La importancia de una escuela incluyente para los niños con desorden del desarrollo

Texto: Karina González Fauerman

Las escuelas incluyentes ofrecen un modelo educativo con un programa que cubre a todos los alumnos con o sin necesidades especiales, en un ambiente de respeto y tolerancia. Encontrar una institución de este tipo a veces no resulta sencillo, como le pasó a Karla con su hijo Derek, quien tiene un desorden del desarrollo. Conoce su historia.

Las escuelas incluyentes fomentan la igualdad entre los compañeros. - Foto: kali9 /Getty Images

“Mamá y papá

Éstas eran las únicas palabras que Derek dijo hasta los dos años de edad. Después de ir a diferentes terapias de lenguaje en las que a Karla y a su esposo les aseguraban que la situación de su hijo era por flojera o por inmadurez, acudieron con un neurólogo quien le realizó estudios genéticos, de oídos y de sueño.

El tan esperado diagnóstico

“En un inicio nos dijeron que era autismo, diagnóstico que se modificó por las distintas pruebas que le realizaron conforme a su maduración. Hoy, a sus 8 años de edad, sabemos que tiene Trastorno de Comunicación Profundo (SPD, por sus siglas en inglés) con dificultades para aprender a hablar y a comprender el entorno”, le cuenta a Yahoo, Karla Sabio, mamá de Derek, quienes residen en México.

Con el diagnóstico correcto, comenzó la búsqueda de la escuela más adecuada para su pequeño. Los terapeutas le aconsejaron que Derek fuera a una institución regular para que se acostumbrara a pertenecer y a ser como los demás. Tras ocho intentos en distintos establecimientos escolares, la respuesta era la misma: “Éste no es el colegio para tu hijo”.

Karla no entendía por qué le contestaban de esa manera en sitios que se decían inclusivos. Hasta que finalmente encontró un lugar donde apoyan a Derek al 100%.

La escuela indicada para Derek

“Lo recibieron como un alumno más sin importar su condición. A sus compañeros les enseñan que todos tienen fortalezas y debilidades, sin tratarlo como alguien especial”, nos explica Karla y agrega: “Derek cuenta con el apoyo de una monitora quien le explica lo que la maestra enseña en clase. Debido a su hiperactividad y fácil pérdida de atención, lo sientan en el frente del salón, le dan masajes para controlar desajustes sensoriales o le permiten correr en el patio si está cansado”.

Derek fue el primer niño de inclusión en su escuela. Actualmente el 30% del alumnado de su colegio tiene alguna necesidad especial, como autismo o síndrome de Down. Hoy, continúa con sus terapias y ha dado pasos agigantados en su lenguaje e integración social.

¿Qué distingue a una escuela incluyente de las tradicionales?

Según el portal Inclusive Schools, las escuelas inclusivas se distinguen por:

-La enseñanza diferenciada. Crean oportunidades para que cada alumno aprenda de distintas maneras. Los profesores consideran amplias modalidades de aprendizaje (visual, auditiva o kinestésica) para diversificar la experiencia académica.

-Apoyos académicos. A través de grupos de estimulación flexible y clases particulares, los alumnos pueden cumplir los objetivos del plan académico.

-Respeto a la diversidad. Los alumnos con necesidades especiales solo pueden sentirse exitosos cuando forman parte de una comunidad escolar. Esto requiere de respeto sin importar sus habilidades.

-Uso efectivo de recursos. Evitan la segregación de alumnos con necesidades especiales y aprovechan al máximo tanto al personal docente, como al material de trabajo.

¿De qué forma crees que las escuelas incluyentes influyen para lograr una sociedad más tolerante?

Fuente consultada: entrevista a Karla Sabio, madre de Derek.

También te puede interesar:
Autoestima alta, vanguardista y pionera: 4 estrategias para que tu hija tenga estas aptitudes
Mentiras de los niños: te contamos cuándo dejarlas pasar y en qué momento preocuparse