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Luego de leer esto, no querrás que ninguna mosca se pose jamás en tu comida

Hallar una mosca en la sopa debe ser, por lejos, una de las situaciones más desagradables en la vida de cualquier comensal. Pero, según recientes deliberaciones científicas, que una mosca se pose en los alimentos, sería igual de contaminante a que aparezca flotando en el almuerzo.

El problema no es dónde se halle este insecto, sino la mosca en sí, pues sería un vehículo de patógenos muy peligroso con un modus operandi pasivo y silencioso.

Un plano muy cercano a una mosca doméstica. Foto: Barnaby Chambers/Getty Images
Un plano muy cercano a una mosca doméstica. Foto: Barnaby Chambers/Getty Images

Las moscas transportan más de 100 enfermedades y parásitos. La salmonella y la tuberculosis son algunos de los males que puede acarrear el contacto con estos insectos y la no prevención e higiene de los espacios que habitamos.

La mosca doméstica es una de las más peligrosas. Pues, si bien no pica, ni tampoco es portadora de veneno, sí transporta en sus patas y en su saliva todo aquello sobre lo que se posa. Ya sea basura, excrementos, materia orgánica en descomposición, suciedad u otros cientos de residuos posibles.

“¡Camarero, hay una mosca en mi sopa!”. Foto: DebbiSmirnoff/Getty Images
“¡Camarero, hay una mosca en mi sopa!”. Foto: DebbiSmirnoff/Getty Images

¿Por qué las moscas son transmisoras de enfermedades?

Según el entomólogo Jeff Scott, de la Universidad de Cornell, Estados Unidos, las moscas domésticas sirven de vehículo para cualquier microorganismo patógeno imaginable, aún los más desagradables y nocivos para la salud.

Como no tienen dientes, estos insectos se nutren de manera líquida. Esto significa que para poder comer, expelen y devuelven sobre su comida. Los componentes en su saliva y bilis son los que diluyen el alimento para poder digerirlo.

Y aquí lo peor, del mismo modo que se alimentan en el lugar en el que se posan, también evacúan sus excrementos allí. E incluso, si se trata de una mosca hembra, ésta puede dejar sus huevos en el lugar.

Un visitante indeseado se posa en una hamburguesa. Foto: NikiLitov/Getty Images
Un visitante indeseado se posa en una hamburguesa. Foto: NikiLitov/Getty Images

Los especialistas explican que estos insectos en su edad madura pueden ser transmisores de más de 100 enfermedades y de distintos parásitos. Pero, ¿hay que descartar la comida sobre la que una mosca se ha posado?

Según el entomólogo Cameron Webb, de la misma Universidad, no es necesario desechar comida que ha estado en contacto con moscas. Pues, en la mayoría de los casos, es casi inexistente la posibilidad de que en un tiempo de exposición tan corto, la mosca llegue a contaminar el alimento para lograr que una persona caiga enferma.

Sin embargo, indicó que tampoco hay que ignorar las advertencias, pues cuanto más tiempo pase la mosca posada en la comida, más aumentarán los riesgos para la salud.

¿Qué te han parecido estos datos? ¿Cómo cuidas a tu familia de las moscas? Envíanos tus comentarios.

@laraenlatierra

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