Limpiar el chupete de tu bebé con tu saliva (no) es bueno

Aunque un estudio reciente lo ha confirmado, los pediatras desmienten que limpiar el chupete de tu bebé con tu saliva beneficie su salud y ayude a prevenir alergias

Pese a que un estudio reciente ha demostrado que chupando el chupete de sus hijos los padres transmiten microorganismos saludables a sus pequeños; expertos en salud infantil disienten. (Foto: iStock/Getty)
Pese a que un estudio reciente ha demostrado que chupando el chupete de sus hijos los padres transmiten microorganismos saludables a sus pequeños; expertos en salud infantil disienten. (Foto: iStock/Getty)

Existe la creencia de que limpiar con saliva el chupete de los bebés ayuda a reforzar el sistema inmunológico del recién nacido o que reduce el riesgo de que sufran alergias, asma o eccemas alérgicos.

Una teoría que ha ido cobrando fuerza en los último años y que ahora se ha ‘confirmado’. De hecho, la prensa nacional se ha hecho eco de un nuevo estudio realizado por el Henry Ford Health System (Detroit), que asegura que “puedes chupar el chupete cuando cae al suelo porque es bueno para su salud, previniendo las alergias y el asma”, según publica El País.

Cómo ayudar a mi hijo a dejar el chupete
Los pediatras se muestran de acuerdo es en la necesidad de extremar las medidas higiénicas durante el primer trimestre del bebé, sobre todo en los primeros 28 días de vida, cuando es más vulnerable a las infecciones. (Foto: Getty)

Sin embargo, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) lo desaconseja, y considera que, aunque ofrece información nueva e importante sobre los factores que influyen en la respuesta alérgica de un niño, no debe considerarse como un respaldo científico a esa práctica.

La investigación, presentada en la reunión del Colegio Americano de Alergias, Asma e Inmunología (ACAAI), ha revelado que los bebés cuyos padres limpiaron su chupete con saliva tenían un nivel más bajo de anticuerpos IgE,relacionados con el desarrollo de alergias y asma.

Eliane Abou-Jaoude, alergóloga de la Academia Americana de Alergias, Asma e Inmunología y autora principal del estudio, asegura que al chupar el chupete los progenitores podrían estar transmitiendo bacterias saludables de su saliva que afectarían al sistema inmunológico de sus hijos.

Esto se debe a que “los microbios a los que está expuesto el bebé en sus primeros meses de vida afectan directamente en el desarrollo de sus sistema inmune”, aclaran los investigadores.

Para demostrarlo, preguntaron a 128 madres qué método de estos tres usaban para limpiar el chupete de su hijo:

  • Esterilizándolo en agua hirviendo o en el lavavajillas,

  • Limpiándolo con agua y jabón,

  • O introduciéndoselo en la boca y chupándolo.

Según los resultados, 30 madres lo esterilizaron, 53 lo limpiaron con agua y jabón y nueve lo chuparon. Luego, los investigadores midieron los niveles del anticuerpo IgE al nacimiento de los bebés, a los seis meses de vida y a los 18. Según concluyen, los hijos cuyos padres chupaban su chupete tenían niveles más bajos de IgE entre los 10 y los 18 meses de edad.

No obstante, según publica el Huffingtonpost: “no está claro que esos niveles reducidos de IgE en los bebés se mantengan años después”, advierten los investigadores.

Por su parte, los pediatras no lo ven claro y se muestran contrarios a la ‘teoría higienista” que defiende este estudio y que vincula las tasas crecientes de enfermedades autoinmunes y alérgicas observadas en todo el mundo con la obsesión (relativa) de la sociedad con la limpieza, argumentando que “los niños que viven en granjas, ambientes más expuestos a parásitos, desarrollan menos alergias”. Es cierto que mantener un buen nivel de higiene ayuda a evitar que el bebé sufra infecciones es necesario, no debe convertirse en una obsesión.

De hecho, el contacto progresivo con los gérmenes contribuye a fortalecer su sistema inmunitario. Y la principal medida de higiene y la que mejor previene la transmisión de enfermedades es lavarse las manos siempre que se vayan a manipular sus utensilios y antes de darle de comer.

Por otro lado, y volviendo al estudio, los especialistas consideran que la muestra es muy pequeña (128 madres) y “que se desarrolla en demasiado poco tiempo para probar sus conclusiones”, apunta la doctora Mercedes Escarrer, presidenta de AEPap.

Asimismo defienden la idea de que “cuando nuestro cuerpo se defiende de bacterias y parásitos no se emplea en producir alergias, que no son más que una respuesta exagerada de nuestro sistema inmunológico”.

Escarrer aclara que no puede afirmar que las conclusiones de este estudio norteamericano sean erróneas, sino que se precisan investigaciones más contundentes para confirmar el poder inmunológico de la saliva materna para el bebé.

Además, esta investigación no habla de los riesgos que puede tener chupar ciertos gérmenes. Recoger un chupete del suelo de un centro comercial o un aeropuerto, y luego limpiarlo con la boca, podría hacer que los padres o el niño contrajesen alguna enfermedades contagiosa. Aunque este nuevo estudio ofrece información nueva e importante sobre los factores que influyen en la respuesta alérgica de un niño, no debe considerarse como un respaldo científico a esa práctica.

El Consejo General de Colegios de Dentistas apunta otro riesgo “muy elevado” de transmitir las bacterias causantes de la caries a través de la saliva. Por eso no se debe utilizar la cuchara del bebé para probar su comida, ni chupar el biberón o el chupete, ni besarle en los labios. Estos gestos son los principales causantes de caries en los pequeños.

En fin, esto es lo que hay. Habrá que profundizar en estos estudios antes de sacar una conclusión definitiva. Mientras tanto estos son los métodos de esterilización adecuados para sus biberones, tetinas, chupetes y mordedores:

• Hervido tradicional. EMételo en un cazo con agua (debe quedar cubierto) y déjalo durante 10-15 minutos. Sácalo con pinzas y ponlo a escurrir sobre papel de cocina.

• Eléctrico. El aparato esteriliza en 7-15 minutos (dependiendo del modelo). Se pueden dejar ahí.

• Microondas. Lo introduces en un recipiente apto durante 8 o I0 min. Déjalo enfriar antes de destaparlo.

• En frío. En cubeta o bolsa, con agua y una solución química (pastilla o líquido), durante 60 minutos Debes sacarlo con pinzas y escurrirlo sin aclarar.

Y tú, ¿utilizas alguno de estos métodos para limpiar el chupete de tu hijo o cuando se le cae al suelo te lo metes en la boca y se lo devuelves? ¿Sigues pensando que es una buena solución?

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