Los españoles y las cenas: resulta que no lo hacemos mal

Se nos acusa de ser el único país europeo que sigue empeñado en cenar mucho y demasiado tarde, pero no es cierto. Aquí tienes los datos

Con el reciente cambio de hora los expertos aconsejan adelantar la hora de la cena, lo cual ayudaría a reducir el riesgo de obesidad o diabetes: lo que favorece ir a la cama antes y, por lo tanto, dormir más horas. (Foto: Getty)
Con el reciente cambio de hora los expertos aconsejan adelantar la hora de la cena, lo cual ayudaría a reducir el riesgo de obesidad o diabetes: lo que favorece ir a la cama antes y, por lo tanto, dormir más horas. (Foto: Getty)

Las familias de hoy en día están más ocupadas que nunca; compatibilizar los trabajos con el cuidado de los niños y las tareas de la casa provoca que las jornadas sean cada vez más largas y las agendas estén repletas de actividades. Por eso se hace necesario encontrar un momento para compartir y conversar, que suele ser el de la cena, en el que padres e hijos comentan lo que han hecho durante el día. Así lo piensa el 57,9 por ciento de los españoles, frente al 22,3 por ciento que comparten mesa por
tradición familiar.

En España se cena tarde, cierto, pero cada vez menos. Además, nuestro horario laboral es el menos europeo del continente porque normalmente el horario de clausura en las oficinas y puestos de trabajo es también posterior al de otros países. En eso no hemos cambiado, pero según el estudio “Cenas en familia”, elaborado por la consultora independiente Toluna Analitycs para Bonduelle, parece que nuestras criticadas costumbres tienen su lado positivo.

Lo habitual en nuestro país es cenar entre las 20.00 y las 22.00 horas, dependiendo de la zona geográfica y del tipo de familia. (Foto: Getty)
Lo habitual en nuestro país es cenar entre las 20.00 y las 22.00 horas, dependiendo de la zona geográfica y del tipo de familia. (Foto: Getty)

El 95,7 por ciento de los españoles cena habitualmente en familia. La mayoría está de acuerdo en que es el mejor momento para transmitir valores y enseñar buenos hábitos alimenticios a sus hijos.

Por el contrario, los españoles que no cenan en familia, habitualmente, aducen razones
como la no coincidencia de horarios (56,8%) y la comodidad (20,45%).

Beneficios de las cenas en familia

Los españoles solemos conversar en torno a la mesa. Los estudios (76,9%), los planes previstos para el día siguiente (50%) o el trabajo (33,7%) son algunos de los temas habituales. También es frecuente cenar mientras vemos la tela (57,6%).

Por su parte, los expertos coinciden en que sentarse a la mesa todos juntos conlleva una serie de beneficios.

  • Favorece el vínculo familiar (68,5 por ciento).

  • Mejora las habilidades comunicativas y sociales de todos los miembros de la familia (36,7 por ciento).

  • Además, es una manera de fomentar una alimentación saludable (30,65 por ciento).

El estudio vincula las cenas en familia con hábitos alimenticios más saludables. Y es
que un 59,6 por ciento de los encuestados afirma que las verduras no pueden faltar en sus
cenas, seguidas de lácteos como queso y yogur (51,3 por ciento) y la fruta y el pescado,
47,9 por ciento y 36,2 por ciento respectivamente.

Aunque existe la creencia de que somos carnívoros en exceso, la mayoría hacemos cenas ligeras que incluyen verduras y lácteos. (Foto: Getty)
Aunque existe la creencia de que somos carnívoros en exceso, la mayoría hacemos cenas ligeras que incluyen verduras y lácteos. (Foto: Getty)

Por tanto la evidencia sugiere que los niños que cenan regularmente con sus padres siguen una dieta saludable y equilibrada. Aunque lo cierto es que el 60 por ciento de los padres españoles reconoce costarles que sus hijos cenen verdura. De hecho, casi un 40 por ciento procura incluirla en el menú de forma divertida para que se acostumbren. Mientras que más de un 20 por ciento aduce falta de recursos e inspiración para hacerles cambiar de opinión.

Por otro lado, cenar en familia ayuda a desarrollar una serie de hábitos y rutinas, asociados a este momento, en los niños. Lavarse las manos antes de cenar (casi un 75 por ciento) y ayudar a poner y quitar la mesa (un 65,4 por ciento) son las principales actividades que los niños relacionan con el momento de cenar. Le siguen lavarse los dientes después de cenar (63,6 por ciento) y reponer lo que haga falta en la mesa, como pan, agua o servilletas (25 por ciento).

En el momento de sentarse a la mesa los españoles parecemos tenerlo claro, un 81,5 por ciento de los encuestados reconoce establecer una serie de normas a la hora de cenar, frente al 18,5 por ciento que no lo considera necesario. Intentar que los niños mantengan una buena conducta en la cena no es fácil pero hay que intentarlo. El 73,3 por ciento de los encuestados considera como requisito fundamental dejar el móvil fuera de la mesa, seguido de los que abogan por no levantarse antes de terminar de cenar (63,1 por ciento), evitar los aparatos de música y las tablets (52,8 por ciento) y tener la televisión apagada (un 26,7 por ciento).

En lo que no coincimos tanto es en la hora de la cena: casi el 47 por ciento lo hace entre las 20 y las 21 horas y casi un 50 por ciento, entre las 21 y las 22 horas. En cambio, durante el fin de semana los horarios se relajan un poco: más del 60 por ciento cena entre las 21 h y las 22 horas.

¿Cómo se planifica el momento cena?
Aunque son la madre y el padre quienes participan más activamente en la elaboración
del menú, 75,8 por ciento y 50,5 por ciento respectivamente, lo cierto es que cada vez los niños están
más implicados en este proceso.

Un 23,9% de los encuestados afirma que sus hijos participan en la preparación de la cena. A la hora de preparar el menú la improvisación marca la pauta:

  • un 34,3 por ciento reconoce que improvisa sobre la marcha por falta de tiempo

  • un 29,1 por ciento afirma preparar la cena en función de lo inspirados que estén ese día.

  • El 20,6 por ciento que planifica las cenas semanalmente.

  • Un 16 por ciento reconoce que le gusta darle un toque diferente a las cenas para no aburrirse con los platos de siempre.

En cuanto a cómo se organiza la cena en los hogares españoles, un 72 por ciento opta por un plato y un postre frente al 19 por ciento que se decanta por un primer plato ligero, un segundo más contundente y un postre. Tan solo una pequeña minoría (9 por ciento) cena de picoteo.

Por norma general, la mayoría de los padres españoles (76,6 por ciento) reconoce que sus hijos, en general, no presentan problemas a la hora de cenar y se muestra conformes con la elección de sus progenitores. Fundamentalmente porque comen de todo (63,4 por ciento ) y porque saben que hay que comerse lo que se prepara cada noche (44,2 por ciento).

Los hijos que se quejan habitualmente del menú (23,4 por ciento) aducen razones como que prefieren comer pizza todos los días (53,4 por ciento) o que no les gusta la verdura (49 por ciento) o el pescado (39,7 por ciento).

De todas formas, los padres españoles recurren a ciertos trucos para evitar problemas
con la elección del menú:

  1. Procuran variar el menú y darle un toque divertido para captar el interés de los más pequeños.

  2. Deja que sean los niños los que decidan el menú una vez a la semana.

  3. Consideran que cocinar con ellos es la mejor manera de que no rechisten.

Para Bonduelle, la cena en familia es uno de los momentos más importantes del día. La marca es firme defensora de la idea de que reunirse en torno a la mesa es esencial para reforzar el vínculo afectivo y potenciar el desarrollo emocional, social y cognitivo de los niños.

¿Qué te parece el estudio? ¿Crees que cenar en familia favorece el vínculo y la alimentación saludable?

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