Anuncios

Lionel Messi hizo un golazo, le dio la victoria a PSG ante Toulouse por la Ligue 1 y se molestó con un neerlandés como en Qatar 2022

Lionel Messi anotó un gol, pegó dos tiros en los palos y aportó grandes pinceladas en ataque
Lionel Messi anotó un gol, pegó dos tiros en los palos y aportó grandes pinceladas en ataque - Créditos: @FRANCK FIFE

París Saint-Germain había perdido a mitad de semana a Kylian Mbappé, con una lesión en el muslo izquierdo a la altura del bíceps femoral que le demandará tres semanas de recuperación. Este sábado, en el inicio de otra fecha de la Liga de Francia, el equipo tampoco contaba con Neymar y Sergio Ramos, con contracturas que obligaron a no ser siquiera convocados, ni con Marco Verratti, suspendido. Y a los 20 minutos perdía con Toulouse por 1-0 y se había retirado llorando del campo Renato Sanches, con pronóstico de desgarro. Pero tiene a Messi. Y Lionel se puso el traje de súper héroe. Otra vez. Su golazo desde afuera del área le dio la victoria por 2-1, en un encuentro en el que si no se llevó la pelota a la casa fue porque otras dos intervenciones suyas dieron en el palo.

“Messi es un genio. Estoy muy feliz de que esté con nosotros y que siga motivado después de haberlo ganado todo. Y que siempre quiera más, ayudando al equipo”, dijo poco después de consumada la victoria el capitán Marquinhos. El brasileño disfruta el día a día al lado del rosarino, observa desde la defensa todo lo que hace Leo e, incluso, fue testigo privilegiado del zurdazo de oro que selló el triunfo: se tiró al piso para no obstaculizar el remate del argentino a los 13 minutos de la segunda etapa, cuando el número 10 que lleva la camiseta 30 del PSG apuntó desde afuera del área, puso la pelota junto a un palo y dio vuelta el marcador. Respiraron todos, sonrieron todos, se abrazaron todos. Y ahí estaba Messi para encontrar la llave a los problemas.

El golazo de Lionel Messi

“Tengo que organizar el equipo para suplir la ausencia combinada de Kylian y Ney. Todo será alrededor de Leo. Un poco como hicimos en Montpellier tras la salida de Kylian. Leo hará su partido en el sector de la cancha que prefiera. También depende de los jugadores que lo rodean y que van a sustituir a Mbappé y Neymar que eleven su nivel de juego, que aprovechen las oportunidades de jugar”, había señalado antes del juego el entrenador Christophe Galtier. Le respondió su as de espadas para otro éxito, jugando mucho por el centro. Parecía que lo habían dejado solo con tantas ausencias ante Toulouse y no le importó. Fue para adelante igual.

Y, por momentos, encontró un socio atípico en el ataque, aunque en la planilla compartiera la delantera con Hugo Ekitike. El marroquí Achraf Hakimi es lateral, pero juega de todo. Fue el autor del otro golazo, en la primera etapa, en una jugada individual en la que llevó el balón de la derecha hacia el centro y antes de llegar al área sacó un zapatazo que se metió junto a un palo. Enseguida tuvo cerca a Messi para el abrazo. Fue el empate parcial, cuando quedaban siete minutos para cerrar ese período.

El golazo de Hakimi

De la combinación entre ellos surgieron más posibilidades. El tanto de Lionel fue otra apilada de Hakimi, esta vez desde la izquierda y sacándose a cuatro rivales de encima en su ruta hacia el medio. Pero se le fue un poco larga la pelota y Messi, de frente al arco cerca de la medialuna del área, no dudó en resolverlo él. Un golazo. Y el africano, en su impulso, quedó junto a Lionel para darle otro abrazo. Había algo de alivio, además. Tres minutos antes, el marroquí había llegado en solitario al área por la derecha, Messi inventó los espacios y, de cachetada entre tres jugadores de Toulouse, lo puso en posición de gol, pero el número 2 resolvió apurado y mal.

Con la ventaja, PSG siguió buscando, con las genialidades de Messi y con el ímpetu de sus compañeros. Y Leo volvió a probar desde afuera. Encaró por el centro y antes de llegar al área lanzó un remate desde una posición muy cercana a la que anotó el 2-1. Esta vez, el disparo alto se fue apenas desviado, junto al palo derecho del arquero Maxime Dupé. Antes y después, el ruido metálico le negó los gritos al rosarino. Uno, inesperado, porque lanzó un córner cerrado desde la derecha, nadie tocó la pelota en el camino, se fue cerrando y dio en el vertical. El otro fue sobre la hora, luego de que armó un ataque por el centro, buscó perfilarse para la zurda al meterse en el área y cuando vio el espacio la cruzó suavemente. En ambos casos, los rebotes no pudieron ser aprovechados por sus compañeros: Danilo la tiró afuera, lanzándose al suelo, y Vitinha estrelló su definición contra el cuerpo del arquero.

El abrazo entre Achraf Hakimi y Lionel Messi, los goleadores que le dieron el triunfo a PSG sobre Toulouse por la Liga de Francia.
El abrazo entre Achraf Hakimi y Lionel Messi, los goleadores que le dieron el triunfo a PSG sobre Toulouse por la Liga de Francia. - Créditos: @FRANCK FIFE

Y como a este PSG desmantelado no le sobra nada, Gianluigi Donnarumma tuvo en el final mucho más trabajo que en casi todo el resto del juego. Con algunas estiradas, el italiano aportó lo suyo como para compensar la mala decisión en el gol del neerlandés Branco Van den Boomen, que había apelado a una picardía en un tiro libre pateando al sector que el arquero dejaba, pensando que la pelota iría a la otra punta. Quiso hacer lo mismo en la segunda etapa, pero Donnarumma había aprendido la lección.

Finalmente, el líder del torneo festejó el triunfo tras cuidar la pelota en un córner. PSG no perdió nunca cuando Messi anotó goles por el torneo francés. Esta temporada lleva 10 e igual número de asistencias. El 2-1 le permitió a PSG afianzarse en la punta del torneo, con 54 puntos, al cabo de 22 jornadas y tomar ocho de diferencia sobre Marsella, que este domingo recibirá a Niza y el miércoles próximo será su rival en los octavos de final de la Copa Francia.

Lo mejor del partido de PSG - Toulouse

Y para sostener el camino victorioso tuvo a Messi, listo para compensar las ausencias e, incluso, mostrarse en modo Mundial en otro aspecto: volvió a molestarse con un neerlandés. Aquel “Andá pa’ allá, bobo” dirigido a Wout Weghorst en el encuentro por los cuartos de final de Qatar 2022 tras doblegar en los penales a Países Bajos tuvo una versión más propia del juego con Van den Boomen, que lo pisó y lo enganchó en la mitad del campo hasta dejarlo en el suelo. “¡¿Qué hacés?!”, le recriminó el rosarino dos veces al levantarse, con una mueca de fastidio en el rostro y los dedos de una mano haciendo “montoncito”, el típico gesto argentino.

A los 35 años, con 786 goles marcados en su carrera, Leo no perdió la ambición después de levantar la Copa del Mundo. Y aunque Galtier les haya advertido a sus jugadores en más de una oportunidad en las últimas semanas que dejen atrás el Mundial y se concentren otra vez en el equipo, Messi no le hace caso: sigue enfocado como si estuviera en Qatar 2022. En todos los sentidos.