Las infecciones que podrías contraer por no limpiar bien tu móvil

Gastroenteritis, faringitis y otitis, entre otras infecciones comunes, estarían provocadas por las bacterias de los de los ‘smartphone’. Para no contagiarte debes respetar dos máximas: limpieza y buen uso

El móvil tiene siete veces más bacterias que el inodoro y lo tocamos unas 150 veces al día. (Foto: Getty)
El móvil tiene siete veces más bacterias que el inodoro y lo tocamos unas 150 veces al día. (Foto: Getty)

Las pantallas de los teléfonos móviles pueden contener hasta seis tipos diferentes de bacterias, incluidas las del género Streptococcus spp, que pueden causar infecciones diversas, como faringitis o neumonía.

Las bacterias más comunes son las del género Staphylococcus spp, que colonizan la piel y la mucosa nasal y que, en ocasiones, pueden producir enfermedades cutáneas como impétigo, celulitis o incluso otitis externa.

Esto no es algo del todo nuevo porque ya sabemos que existe la posibilidad de que las pantallas de los móviles contenga muchas más, hasta 30 veces más cantidad de bacterias que la tapa de un inodoro, según concluyó un estudio de la Universidad de Barcelona.

Aunque la probabilidad de transmisión de enfermedades es baja, los expertos indican que es importante la limpieza frecuente y desaconsejan dejar o pasar teléfonos entre personas. (Foto: Getty)
Aunque la probabilidad de transmisión de enfermedades es baja, los expertos indican que es importante la limpieza frecuente y desaconsejan dejar o pasar teléfonos entre personas. (Foto: Getty)

La higiene de manos es fundamental para evitar este tipo de infecciones, como explica Mikele Macho, de la Asociación de Microbiología y Salud (AMYS) y médico adjunto del Hospital Universitario de Basurto (Vizcaya).

También es bastante frecuente encontrar enterobacterias como Escherichia coli oSalmonella spp, que pueden causar enfermedades intestinales y extraintestinales importantes.

Otras bacterias como Klebsiella pneumoniae, Pseudomonas aeruginosao y Acinetobacter baumanii también están presentes en las pantallas de los teléfonos, y pueden ser causa de enfermedades infecciosas oportunistas en la población más susceptible.

En su gran mayoría son las mismas bacterias que tenemos en nuestra piel, boca, manos… Por tanto, “como son nuestras propias bacterias, en general es poco probable que resulten dañinas para nosotros mismos. Además, desinfectarlo de vez en cuando es suficiente para eliminarlas”, aclara Maite Muniesa, investigadora del Departamento de Microbiología del Hospital de Barcelona y autora del estudio.

Por otro lado, los expertos en Microbiología continúan investigando y realizando estudios para corroborar la evidencia de la transmisión de microorganismos a partir de dispositivos móviles. Según apunta Macho, estos también pueden actuar como trasmisores de hongos ambientales y de virus, como el de la gripe u otros virus respiratorios en época epidémica.

Los dispositivos móviles suelen tener una superficie lisa e irregular, y con frecuencia están protegidos con plástico, que generanichos donde puede acumularse la suciedad y el sudor. Asimismo, emiten calor, por lo que propician condiciones favorables para el desarrollo de microorganismos.

Otra vía de propagación de enfermedades infecciosas se genera al guardar el teléfono móvil en el bolsillo o en el bolso. Además, a menudo se deja el móvil en superficies que también pueden estar contaminadas por microorganismos.

Cómo evitarlo

Lavarse las manos con agua y jabón, aunque creamos que no están sucias es, según AMYS, la medida preventiva más sencilla y efectiva para evitar la transmisión de microorganismos a través de los teléfonos móviles.

Además, hay que intentar mantener limpio y desinfectado el dispositivo móvil. Para ello debe limpiarse de manera regular y rutinaria, al menos una vez al mes, empleando un paño de microfibra humedecido con alcohol y realizando movimientos circulares, y no olvides secarlo.

Deja el móvil siempre cara arriba al colocarlo sobre una superficie y evitar las zonas sucias o contaminadas como el lavabo o la encimera de la cocina; las bacterias pueden pasar a ella y, al acercarlo a tu cara, es posible que lleguen a tu organismo. Vigila a quién se lo dejas, sobre todo si se lo dejas a alguien que se encuentra enfermo. En ese caso es muy fácil que tú también te contagies.

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