Madrugar protege del cáncer de mama, ¿seguro?

Un estudio presentado en el Instituto Nacional de Investigación del Cáncer ha aportado un dato sorprendente: las mujeres que se levantan temprano tienen menos riesgo de padecer cáncer de mama. Esa afirmación era recogida por los medios de comunicación y aportaba confusión sobre si el estudio aseguraba que había una influencia directa entre los patrones de sueño y la incidencia de este tipo de cáncer.

Las mujeres que son naturalmente madrugadoras tienen un menor riesgo de desarrollar cáncer de mama que quienes prefieren un horario vespertino o trasnochador, así quedaba resumido el estudio liderado por la doctora Rebecca Richmond, investigadora en el Programa de Investigación sobre el Cáncer de Reino Unido y la Unidad de Epidemiología de la Universidad de Bristol.

Los medios de comunicación se han hecho eco de un estudio afirmando que madrugar reduce la incidencia del cáncer de mama, pero, en realidad, no existe una causa-efecto entre ambas cosas. (Créditos: Getty Images)
Los medios de comunicación se han hecho eco de un estudio afirmando que madrugar reduce la incidencia del cáncer de mama, pero, en realidad, no existe una causa-efecto entre ambas cosas. (Créditos: Getty Images)

En este trabajo se recogieron las preferencias diurnas o nocturnas de más de 180 mil mujeres. Una de cada 100 mujeres que se consideraban a sí mismas madrugadoras desarrollaba cáncer de mama, en comparación con dos de cada 100 mujeres que se describían como personas nocturnas.
También se analizaron las variantes genéticas relacionadas con el hecho de que alguien sea una persona diurna o nocturna en más de 220 mil mujeres para averiguar si éstas podrían ayudar a descubrir un vínculo causal con el cáncer de mama.

El estudio llamado “Investigando la relación causal entre los hábitos de sueño y el riesgo de cáncer de mama” manejaba cuestionarios, datos genéticos y estadísticos. En las encuestas se preguntaba por los hábitos o preferencias de sueño y por las horas que dormían al día. Además, se usaron datos genéticos centrados en los parámetros que se han relacionado con el cronotipo, que supuestamente controla nuestros hábitos de sueño. Con todo ello se llegó a la conclusión de que había una menor incidencia del cáncer de mama en las mujeres más madrugadoras.

Sí que es una recomendación general que se mantengan hábitos de vida saludables: comer bien, hacer ejercicio, dormir suficiente y disfrutar de la luz del día. (créditos: Getty images)
Sí que es una recomendación general que se mantengan hábitos de vida saludables: comer bien, hacer ejercicio, dormir suficiente y disfrutar de la luz del día. (créditos: Getty images)

Los más críticos con el estudio defienden que puede haber una correlación pero no una causalidad. Hay distintas dudas que vienen marcadas por el enfoque de la investigación y cómo se relacionan los datos en ella. ¿El gen que nos hace más madrugadores está relacionado con el cáncer de mama en sí mismo? ¿Estamos hablando de preferencias en los hábitos de sueño o de patrones que vienen marcados por la genética? ¿Se observó si esas mujeres tenían algo más en común o sólo se les preguntó por el sueño? En los titulares que se dan en los medios de comunicación se simplifica hasta dar como un hecho probado: si madrugas tienes menos posibilidades de sufrir cáncer de mama. Pero nada es tan simple.

Lo que sí parece probado es que los hábitos de vida saludables reducen las posibilidades de sufrir cualquier tipo de cáncer, eso sin contar con la predisposición genética. Y dentro de esos hábitos está el respetar las horas de sueño y exponernos a la luz solar. Por lo tanto, no es necesario que pongas tu despertador todos los días a las cinco de la mañana para madrugar todo lo posible, bastaría con que durmieras lo necesario, de noche, y disfrutaras de paseos al aire libre. Como siempre lo mejor es usar el sentido común, el día está para permanecer activo y la noche para descansar.

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