La decisión de Harry y Meghan de alejarse de la familia real es un “regalo” para los republicanos, según un historiador australiano

La decisión del príncipe Harry y Meghan Markle de “alejarse” de la familia real es un “regalo” para los republicanos, según un historiador australiano.

A raíz de la decisión de la pareja de retirarse de la monarquía, Benjamin Jones, profesor de historia en la Universidad Central de Queensland, dijo que la medida fue “significativa” en cuanto al apoyo que necesita Australia para pasar de una monarquía constitucional a una república.

En el artículo publicado en The Conversation, Jones dijo que la popularidad de los príncipes Guillermo y Harry y sus familias era crucial para mantener un vínculo real entre Australia y Gran Bretaña.

Al describir a Harry como “uno de los miembros de la realeza más famosos” y “clave en la percepción que el público británico y australiano tiene de la familia real”, se refirió a cómo su carrera militar, sus meteduras de pata y su matrimonio con una actriz popular “lo habían convertido en un personaje querido por muchos”.

Al referirse a las dificultades que ha enfrentado la familia real en los últimos tiempos, incluida la relación del príncipe Andrés con Jeffrey Epstein, dijo: “En este contexto, la decisión de Harry y Meghan de alejarse, así como la percepción de que la familia real los ha tratado mal, en especial a Meghan, es un regalo para los republicanos”.

Sus comentarios se producen justo cuando el Movimiento Republicano Australiano acogió con beneplácito la decisión de la pareja, tuiteando: “Harry y Meghan dicen que quieren dejar la realeza, Australia también, así que hoy les ofrecimos membresía complementaria del Movimiento @AusRepublic”.

“Desafortunadamente, todavía no hemos tenido noticias suyas ... (¡no esperamos que suceda!).

Angela Wilson, coordinadora nacional del movimiento de mujeres, dijo: “Harry y Meghan están haciendo una declaración clara al transmitir la idea de que la monarquía ha pasado de moda.

“Harry y Meghan se independizarán y se mantendrán por su cuenta y es hora de que Australia haga lo mismo”.

Jones describió la “compleja” relación de Australia con la monarquía comparando la abdicación de Eduardo VIII en 1936 con la decisión de Harry y Meghan de alejarse de la realeza.

“A pesar del escándalo, nunca se ha propuesto seriamente que Australia corte sus lazos con la monarquía británica”, dijo.

“No obstante, se trata de una diferencia contextual clave para analizar la situación actual”.

Citó encuestas recientes sobre el futuro de Australia, incluida una encuesta de febrero de 2018 realizada por Research Now que encontró que el 52 % de las personas apoyaban a una república, el 25 % se mostraron inseguros y solo el 22 % apoyó a la monarquía.

Una encuesta de Newspoll realizada en noviembre de 2018, justo después de la gira de la pareja real, encontró que solo el 40 % apoyaba una república y el 48 % estaba en contra.

“Esta fue la primera vez desde 1999 que una encuesta encontró que más personas se oponían al cambio”, dijo.

Prosiguió: “Durante el siglo pasado la monarquía se transformó. Cuestiones como el divorcio y el mantrimonio con un estadounidense (ambas prohibidas para Eduardo VIII) han sido aceptadas gradualmente, aunque quizás de mala gana”.

Jones señaló que, si bien en un principio el tema de una república no guarda relación con las personalidades de la familia real, agregó: “Aún así, si Harry y Meghan son vistos como separados de la monarquía, o peor aún, víctimas de ella, su supervivencia a largo plazo está amenazada”.

Ellen Manning