La lucha de Andie MacDowell para lucir sus canas con orgullo a los 63

Andie MacDowell credit:Bang Showbiz
Andie MacDowell credit:Bang Showbiz

Aunque la actriz de 63 años había lucido su 'nueva imagen' en varias apariciones televisivas vía videollamada que realizó durante el período de confinamiento, no fue hasta que pisó la alfombra roja del Festival de Cine de Cannes cuando el mundo entero descubrió que Andie MacDowell luce ahora su famosa melena con vetas blancas.

Su decisión de dejarse canas ha causado aún más revuelo porque se trata de la misma celebridad que durante años vendió tintes como parte de su trabajo como embajadora de la marca L'Oréal, recurriendo a la fascinación que han causado siempre sus rizos.

Al principio de la cuarentena, cuando le empezó a crecer el pelo y no tenía cerca a su batallón de estilistas habituales, los tres retoños de la intérprete le aseguraron que las canas le favorecían enormemente y ella empezó a darse cuenta de que el color de su cabello no se correspondía con la edad que refleja su rostro. El problema es que, con una nueva película a la vuelta de la esquina, su equipo de representantes era reacio a cualquier cambio.

"Conseguí un nuevo trabajo y tuve que decidir qué iba a hacer muy rápido. Mis mánagers me dijeron: 'No es el momento'. Y yo les respondí: 'Creo que sí lo es, creo que voy a ser más poderosa si acepto la etapa de mi vida en la que estoy'. Es ahora o nunca porque en dos años voy a tener 65. Si no lo hago ahora, no tendré la oportunidad de lucir mis canas'. Siempre había querido hacerlo", ha explicado Andie en una entrevista a Vogue.

Por suerte, ella decidió seguir adelante con la idea de convertirse en "la versión femenina de George Clooney" y, al margen de ciertas dudas puntuales, a día de hoy está encantada con su aspecto.

"Al principio era muy cautelosa porque no quería que nadie se enfadara, y traté de averiguar cómo podía ponerme pelucas para complacer a los demás. Pero una vez lo hice, me quedó claro que mis instintos eran correctos porque nunca me he sentido más poderosa. Me siento más honesta. Siento que no estoy fingiendo. Siento que estoy abrazando justo quien soy. Me siento realmente cómoda. Y en muchos sentidos, creo que es más llamativo en mi cara. Creo que me sienta bien".