Los suplementos te pueden ayudar a no caer enfermo este otoño (siempre que comas bien)

Comer mal y arreglarlo con un arsenal de vitaminas no es la fórmula correcta


Para encontrarte bien y ayudar a tu organismo a adaptarse a los cambios que implica el cambio de estación tienes que prestar atención a lo que comes y no atiborrarte con complejos vitamínicos de forma indiscriminada.

Y es que con la llegada del otoño y el menor número de horas de luz “el organismo sufre una alteración de los ritmos circadianos y altera la producción de endorfinas, serotonina, melatonina y otras sustancias del sistema nervioso. Esto puede provocar una sensación de decaimiento físico e intelectual, así como cansancio”, nos explica el doctor Miguel Martín Almendros, coordinador del Grupo de Trabajo de Fitoterapia de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN).

Además, esta sensación suele ir acompañada de apatía, falta de energía y concentración, irritabilidad o incluso insomnio y pérdida de apetito.

Para hacer frente a estos síntomas es importante seguir una dieta rica en vitaminas y minerales, equilibrada y sana, que permita un buen funcionamiento del sistema inmunitario. Además, puede resultar conveniente hacer un aporte extra de vitaminas.

“Las frutas y verduras aportan una buena cantidad de vitaminas, minerales y antioxidantes que son imprescindibles para el buen funcionamiento del organismo en esta época del año”, indica Jesús Román, presidente del comité científico de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA).

Además, conviene realizar cinco ingestas diarias, y tener siempre presentes en nuestros platos los alimentos básicos de la dieta mediterránea: hortalizas cocinadas y crudas, pescado, legumbres, aceite de oliva virgen, frutos secos, etc.

En concreto, el experto señala algunas frutas y verduras de otoño que pueden resultar especialmente beneficiosas como las granadas o manzanas, las coles o la calabaza.

Asímismo, “quien no mantenga una dieta lo suficientemente variada y equilibrada, puede complementar su ingesta con suplementos vitamínicos siguiendo los consejos con su médico, farmacéutico o nutricionista”, añade.

Los concentrados de vitaminas y minerales procedentes de frutas y plantas garantizan una mayor biodisponibilidad, eficacia y asimilación que los compuestos de origen sintético.

“La ventaja de obtener las vitaminas de una fuente 100% vegetal como son estas frutas y plantas, es que conseguimos un complejo vitamínico sin excipientes ni aditivos, lo que permite dar respuesta a aquellas personas que huyen de lo químico, permitiendo su uso durante todo el año y sin riesgos con total seguridad”, explica Esmeralda Buendía, directora técnico de Laboratorios Arkopharma.

Otra ventaja es la mayor biodisponibilidad y asimilación de las vitaminas naturales. Además, destaca su eficacia y la ausencia de riesgo de sobre-dosificación, ya que “la dosis de este producto es suficiente para contribuir a las necesidades nutricionales como complemento alimenticio”, añade.

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