Lily Allen aceptó su papel en el 'West End en '2:22 Una historia de fantasmas' por 'odio a sí misma'

La cantante de 'Smile', de 37 años, nunca había intentado actuar antes de aceptar el papel en el teatro londinense Noël Coward, pero aceptó el papel porque pensó que sería un fracaso y acabaría conformándose con que era un 'pedazo de mierda'.