La liberación del ego: el remedio de Jim Carrey contra su profunda depresión
Jim Carrey se ha ganado la vida haciendo reír al mundo, repartiendo carcajadas y alegría a través de éxitos que lo catapultaron a la cima de Hollywood. Desde Dos tontos muy tontos a La máscara, pasando por Ace Ventura o Mentiroso compulsivo, así como su entrega dramática en grandes clásicos como El show de Truman u ¡Olvídate de mí!, resulta imposible pensar en él y no asociar su rostro con un recuerdo cinéfilo de risas contagiosas o la emoción del inolvidable final de Truman. Por una película u otra, Jim Carrey logró acomodarse en la memoria del mundo entre los años 90s y 2000s como el gran cómico de los gestos, mientras acumulaba una fortuna estimada en 180 millones de dólares.
Sin embargo, mientras los espectadores nos creíamos su imagen como personaje divertido de gesticulaciones exageradas, por detrás Jim Carrey vivía con la sombra de la depresión siendo medicado durante varios años. No obstante, a sus 60 recién cumplidos, hace tiempo que se liberó de ella.
Jim Carrey comenzó de la nada. Tuvo una adolescencia complicada a raíz del desempleo de sus padres, viviendo por un tiempo con su familia en una furgoneta y otro tiempo en una tienda de campaña hasta que su padre logró encontrar trabajo. Comenzó a hacer imitaciones frente al espejo a los 8 años para luego descubrir su interés por el humor por “desesperación”, como dijo a 60 Minutes en 2004. “Tenía una mamá enferma. Quería hacerla sentir mejor. Básicamente creo que estaba e la cama y tomaba muchas pastillas para el dolor. Solía entrar y hacer imitaciones y cosas raras, saltaba por las paredes y me tiraba por las escaleras solo para hacerla sentir mejor”. Sin embargo, la rabia contra el mundo por el desamparo familiar le hizo desarrollar la motivación de hacer lo que fuera por conseguir sus metas.
“La gente necesita motivación para hacer cualquier cosa. No creo que los seres humanos aprendan nada sin desesperación” dijo en la misma entrevista. Y así, a los 16, dejaba los estudios para comenzar a perseguir sus sueños en los clubs de comedia de Toronto. Y poco a poco fue ganando notoriedad con sus monólogos, impresiones y contorsionismo, mudándose a Hollywood en 1983. El éxito tardaría varios años en llegar aunque él visualizaba la meta trabajando y haciendo castings sin parar. Incluso llevaba en el bolsillo un cheque ficticio de $10 millones que él mismo se había escrito como método de visualización. Y ese fue el salario que finalmente cobró por Dos tontos muy tontos en 1994.
La fama repentina tocó a su puerta y con ella varias películas que lo catapultaron al estrellato internacional. Sin embargo, el hombre de las muecas, los gestos exagerados y las bromas constantes no era el Jim Carrey real, no en su totalidad. Sino que detrás había un ser humano medicado con el antidepresivo Prozac. Según contó él mismo en la entrevista de 2004 fue su realidad lejos de los focos durante varios años. “Estuve con Prozac durante un largo tiempo. Puede que me haya ayudado un poco, pero hay gente que lo toma para siempre. Yo tenía que dejarlo en cierto punto porque me di cuenta que todo, al final, estaba bien”.
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Contó entonces que se dio cuenta que “la vida es demasiado hermosa” y optó por dejar de tomar café para vivir “en el momento” sin estimulantes, ni alcohol ni drogas tampoco. A cambio optó por buscar su propio método, viviendo en el presente, reflexionando sobre su propia identidad y practicando meditación para finalmente dejar de dar importancia a las etiquetas materiales.
Aquella entrevista quedó en el pasado mientras solo perduraban los titulares sobre su problema con la depresión, sin embargo, años más tarde, otra visión de sus ideas tomó su lugar.
Muchos recordarán que en 2017 protagonizó varios titulares a raíz de una aparición pública que se hizo viral ante sus declaraciones aparentemente bizarras. Jim había asistido a la Semana de la Moda de Nueva York, prestándose a una entrevista con E! en la que dijo frases como “este no soy yo”, “[los humanos] no importamos”, “todo esto no tiene sentido” o “no creo en personalidades. No creo que tú existas” dirigiéndose a la entrevistadora para de repente ponerse a cantar.
Well, you definitely can't say that Jim Carrey gives a boring interview: "There is no me. There's just things happening." pic.twitter.com/HatQ6mHsKp
— E! News (@enews) September 10, 2017
Sus palabras se hicieron virales con muchos tachando a Jim Carrey de haber perdido sus cabales. Y es que, efectivamente, si vemos la entrevista en cuestión sin contexto, podemos llegar fácilmente a conclusiones juiciosas. No obstante, fue después de la viralidad del asunto que el actor aclaró sus palabras, revelando así el pensamiento que le ayudó a liberarse de sus sombras internas.
Después de aquella entrevista viral explicó en otro encuentro con prensa en el Festival de Toronto que su creencia es que, básicamente, la idea de conseguir éxito, reconocimiento y cumplir sueños al final, no son importantes. “Creo que tenía que convertirme en la idea de alguien famoso, conseguir todo lo que la gente sueña, lograr algunas cosas que parecen éxito para así llegar a renunciarlo. Mi atadura a todo eso fue parte de mi evolución. El ego es pasar la primera mitad de tu vida adquiriendo todo eso, y se ve genial tener un buen coche, buena ropa y hacer cosas que la gente admira, pero eso nunca puede llenarte, hacerte feliz. No es de dónde viene la felicidad”.
“He lidiado con depresión varios años y la gente sigue pensando que sigo haciéndolo, pero no es verdad. Ya no tengo depresión, ninguna. Tengo tristeza, alegría, júbilo, satisfacción y gratitud, pero todo eso es igual que el clima que gira alrededor del planeta. No se queda conmigo lo suficiente como para matarme, son solo ideas” sentenció.
Carrey cree que no existe la idea del ser, sino que cada persona es un conjunto de ideas que definen la identidad de las personas, como una nacionalidad, dónde crece cada uno, etc. Pero que la sensación de plenitud no es lo mismo que la importancia a las etiquetas individuales. “Para sentirse completo, debemos dejar ir el intentar mantener la imagen del ‘yo’” añadió haciendo referencia a las teorías del ego y la liberación de este, para dejar así de dar importancia a las exigencias superficiales personales y centrarse en vivir el momento.
El actor aseguró que 'el Jim Carrey público y famoso' es uno de sus muchos personajes. “Jim Carrey fue un personaje menos intencional porque creía que estaba creando algo que a la gente le iba a gustar, pero era un personaje. Interpretaba al tipo libre de preocupaciones para que la gente que me viera también lo estuviera” sentenció rompiendo la barrera que separa al mundo de las estrellas para revelar así que ese hombre de las risas y los gestos era una fachada, un regalo que hizo al mundo, lejos de su verdadera identidad. Debajo de las risas y apariencias de cómico sin descanso había un hombre con inquietudes, sombras y preguntas, que finalmente se liberó aunque muchos no lo comprendan.
“La diferencia entre depresión y tristeza es que la tristeza es una consecuencia de algo que haya ocurrido, como el luto, etc. La depresión es que tu cuerpo te dice ‘vete a la mierda, no quiero ser este personaje ya, no quiero cargar con este avatar que creaste para el mundo, es demasiado para mí” explicó. Y entonces hizo un juego de palabras que explican, según él, la depresión: “deberíamos pensar en depresión como ‘deep-rest’ -descanso profundo en inglés- porque tu cuerpo lo necesita para descansar del personaje que has estado interpretando”.
En resumen, se puede estar de acuerdo o no con Jim Carrey, pero en su caso el despojarse de etiquetas famosas sin miedo al qué dirán le han servido para vivir en el presente sin depresión. En los últimos años vive alejado de las alfombras rojas y ese rol de cómico de gestos exagerados. Así como se divierte haciendo de villano en Sonic (volviendo con secuela este mismo año), nos deja una serie maravillosa como Kidding (disponible en Movistar+). Y así como se aleja de la fama y la exposición de ese personaje mediático, comparte su visión con empatía a través de Twitter mientras se expresa con dibujos y frases inspiracionales.
“Cada ser humano es, en lo más mínimo, una obra maestra en necesidad de restauración. Que todos seamos amorosamente restaurados en 2022 y capaces de vernos mutuamente bajo una luz mejor” escribió como mensaje de buenos deseos para el nuevo año.
Every human being is, at the very least, a masterpiece in need of restoration. May we all be lovingly restored in 2022 and able to see each other in a better light. ;^} pic.twitter.com/PokShxOPR0
— Jim Carrey (@JimCarrey) December 31, 2021
Incluso Adriana Grande lo señaló como una de sus inspiraciones a la hora de batallar su propia depresión. La cantante lo celebró en redes sociales en 2019 utilizando el significado de Carrey de la depresión como vía para compartir con el mundo su propia lucha. El actor le respondió compartiéndole más enseñas y conceptos, “admirando su franqueza”.
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