Lo que de verdad importa en el amor

¿Quieres que tu amor dure? Pues tienes que trabajarlo, hacer que tu capacidad de amar crezca y darte un tiempo de reflexión para saber cómo actuar ante los cambios y dificultades que se presentarán. ¡Toma nota!

Para cuidar tu relación hay que ser positivo,<a href="https://es.vida-estilo.yahoo.com/nunca-digas-esta-palabra-en-plena-discusi%C3%B3n-o-la-082454406.html" data-ylk="slk:limar asperezas;elm:context_link;itc:0;sec:content-canvas;outcm:mb_qualified_link;_E:mb_qualified_link;ct:story;" class="link  yahoo-link"> limar asperezas </a>cuando surjan y procurar tener alegría y sosiego. (Foto: Getty)

Cuando encontramos el amor casi todos intentamos que sea duradero y muchos sueñan con una unión conyugal profunda, donde primen la correspondencia de sentimientos y la voluntad de querer seguir enamorados.

Víctoria Cardona, especialista en orientación familiar, ha descubierto ‘La receta del amor en pareja’: “se trata de un tema vital para nuestra felicidad, el del amor entre dos personas. Un amor que intentamos que sea duradero por la unión conyugal profunda, la correspondencia de sentimientos y la voluntad de querer seguir enamorados aunque la sensación de «flotar» del enamoramiento no pueda ser continua. Un amor que queremos vivir remando juntos acompasadamente”.

Las claves del amor las encontramos, según Cardona, en las demostraciones de cariño, la entrega total con ternura y pasión, el respeto por la autonomía y promoción de la personalidad del cónyuge, la comunicación sincera y el buen humor ante las dificultades.

“Se puede conseguir ese amor que remando juntos acompasadamente y llevando a la práctica una serie de herramientas necesarias”, señala la autora.

Para que la cosa marche bien debes darle espacio a tu pareja, demostrarle tu amor y no recriminarle cosas constantemente. (Foto: Getty)
Para que la cosa marche bien debes darle espacio a tu pareja, demostrarle tu amor y no recriminarle cosas constantemente. (Foto: Getty)

La esencia del amor entre dos personas se asienta en la voluntad de querer que el vínculo afectivo que se crea a base del roce, de sentimientos y de la atracción mutua no se rompa, perdure y se renueve siempre. La mejor receta para ser feliz con nuestra pareja es poner todos los medios para conseguir que el amor se mantenga activo después de pasar la fase del enamoramiento que todo lo idealiza y lo sublima.

Es por ello, que son buenos ingredientes y medios para seguir con ilusión y para aprender a amar más y mejor:

  • La actitud positiva para resolver las dificultades que puedan surgir apoyándose uno en el otro.

  • La comunicación sincera con un diálogo que enriquece porque se habla y se escucha sin interferencias (con el móvil fuera del alcance), con la seguridad de saber que no hay nadie perfecto; por ello, pedimos “perdón” con un “me he equivocado” y volvemos a comenzar con un “gracias” ; así se consigue una convivencia más atractiva y serena.

  • La proyección. Tener unos valores similares y un proyecto de futuro común es importante.

Hijos, ¿unen o desunen?

Con la llegada del primer hijo se agranda la capacidad de amar. El bebé une porque despierta una ternura especial que se expande, reforzando la unión del matrimonio, siempre que se siga dando mucha importancia a los momentos íntimos y se incorpore el pequeño a la vida de familia, sin “aparcar” al marido o a la esposa.

La llegada de los hijos supone una nueva etapa emocionante que requiere adaptación y flexibilidad. (Foto: Getty)
La llegada de los hijos supone una nueva etapa emocionante que requiere adaptación y flexibilidad. (Foto: Getty)

Hay que procurar que la llegada del hijo no sea una carga aunque el tiempo de la crianza quite horas de sueño.“Nuevos retos en la organización de tareas que ayuden a la conciliación de trabajo y familia, deben ser previstos. Podremos contar con los abuelos (normalmente disponibles para suplir cuando haga falta) sin abusar de ellos, y sin que ellos (con buena voluntad) priven a la pareja de su autonomía y de la toma de sus decisiones”, señala Cardona.

Por supuesto, no todo el monte es orégano en el camino de la relación en pareja. Por muchos motivos puede haber rupturas. La vorágine de los tiempos en que vivimos provoca que más de un matrimonio naufrague. El amor se asienta en la reciprocidad de sentimientos y de voluntades encaminadas a hacerse felices mutuamente, lo cual exige alguna renuncia personal que, sin menoscabar la personalidad y la libertad de cada uno, se hace gustosamente para mantener reforzado y vivo el amor.

¿Por qué rompemos?

Una pareja puede romperse por muchas causas, especialmente por la infidelidad, que es un golpe muy duro para quien recibe esta deslealtad; por la falta de comunicación conyugal por no saber encontrar espacios tranquilos para cultivar la intimidad; por la rutina y el aburrimiento en la convivencia, los menosprecios, el querer dominar al cónyuge sin respetar su autonomía; y desde luego por la violencia y los malos tratos físicos y psicológicos.

A pesar de las rupturas que a menudo conocemos, debemos contemplar la aventura del amor en pareja con el convencimiento de que llegaremos y conservaremos la felicidad. Como en cualquier nuevo proyecto que empezamos, se requiere un aprendizaje. Cada día es una oportunidad para ser felices. La felicidad no se encuentra cuando se busca; la felicidad se encuentra cuando repartimos la que tenemos. Apreciamos en las buenas relaciones una repetición incansable de muestras de cariño, porque los que se aman siempre se dicen lo mismo con tonos y sentidos nuevos, un renovarse continuado de admiración y de ilusión hacia la persona que se ha elegido y una complicidad y reciprocidad para llegar a buen puerto con una vida compartida y feliz.

¿Tienes una relación estable o eres de los que no consigue superar la barrera de los tres años? ¿Qué haces para que la rutina no acabe con la pasión? ¿Habéis tenido hijos y ya no es lo mismo?

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