La regla básica para 'evitar' el trastorno más diagnosticado

Niños, adolescentes y adultos sufrimos cada vez más eventos anormales como pesadillas, sonambulismo, falta de atención, hiperactividad e impulsividad. Aquí está la solución

Muchos adultos padecieron este trastorno en su infancia pero fueron diagnosticados de manera incorrecta (Este <a href="https://vimeo.com/99332413" rel="nofollow noopener" target="_blank" data-ylk="slk:video;elm:context_link;itc:0;sec:content-canvas" class="link ">video</a> aclara en qué consiste) con patologías como ansiedad, depresión o adicciones. Sin embargo, los médicos empiezan a llamar la atención sobre la incidencia de este trastorno en personas adultas. (Foto:Yahoo España Originales)

Poner etiquetas es inevitable; desde bien pequeños se nos somete a tal escrutinio que es difícil no encontrar algo ‘anormal’ o diferente que nos ponga en alerta. Este niño va a su aire, no para, no escucha… y enseguida nos preguntamos: “¿es normal que sea tan movido o será hiperactivo?”

Pediatras, padres y profesores se enfrentan a esta cuestión a menudo. La realidad es que el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDHA) es uno de los que más se diagnostica (sobre todo en la infancia). Sin embargo, todos -adultos y niños- vivimos acelerados, envueltos en una marea frenética de obligaciones y actividades continuas que ha cambiado nuestra percepción de las cosas, hasta tal punto que los factores ambientales (y no genéticos) pueden provocar conductas patológicas.

La <a href="https://es.vida-estilo.yahoo.com/el-peligro-que-acecha-a-los-jovenes-de-12-y-17-anos-y-como-puedes-protegerles-095051035.html" data-ylk="slk:adolescencia;elm:context_link;itc:0;sec:content-canvas;outcm:mb_qualified_link;_E:mb_qualified_link;ct:story;" class="link  yahoo-link">adolescencia</a> se ha complicado mucho con la <a href="https://es.vida-estilo.yahoo.com/compruebas-tu-movil-35-o-mas-veces-al-dia-pues-sufres-hipervigilancia-inquietud-y-temor-al-aislamiento-085554059.html" data-ylk="slk:hiperconectvidad;elm:context_link;itc:0;sec:content-canvas;outcm:mb_qualified_link;_E:mb_qualified_link;ct:story;" class="link  yahoo-link">hiperconectvidad</a> y las redes sociales. (Foto: Getty)

El descanso es uno de los factores determinantes en este tipo de trastornos. De hecho, dormir mal puede derivar en complicaciones endocrinas, metabólicas, psicológicas o psicomotoras, . Además, en los niños “puede verse alterado su desarrollo cognitivo o emocional, así como otros problemas como obesidad, hiperactividad, impulsividad o bajo rendimiento”, señala el neurólogo Carles Gaig, coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la SEN.

Aunque los trastornos del sueño afectan sobre todo a mujeres y personas mayores al mostrar una mayor dificultad para iniciar o mantenerlo, la frecuencia de estos episodios llega a ser incluso mayor entre los niños.

Por eso, desde la SEN recuerdan que un buen sueño es fundamental para un mejor rendimiento físico e intelectual, por lo que “el descanso debe ser de calidad y con una duración adecuada”.

A este respecto, el doctor Gaig afirma que los menores sufren más eventos anormales como pesadillas o sonambulismo y que terminan provocando hiperactividad y falta de atención o concentración.

Ante estas manifestaciones, fruto de un sueño de mala calidad, a las que se suman irritabilidad, nerviosismo, falta de control emocional y desajustes en el apetito o dolores de cabeza, la clave consiste en evitar los cambios bruscos de comportamiento.

“Es importante que los padres establezcan rutinas y horarios fijos para que los niños adquieran el hábito de acostarse a la misma hora, estén relajados y cuenten con un momento concreto del día para despertarse, además de tener un ambiente adecuado para dormir sin ruidos, juguetes ni luz”, añade el experto.

Enseñar a los hijos un <a href="https://es-us.deportes.yahoo.com/noticias/haces-esto-con-tu-bebe-064547277.html" data-ylk="slk:buen uso de la tecnología;elm:context_link;itc:0;sec:content-canvas;outcm:mb_qualified_link;_E:mb_qualified_link;ct:story;" class="link  yahoo-link">buen uso de la tecnología</a> incluye limitaciones y prohibiciones. Además, extremar las precauciones ayudará a evitar episodios de agresividad, hiperactividad, déficit de atención o mal humor: (Foto: Getty)

Para evitar estos problemas, los expertos de la SEN recomiedan una buena higiene del sueño a través de horarios regulares entre 9 y 10 horas para los más pequeños, siesta breve de 20-30 minutos, ejercicio físico por la mañana o tarde y evitar la cafeína, así como cualquier tipo de distracción lumínica por la noche, como la que genera una utilización abusiva de dispositivos móviles o tablets.

La actividad física contribuye a un mejor sueño de los niños y evita trastornos como insomnio, parasomnias o somnolencia diurna, desórdenes que padece el 25 por ciento de la población infantil española.

¿Fuiste un niño hiperactivo? ¿Tu hijo tiene el mismo problema? ¿Cómo has conseguido controlarlo?

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