La fiesta underground más orgánica y original de Miami
“Welcome to Castaway, el lugar donde hacemos magia”, anuncian cada mes Kike Roldán y Atomyard a bombo y platillo en sus redes sociales de Castaway. Estos dos colombianos, dj y músico, respectivamente, desde hace más de una década, son los creadores de algo más que una fiesta, son los fundadores de una comunidad, un estilo distinto de pasarlo bien en una mega ciudad como Miami, donde es difícil salir sin fundir la billetera.
Comenzaron como suelen hacerlo estas cosas, sin una idea clara. Haciendo una fiesta por y para amigos: “lo cierto es que nos juntamos españoles, colombianos, franceses, venezolanos… Miami es bien diverso y el grupito creó esta magia para pasarlo bien entre nosotros”, dice Atom.
Y sí, el grupito creció, pero la idea se mantuvo: fiesta de día, al aire libre, rodeada de naturaleza, donde la música electrónica toma el control de los pies y el corazón de la gente. “Lo hemos hecho siempre por amor, por conectarnos con la naturaleza, para que la gente entienda que cuidarla es responsabilidad de todos, aquí nadie juzga, viene gente de todas las ciudades y siempre hay una gran armonía”, sostiene Kike.
Llama poderosamente la atención al comienzo del evento. Trabajo duro y del bueno. Cargan un barco con muchísimos equipos de sonido y se desplazan a la ‘Islita’. La decoración es imprescindible y nada más atracar, mientras los técnicos hacen su trabajo, otros tantos dan cariño el cariño oportuno al lugar. Limpian, decoran, instalan basuras, barren el suelo, colocan luces solares…
“Esto comenzó con un propósito: hacer fiestas para amigos y hoy se está convirtiendo en un movimiento, donde la principal mentalidad es cuidar lo nuestro. Preservamos esta playa porque amábamos la naturaleza. Es importante que la gente entienda que esta ‘Islita’ hay que dejarla siempre mejor de lo que estaba antes. Incluso, cuando termina la fiesta se queda gente limpiando y dando amor a este lugar.”, dice Juan Pablo, otro integrante del grupo.
Como espectador uno no pierde detalle. Una anécdota curiosa es la “lucha” con los cubanos y sus poderosas embarcaciones. Al llegar a la ‘Islita’ te pierdes entre una marea ruidosa de barcos que fanfarronean con sus estéreos. Reggaetón a todo trapo. Pero comienza Castaway. Unos desisten y se unen; otros, los más orgullosos, no tienen más remedio que irse con su música a otra parte o a otra isla.
Aproximadamente a las 12 pm, la fiesta underground más orgánica y original de Miami se pone en marcha. La gente llega como puede, barco, kayak, paddleboard… Un pequeño esfuerzo que tiene una gran recompensa: infinita diversión, sol, mar. Desde la mañana hasta el atardecer, escuchando la mejor música electrónica de la mano de los DJ locales: sabor 100% Miami.
Sin duda, Castaway es actualmente el evento más original y vanguardista de Miami en cuanto a este tipo de música se refiere. Una fiesta donde todo se comparte, al más puro estilo Burningman, y que ha conseguido que festivales de toda Florida, como el Okeechobee Music & Arts Festival, iii Points, y Wynwood Life Festival le reserven un lugar de honor.
Clubes o Castaways
En Miami, como en cualquier otra urbe, no faltan clubes. Esos lugares mastodónticos a los que la gente suele ir para escuchar su música favorita y para reunirse con amigos. Quizás, según vaya la noche, termines abandonando dicho local a altas horas de la madrugada y sin medio sueldo, tras haber tomado un par de cervezas o algún ‘shot’.
El dinero y el poder puede que sirvan para ganar siervos a la causa, para que la masa siga esas grandes luces, esos grandes eventos publicitados por todo lo alto. En Miami, en una ciudad donde la música electrónica es parte de la cultura de la ciudad, pasa lo mismo.
Te encuentras cómo los grandes clubes monopolizan todo, aprovechándose en cierta manera del impulso de un sentimiento, de las ganas de los fans por ver a su dj favorito o del trabajo de otros dj’s que no tienen tanto nombre. Se benefician de entradas con precios desorbitados, tragos a coste de oro, una cerveza puede costar fácil 18 dólares, un ‘cocktell’ (por así llamarlo porque es agua con un poco de licor) otro tanto.
Pero tener un club gigante no es siempre sinónimo de éxito. Además, la transformación de la música electro ha llevado a que la gente prefiera vivir un sábado al aire libre, con amigos, compartiendo todo y, sobre todo, hablando, riendo.
Si bien es cierto que estos clubes traen a los mejores dj del mundo y que los Castaways todavía no pueden competir contra estos gigantes, cada vez son más las personas que buscan otro tipo de ambientes. Un ambiente relajado, al aire libre, donde la edad no importa. Solo importa el buen rollo, las risas, la diversión. Pasarlo bien, que para eso estamos en este mundo.
Video y texto: Felipe Monforte
Edición: Pablo Frías