La visita médica a domicilio, un recurso beneficioso para padres primerizos
Texto: Cintia Saporito
Si eres como tantísimos padres, puede que en alguna ocasión (¡o muchas!) te hayas encontrado entrando con apuro en una sala de emergencias, preocupado por la salud de tu recién nacido, ¡para hallar que lo que le sucedía era algo normal en un bebé! Ahora, sin embargo, los primerizos contarían con un recurso muy beneficioso para evitar este tipo de angustias: las visitas médicas regulares a domicilio. Conoce más.
Visitas a domicilio, aliadas de los nuevos padres
Los padres primerizos que cuentan de manera preventiva con visitas regulares de enfermeros y educadores en su domicilio, tenderían a usar menos los servicios médicos para sus bebés, fuera de las visitas de rutina al pediatra, durante el primer año de vida de sus pequeños.
Así lo encontró un estudio publicado en enero de este año en la revista Pediatrics, y del que participaron 244 cuidadores primarios de la salud, en Santa Fe, estado de Nuevo México.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores dividieron aleatoriamente a los padres primerizos que participaron del estudio, en dos grupos. Mientras que unos fueron incluidos en un programa en el que trabajadores de la salud y educadores los visitaban regularmente a domicilio, el resto no recibió ninguna ayuda adicional.
¿Qué encontraron?
Quienes contaron con la ayuda de profesionales en su domicilio tuvieron, según recopila el sitio Health Finder, del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos:
Un tercio menos probabilidades de llevar a sus bebés a la sala de emergencias;
41% menos chances de llevar 9 o más veces a sus pequeños al médico de atención primaria (se espera que solo se hagan 7 visitas de rutina durante el primer año del bebé, según las recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría).
Así, gracias a un modelo de visitas a domicilio que no solo incluya a madres primerizas en riesgo (como las de bajos recursos o adolescentes), sería posible reducir el uso de atención costosa durante el primer año de vida de un bebé.
Los signos de alerta para consultar al médico
Los recién nacidos pueden tener múltiples problemas médicos que, de no tratarse, podrían agravarse. ¡Pero no te alarmes! Estos indicios del sitio Healthy Children, de la Academia Americana de Pediatría, podrían ayudarte a detectarlos a tiempo:
Signos de deshidratación: mojar menos de 6 pañales al día, boca reseca, menos lágrimas al llorar, hundimiento de la fontanela (punto blando en la cabeza del bebé) y heces blandas, cuando la deshidratación es causada por diarrea.
Signos de infección: aumento o disminución de la temperatura; enrojecimiento, secreción y/o sangrado alrededor del cordón umbilical, ombligo o el prepucio circuncidado; succión débil durante el amamantamiento; falta de apetito; poco aumento de peso; llanto débil; y más irritabilidad.
Signos de ictericia: color amarillento en la piel y/o los ojos, después del cuarto día de vida.
Si tu bebé presenta alguno de estos síntomas o tienes dudas acerca de su salud, consulta al pediatra.
¿Cómo enfrentas la situación cuando tu bebé o hijo pequeño enferma?
@cintiasaporito
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