La fibra, la gran pendiente en la dieta de los españoles

Aunque en España se nos llena la boca con la dieta mediterránea, hay una pequeña cuenta pendiente (pero no por ello menos importante) que no acabamos de abordar, es como la asignatura que siempre nos quedaba colgando en el colegio para septiembre… la fibra. Un todavía bajo consumo de frutas y verduras, unido a que los hidratos de carbono que se toman sean, sobre todo, refinados, contribuye a que la fibra tenga aún poco peso. Ahora, además, un estudio lo confirma.

La revista científica Nutrients ha publicado recientemente la investigación ‘Ingesta y
fuentes alimentarias de fibra en España: diferencias con respecto a la prevalencia de
exceso de peso y obesidad abdominal en adultos del estudio científico ANIBES’. Este
nuevo trabajo científico, coordinado por la Fundación Española de Nutrición (FEN), se
centra en el análisis de la relación entre la ingesta de fibra a lo largo de los diferentes
momentos del día, sus fuentes alimentarias y la problemática del exceso de peso
corporal y la obesidad abdominal en una muestra representativa de adultos en España
con edades comprendidas entre los 18 y los 64 años.

La media de ingesta de fibra fue de 12,5 ± 5,66 gramos por día en el total de la muestra del estudio, situándose muy por debajo de la ingesta adecuada establecida por la
Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) de 25 gramos por día. En el total de la muestra, la media de ingesta de fibra fue significativamente mayor en los individuos con peso normal (13,4 gramos por día), sin obesidad abdominal (13,5 gramos por día) y los que no tenían exceso de peso y/u obesidad abdominal (13,5 gramos por día). Por el contrario, esta ingesta fue menor en los individuos con sobrepeso (12,3 gramos por día), con obesidad general (11,8 gramos por día), con obesidad abdominal (12,0 gramos por día) o aquellos con exceso de peso y/u obesidad abdominal (12,2 gramos por día).

“Este estudio muestra una ingesta insuficiente de fibra entre la población adulta española, siendo las fuentes principales de fibra los granos y harinas, seguidos de las verduras y hortalizas, frutas y legumbres”, explica la profesora doctora Rosa María Ortega, directora
del Grupo de Investigación VALORNUT y Catedrática de Nutrición de la Universidad
Complutense de Madrid. “Además, podemos decir que se ha observado una asociación entre la ingesta de fibra y el exceso de peso corporal y la obesidad abdominal en el total de la muestra”, añade.

Un punto negro para ser la primera comida de la mañana. “Destaca el hecho de que la cantidad de fibra que se aporta en el momento del desayuno es muy baja (13,0% en el total de la cantidad ingerida del día) donde grupos de alimentos como los cereales y las frutas deberían estar incluidos. Además, el patrón de ingesta de fibra de las diferentes comidas del día varía según el sexo. Según Ortega, “la proporción de fibra de desayuno y
merienda fue mayor en las mujeres y solo fue más elevada en hombres en lo que se
refiere a la cena. Esto es probablemente debido a las diferencias en la elección de
alimentos realizadas por las personas en cada comida del día. Un mayor aporte de fibra
en el desayuno o merienda podría ayudar a reducir el apetito y la ingesta de alimentos
en las comidas posteriores. Aumentar la ingesta de alimentos ricos en fibra,
especialmente en algunas de las comidas diarias podría ayudar a mejorar la salud y el
control de peso de la población”.

Por comidas del día, en el desayuno falta un mayor consumo de frutas y cereales, que podrían paliar ese desequilibrio en la considerada la comida más importante del día. A la hora del almuerzo, sería importante optar por verduras e hidratos de carbono no refinados, así como por legumbres, que también pueden seguir consumiéndose en verano en forma de ensalada. Lo mismo ocurre en la cena, donde las verduras pueden convertirse en la base del plato que la persona vaya a tomar. Mientras la carne roja, el pan blanco y la pasta y el arroz no integrales sigan teniendo tanta presencia como tienen ahora, el problema de la fibra en la alimentación de la gran mayoría de los españoles no tendrá visos de solucionarse. Y seguirá siendo esa asignatura que nos queda para septiembre…