageran: “Para él hoy es Salario Básico Universal o muerte”. El dirigente de la UTEP siempre fue el aliado más incómodo del Frente de Todos, pero ahora ingresó en una fase mucho más combativa contra la Casa Rosada en reclamo de medidas para los sectores populares.

Grabois coquetea con romper con la coalición gobernante si Alberto Fernández no se corre del “plan Batakis”, de perfil ortodoxo. Pero no se corta solo. Por el contrario, se mueve convencido de haber persuadido a Cristina Kirchner de los beneficios del Salario Básico Universal y es con ese espaldarazo que apedrea al Presidente con reclamos callejeros.

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La vicepresidenta es hoy un centro de gravitación política y por su despacho vienen desfilando gremialistas, intendentes, gobernadores y economistas variopintos. Pero Grabois tiene una llegada a Cristina más directa que cualquiera de esos invitados de turno. “Hablan más de lo que se sabe”, dijo a LA NACION alguien muy cercano al líder del MTE.

Cristina y Grabois tuvieron un encuentro clave luego de que, en Avellaneda, ella criticara en muy duros términos a los movimientos sociales por la intermediación de los planes. Tras ese acto, el referente piquetero dialogó con la viicepresidenta y -a diferencia del Movimiento Evita, que salió a cruzarla en fuertes términos- suturó la herida que le habían provocado sus palabras . Además, buscó convencerla de los beneficios del Salario Básico Universal, que implicaría 1,8% del PBI en un momento de extremo ahogo fiscal para el Estado.

Tuvo aceptación. Así lo dejó ver Cristina en su acto posterior, en Ensenada: “Esto lo he charlado mucho con Juan. Creo que tenemos que también empezar a discutir la necesidad de un ingreso universal básico”, dijo la vicepresidenta. Mientras pronunciaba esas palabras, Martín Guzmán difundía su renuncia en Twitter. A ello sobrevino el fuerte tembladeral financiero y Cristina terminó avalando con su silencio los anuncios de Batakis, en donde la flamante ministra dijo que el Estado no va a gastar más de lo que tiene.

“Todo a consumo”

¿Cuál fue la idea que le transmitió Grabois a la vicepresidenta? “El Salario Básico Universal sería un piso de ingresos que bajaría a través de la Anses sin intermediación. Quienes hoy reciben un plan Potenciar Trabajo y no están encuadrados en cooperativas deberían migrar a este nuevo esquema , por lo que el Estado puede reorientar ese gasto. Y además se puede implementar de forma gradual, para garantizar la neutralidad fiscal. Se puede ir financiando con la quita de subsidios a las tarifas, que debería ser más pronunciada que lo que se anunció hasta ahora”, dijo una persona que conoce de cerca a Grabois. Y agregó: “Cristina siempre fue reticente a subir las tarifas porque cree que enfría la economía. Pero si reorientás esos fondos a los sectores de abajo, eso termina todo en consumo”.

La persuasión a Cristina no es un dato menor. Cuando los tres diputados del Frente Patria Grande -la pata legislativa aliada al MTE- presentaron en el Congreso el proyecto de Salario Básico Universal hubo figuras del kirchnerismo, como el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés “Cuervo” Larroque, y la senadora Juliana Di Tullio, que celebraron la iniciativa. Pero el texto no llevó a firma de diputados camporistas. En el sector de Grabois entienden que a Máximo Kirchner no le termina de convencer una iniciativa de ingresos universales , que podría entrar en colisión con una expectativa de pleno empleo.

De cara a 2023

Más allá de los reclamos que visibilizará hoy durante los cortes -aumento general de salario para empleados públicos, privados y jubilados; aguinaldo para el Potenciar Trabajo-, detrás de la protesta de Grabois hay un posicionamiento de cara al 2023. “Él ve que al final del día tiene que quedar en pie con su capital político y no puede atarse al ancla que está siendo el Gobierno”, deslizó un colaborador del MTE.

Así, mientras piensa en Cristina como candidata, Grabois también pone una ficha en la figura del ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, que desde hace varios veces camina la política y el círculo rojo como un presidenciable. De hecho, cada 15 días ambos se vienen mostrando juntos en distintas provincias del país. La última cita de la gira fue el viernes pasado, en Catamarca. El ministro faltó por un cuadro de Covid, pero se sintonizó por videoconferencia.

Wado de Pedro y Grabois en un bote mallonero correntino
Wado de Pedro y Grabois en un bote mallonero correntino

“Lo que busca el Frente Patria Grande es tener injerencia programática con el candidato que sea”, explicaron en el sector de Grabois. De Pedro viene elaborando desde hace más de un año un “Plan Federal de Desarrollo Productivo” con iniciativas de infraestructura para las provincias y el MTE pretende colarle a ese cuadernillo algunos capítulos de su propio proyecto, el “Plan de Desarrollo Humano Integral”, que alguna vez fue bautizado como “Plan Marshall criollo”.

¿Puede Grabois romper definitivamente con el Gobierno y retirar a sus tres diputados del interbloque oficialista? “Si no se toma ninguna medida para los sectores populares, puede ser”, dijo una persona de interlocución directa con Grabois. Pero advirtió: “No creemos que pase. No parece factible que el kirchnerismo pierda su capital político de esta manera”.

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