Las pipas de agua y los e-cigars no te van a ayudar a dejar de fumar (ni reducen los daños)

Los expertos alertan de los peligros a los que se enfrenta el fumador ‘Dual’, un nuevo perfil de fumador que además de tabaco convencional fuma a través de estos nuevos dispositivos

(Foto: Getty/Janifest)
El consumo de e-cigars en jóvenes se ha asociado a más síntomas de bronquitis crónica. (Foto: Getty/Janifest)

Los e-cigarrillos y otras nuevas formas de fumar también son tan tóxicas y adictivas como el tabaco, y por tanto constituyen un factor de riesgo para desarrollar EPOC y asma.

Así lo ha advertido el doctor Juan Antonio Riesco, neumólogo del Hospital Universitario de Cáceres y miembro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) durante el 52 Congreso SEPAR 2019, celebrado en Santiago de Compostela.

La conclusión principal de este encuentro científico no deja lugar a dudas: las nuevas formas de fumar no son eficaces para ayudar a los fumadores abandonar este hábito nocivo ni tampoco son seguras.

Tal y como aseguran los especialistas “pueden favorecer la aparición de enfermedades respiratorias crónicas, como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), o el empeoramiento de las mismas en los pacientes que ya han sido diagnosticados de éstas”.

Actualmente, se sabe que el principal factor de riesgo para desarrollar EPOC es el consumo de tabaco. Esto sucede porque existen sustancias originadas durante los procesos de combustión y pirólisis que se producen al encender y consumir el cigarrillo, principalmente los radicales libres y otras sustancias químicas que conducen al desarrollo de fenómenos deestrés oxidativo”.

Los e-cigars y otros dispositivos como ENDS, IQOS, JUUL, las pipas de agua y la marihuana llevan sustancias químicas, como acroleína y acenafteno, al igual que el tabaco convencional. (Foto: Getty)
Los e-cigars y otros dispositivos como ENDS, IQOS, JUUL, las pipas de agua y la marihuana llevan sustancias químicas, como acroleína y acenafteno, al igual que el tabaco convencional. (Foto: Getty)

Estos, a su vez, dan lugar a la liberación de sustancias que favorecen el desarrollo de los mecanismos de inflamación y otros implicados en la etiopatogenia de la EPOC.

En los últimos años han aparecido nuevas formas de fumar:

  • Los cigarrillos electrónicos.

  • Los sistemas electrónicos de liberación de nicotina (ENDS, por sus siglas en inglés).

  • Los dispositivos IQOS o tabaco de baja combustión. I Quit Ordinary Smoking, lo que significa “Dejo de fumar tabaco convencional”.

  • Los JUUL (un nuevo dispositivo de vapeo).

  • Las pipas de agua electrónicas.

“Se está produciendo un importante cambio en las formas de fumar y, en los últimos años, se han incorporado los cigarrillos electrónicos de diferentes generaciones, los ENDS, los IQOS, el JULL, la marihuana -que origina un número importante de fumadores duales con tabaco convencional añadido- y las pipas de agua”, detalla el Dr. Riesco.

“Lo preocupante, apunta el experto es que existe cierta confusión social acerca del perfil de seguridad de estas nuevas formas de tabaquismo, ya que se intentan introducir como formas de fumar de “bajo riesgo” o incorporando los conceptos de “reducción de daños”.

Principales hallazgos de los estudios

Los estudios de investigación alertan sobre la producción de las mismas sustancias presentes en el tabaco convencional, particularmente en los estudios in vivo e in vitro y en modelos celulares experimentales, donde se observan que estas formas de fumar no son inocuas para la salud e incorporan sustancias químicas que producirán los mismos cambios observados en la EPOC.

Se detectan sustancias oxidantes y componentes químicos como la acroleína y el acenafteno, especialmente tóxicos para el pulmón. Además, en algunos estudios aparecen incluso en mayor cantidad que los detectados en el tabaco convencional.

Recientemente, se han publicado estudios observacionales en humanos que, utilizando modelos multivariables, sitúan a estas nuevas formas de fumar con un OR (riesgo relativo) para desarrollar EPOC similar al del tabaco convencional. Los estudios en jóvenes han demostrado que el consumo de e-cigars se asocia a una mayor producción de síntomas bronquiales (bronquitis crónica) con hiperreactividad bronquial.

Los estudios en EPOC (SPIROMICS y COPD-Gene) han revelado que los pacientes con EPOC con e-cigars no sólo no dejan de fumar, sino que, además, empeoran la severidad de su enfermedad con mayor pérdida de función pulmonar, aumento del riesgo de exacerbaciones y mayor frecuencia e intensidad de la sintomatología. Estos datos también se han observado en pacientes cardiovasculares (estudio E-Heart).

“En definitiva, con los datos de los estudios de investigación no sesgada e independiente podemos afirmar que las nuevas formas de fumar no son eficaces para ayudar a los fumadores a dejar de fumar ni tampoco son seguras, ya que pueden favorecer el desarrollo de asma o “o su empeoramiento en pacientes ya diagnosticados”, destaca el Dr. Riesco.

Por último, el experto aclara que estos dispositivos no influyen positivamente en la prevención y en la desnormalización de la conducta de fumar, sino al contrario, favorecen que algunos no fumadores se inicien en el consumo de estos productos. Por eso, “también debemos estar atentos a la aparición de un nuevo perfil de fumador llamado DUAL (consumo de tabaco clásico + alguna de las nuevas formas comentadas)”, concluye el experto.

¿Estás intentando dejar de fumar usando estos métodos?

También puede interesarte:

Por qué es tan importante dejar de fumar antes de quedarse embarazada

Cómo evitar la primera calada a niños y adolescentes

Lo que le pasará a tus hijos y nietos si fumas durante el embarazo

La prueba médica que deberías hacerte si eres fumador

Por qué ese cigarro te sienta mucho peor a ti que a tu novio

¿Qué 'glamuroso' hábito es tan tóxico y adictivo como el tabaco?