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“Madre” de Adriana Barraza o la necesidad de encontrar a su hijo o su hija desaparecido

El drama de las Madres Buscadoras bastaría para armar cien historias. Son mexicanas que se unen en grupos y recorren el desierto cavando en busca de los restos de sus hijos desaparecidos. Ahora, su tragedia viene a ser el punto de partida de un monólogo que escenifica el amor incondicional y la abnegación de las madres en los huesos de un personaje milenario.

Lo escenifica una actriz que no quería ser actriz; que es maestra de actuación y tiene su propia academia, Adriana Barraza Acting Studio, pero no se deja llevar por Stanislavski.

En México, “las Madres Buscadoras se van en camionetas al desierto especialmente, con sus propios recursos, con palos, y el palo es bien importante para mi personaje, porque entierran esos palos en el suelo del desierto y si al sacarlo tiene olor, ahí hay un cadáver”, explica Adriana Barraza.
En México, “las Madres Buscadoras se van en camionetas al desierto especialmente, con sus propios recursos, con palos, y el palo es bien importante para mi personaje, porque entierran esos palos en el suelo del desierto y si al sacarlo tiene olor, ahí hay un cadáver”, explica Adriana Barraza.

Por supuesto, la obra se llama “Madre”, y nació por el interés de Barraza en festejar sus raíces en el teatro al cumplir medio siglo de carrera artística. El estreno mundial será este viernes 24 de marzo a las 8:00 de la noche en el Black Box Theater del Miami Dade County Auditorium.

Al principio “hice teatro durante 15 años, después entré a la televisión y el cine”, cuenta Barraza. “Así como al cumplirse 40 años hice un monólogo para festejarlos, en estos 50 –que en realidad son 52— lo primero que pensé fue en hablar de México, específicamente de las mujeres. El tema de las Madres Buscadoras, igual que las madres y las abuelas de la Plaza de Mayo y las madres de Cuba, siempre ha sido para mi muy conmovedor; un tema que me une, que me empatiza con ellas, y quise visibilizar el asunto”.

Nominada al Oscar y al Globo de Oro en el 2006 como mejor actriz de reparto por su trabajo en “Babel”, de Alejandro González Iñárritu, Barraza asegura que esas madres son mujeres desprovistas de ayuda, en México especialmente.

Arsenio Díaz con la cítara.
Arsenio Díaz con la cítara.

“Muchas personas me decían que era un tema muy triste, que no lo tomara, porque era algo muy duro”, confiesa. “Y me dije: bueno, si a los 50 años de carrera no puedo tomar el tema que yo quiera, pues… ¿de qué? Una comedia sería como absurdo. Y entonces gracias a, más que amistad, mi hermandad con Neher Jacqueline Briceño, a su calidad como escritora, como directora y como actriz, y también gracias a Melissa Messulam, porque conozco y admiro Conecta Miami Arts… ellas me dijeron: lo hacemos”.

Dice que las tres mujeres y el esposo de ella, Arnaldo Pipke, decidieron entonces abordar el tema, y que a Briceño -quien además de escribirlo se ha encargado de la puesta en escena- se le ocurrió hacerlo con un enfoque ancestral. Le pregunto a Briceño cómo pudo arreglárselas para que las Madres Buscadoras de México fueran solo una inspiración y no se tragaran la obra.

Michael Gil, intérprete de varios instrumentos musicales.
Michael Gil, intérprete de varios instrumentos musicales.

“Es precisamente la fortaleza de esas mujeres que no se detienen lo que me llevó a crear una heroína atemporal, como es de atemporal el dolor de una madre por la desaparición de un hijo”, dice la autora y directora. En una travesía de siglos que no se ve, solo se sugiere; el personaje logra colarse en la morada de los muertos, segura de encontrar allí a su hijo, añade.

“Lo que más he tratado de cuidar, con un tema tan delicado como este, es el de no caer precisamente en una denuncia política y darle al personaje la mayor humanidad posible”, explica Briceño. Según Barraza, el propósito era que, en vez de limitarse a un tiempo y a un espacio, esa Madre fuera universal y atemporal.

Aunque ella habla de asfalto y de comisarías, el lugar donde está tiene mucho más que ver con los griegos, anticipa Barraza. Dice también que el trabajo con la organización Conecta Miami Arts ha propiciado que el montaje incluya tres bailarines y dos músicos en vivo en escena.

“Son fantásticos; no podría yo estar más agradecida, más feliz de contar con todos estos profesionales para arroparme en el monólogo”, comenta Barraza. En medio de las conversaciones sobre su carrera, el texto y el montaje que estrena el viernes, no puedo dejar de seguir pensando en las Madres Buscadoras y le ruego que hable un poco más de ellas.

“Me decían que era un tema muy triste, que no lo tomara, y me dije: bueno, si a los 50 años de carrera no puedo tomar el tema que yo quiera…”, cuenta la actriz.
“Me decían que era un tema muy triste, que no lo tomara, y me dije: bueno, si a los 50 años de carrera no puedo tomar el tema que yo quiera…”, cuenta la actriz.

“Hay grupos en toda la república de México porque no las ayudaban a buscar a sus hijos”, amplía Barraza. “Se van en camionetas al desierto especialmente, con sus propios recursos, con palos, y el palo es bien importante para mi personaje, porque entierran esos palos en el suelo del desierto y si al sacarlo tiene olor, ahí hay un cadáver”.

Van solas, además de esos palos llevan picos y palas, y así han encontrado fosas de cientos de cadáveres, relata Barraza.

“Desafortunadamente, desde hace muchos años en México estas mujeres se han visto en la necesidad de tomar en sus manos la búsqueda de los cuerpos de sus hijos”, agrega. Que la autora haya podido usar referencias como esta sin limitar la obra al caso único de las Madres Buscadoras parece un reto demasiado grande, le digo a Barraza. “Eso es solo posible gracias a su gran talento”, responde. “Jackie [Briceño] es sumamente talentosa; su trabajo tiene una profundidad tal que puede llegar a lugares donde uno siempre se sorprende”.

¿Cuál es el mayor desafío para Adriana Barraza en este montaje?

“El desafío principal es hacer teatro, así, punto”, responde. “El teatro es muy diferente a la televisión o al cine; requiere de muchísimo tiempo, fuerza física, memorización, encontrar el personaje para profundizarle de verdad. Al cabo de 52 años confirmo que el teatro, además de ser la base y justamente porque es la base de la actuación, es sumamente difícil, es duro, requiere todo de ti: tu cuerpo, tu energía, tu alma, tu pasión. El reto es llevar este personaje, a través de las manos de Jackie [Briceño, la autora y directora], a un lugar que sea sumamente creíble, conmovedor y concerniente al espectador”.

Los bailarines y los músicos “son fantásticos; no podría yo estar más agradecida, más feliz de contar con todos estos profesionales para arroparme en el monólogo”, asegura Barraza.
Los bailarines y los músicos “son fantásticos; no podría yo estar más agradecida, más feliz de contar con todos estos profesionales para arroparme en el monólogo”, asegura Barraza.

La Madre está hablando todo el tiempo de la necesidad de encontrar a su hijo o su hija; de lo contrario, dice Barraza, no es posible cerrar el duelo.

“Será un luto eterno, una situación terrible”, subraya. “Aunque este personaje específicamente busca a su hijo varón, hace referencia a lo que ha sido ella en conjunto con otras madres. ‘En cualquier ciudad, en cualquier país, en cualquier rincón, hay una madre que pide justicia’, dice el personaje”.

Barraza no olvida su primera clase de teatro. Y no la olvida porque ella no quería estudiar teatro.

“Estaba en la Preparatoria a los 15 años y, por obligación, tenía que tomar una actividad”, recuerda. “Las opciones eran ballet clásico, basquetbol o teatro, y yo corrí a ballet clásico, porque desde que vi el Ballet Bolshoi a los ocho años siempre quise ser bailarina. Eso es algo que se quedó en mi corazón para siempre. Entonces, como ya no había cupo en ballet clásico, tuve que elegir entre basquetbol y teatro… y bueno, pues teatro”.

A su vez, no olvida la sorpresa que se llevó en su primera clase, y de hecho recuerda los ejercicios que hizo aquel día.

“Lo más importante es que me di cuenta en aquella primera clase, siendo una adolescente de 15 años… me gustaba mucho lo que estaba haciendo: me decían que estaba bien, entonces me sentí muy contenta de que me dijeran que estaba haciendo algo bien, y también me di cuenta de que allí había muchos otros jovencitos que, como yo, estaban buscando algo y, lo más importante, tratar de ser quien no eras tú: tratar de imaginar que tú eras otra persona y que te podían pasar otras cosas. No hay nada más determinante en mi carrera que aquel día”.

Su madre había muerto cuando ella tenía 12 años y la situación en su casa con su padre “era muy complicada: un señor muy violento, pasaron cosas muy duras viviendo con él”, confiesa Barraza. Pero nada de eso jugó un papel ahora en la construcción del personaje de la Madre.

Para celebrar su medio siglo de carrera artística, la actriz Adriana Barraza estrena este viernes el monólogo de Neher Jacqueline Briceño “Madre” en el Black Box del Miami Dade County Auditorium.
Para celebrar su medio siglo de carrera artística, la actriz Adriana Barraza estrena este viernes el monólogo de Neher Jacqueline Briceño “Madre” en el Black Box del Miami Dade County Auditorium.

“No soy stanislavskiana, no utilizo las vivencias mías específicas para nada en mi trabajo; ni siquiera lo hacía de jovencita cuando estudiábamos a Stanislavski: yo fingía realmente”, confiesa. “Y no tenía ganas de utilizar mis propias vivencias porque más adelante, en una obra de teatro, dije: bueno, las voy a usar. Y fue tan doloroso y tan inútil que no me sirvió. Más bien me voy por lo que dice Terry Schreiber, quien reúne las lecciones de varios maestros y habla del conocimiento del corazón humano”.

Barraza recomienda a sus alumnos servirse sólo de las enseñanzas del Stanislavski de la primera etapa, “porque la segunda etapa es otra cosa, son las acciones físicas; o bien el método, que también es otra cosa”, dice.

“Para entrar en la fantasía de mi personaje no voy por un episodio específico, sino por el conocimiento que ya está físicamente impreso dentro de mí”, explica; “recurro a ese conocimiento y así entro en la fantasía prestando al personaje la emotividad de mi cuerpo”.

El estreno mundial de “Madre”, con la actriz Adriana Barraza, viernes 24 y sábado 25 de marzo, 8 p.m., y domingo 26 de marzo, 5 p.m., Black Box Theater, Miami Dade County Auditorium. Las entradas ($23) pueden adquirirse en https://www.miamidadecountyauditorium.org/event/madre-by-conecta-miami-arts-2023/all/

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