La cocina mexicana es ¡saludable!

Últimamente, todo parece estar patas arriba en el mundo de la nutrición. Por un lado, las grasas vuelven a ser consideradas beneficiosas -aunque con moderación- y se comienza a poner en tela de juicio las dietas hiperproteicas. En general, crece la conciencia por tratar de buscar un modelo de alimentación equilibrado, donde se pueda comer de todo en cantidades controladas. Por eso, que la nutricionista y ‘coach’ en temas de salud Maru Dávila se haya lanzado afirmando que la comida mexicana es “saludable” no nos suena ya totalmente extraño, aunque aún nos hace enarcar la ceja… un poquito.

La comida mexicana tiene potencial detox.
La comida mexicana tiene potencial detox.

Criada en México, Dávila asegura que, durante parte de su edad adulta, trató de alejarse de la comida mexicana con el objetivo de mantenerse “sana y delgada” aunque el efecto era precisamente el contrario. Tras estudiar nutrición comenzó a pensar que, para tener una pérdida de peso efectiva y dudarera, necesitaba “minimizar el nivel de toxinas que se acumulan diariamente dentro del cuerpo”. Y llegó a una conclusión sorprendente: para eso no hay nada mejor que la cocina mexicana.

¿De dónde salió esta conclusión de que no hay nada como el guacamole y los tacos para hacer un plan detox? Pues de los propios ingredientes empleados de manera habitual en la cocina mexicana como cilantro, cebolla, ajo, pimientos, limas, aguacates, comino… Además de estos ayudantes en la cuestión detox, Dávila señaló hacia otro alimento como un gran aliado para perder peso y ganar salud: los chiles picantes. Numerosos estudios avalan lo que dice Dávila, ya que, debido a su contenido en capsaicina, estimulan el gasto energético.

Eso sí, Dávila también explica que hay determinados alimentos en la dieta mexicana que son todo lo contrario a lo saludable y de los que coviene alejarse. En concreto, cita los dulces, los frijoles refritos, los sopes, las gorditas, etc. A continuación, plantea una propuesta de un menú saludable, desde el desayuno a la noche.

Cilantro, aceite de oliva, aguacate… el guacamole es saludable.
Cilantro, aceite de oliva, aguacate… el guacamole es saludable.

Para el desayuno: dos huevos fritos con frijoles (cocidos y no fritos) acompañados de verduras a la plancha aliñadas con aceite de oliva. Las verduras pueden ser tomates, chiles poblanos, ajo, cebolla o pimientos. Dávila anima incluso a acompañarlos de una salsa de tomate. “Este desayuno me da todo lo que necesito para comenzar el día como una campeona y mantenerme satisfecha hasta la hora del almuerzo”, explica.

Para el almuerzo: ceviche de pescado acompañado de una ración o dos de verduras de hoja verde como rúcola o espinaca. Guacamole (sin nachos, eso sí) y una ración de arroz integral cocinado al estilo mexicano con aceite de oliva virgen extra.

Para la merienda: “Solo en caso de tener hambre o si la cena es tardía”, explica. Las opciones que propone son una manzana cortada en gajos con mantequilla de almendra o un pudding de chia y vainilla con fresas y arándanos.

Para la cena: Pollo en salsa Tarascan (hecha con tomatillos y chipotle), sopa de cilantro y calabacín y una ensalada verde con tomates, aceite de oliva, limón y sal marina.

Para todos aquellos interesados en las posibilidades de la cocina mexicana como integrante de una dieta equilibrada, Maru Dávila publicó en 2016 un libro en el que ofrece dietas, recetas y toda la información necesaria. El volumen se titula ‘The Mexican Food Diet: Healthy eating that feels like cheating’.