Maia Reficco, la estrella de Nickelodeon que borró su historial para empezar de nuevo

En Maia Reficco conviven dualidades, pero siempre se impone su "anárquica interna", ese lado suyo que sostiene que "la revolución tiene que suceder y va a ser extrema o no va a ser". Sabe que del otro lado hay alguien escuchando lo que tiene para decir y eso es lo que la lleva a querer aprovechar esos espacios para militar sus ideologías, ahora también como cantante. "Como mujer, viviendo en una sociedad patriarcal como la que vivimos, me interpela muchísimo lo que pasa y no puedo callarme las cosas que siento que son necesarias hablar".

Si bien nació en Estados Unidos y ya tiene un camino hecho en el país norteamericano, dado que trabaja con Creative Artists Agency (CAA), la misma agencia que guió la carrera de estrellas como Meryl Streep, Oprah Winfrey, Jennifer Aniston, Miley Cyrus y Nicole Kidman, Maia sueña con desarrollar su música en la Argentina. "Lo que más moldeó la forma en la que pienso fue la comunidad latina, y mi formación como persona, que la tuve en la Argentina. Lo que tengo para contar es inmediato y quiero conectar con la gente desde ese lado".

La artista -que interpretó a Evita en Broadway y protagonizó la tira infanto-juvenil Kally's Mashup, por Nickelodeon- se lanzó como cantante con "Tuya", una canción con una fuerte impronta feminista en la que habita otra dualidad: lo urbano y lo melódico. "Este tema abre un nuevo camino que estoy empezando", dice a LA NACION. Y agrega: "Nunca quise hacer algo que sea como la cajita de lo que vende, sino que busqué qué quería cantar".

Entiende que descubrir ese sonido, con el que se siente identificada, le marcó el norte desde el que empezar a crear el EP con el que se irá presentando, single a single, en la industria. "Yo por mí te saco todo mañana, pero me retan", bromea, fiel a su autenticidad y sus ganas de salir "ya" a la escena. Maia celebra la unicidad en el sonido del álbum, que incluirá una canción -con un estilo más cercano al trap- que hizo en Los Ángeles, junto al productor Andrés Torres y a Mauricio Rengifo, del dúo Cali y El Dandee.

"El sonido de mi música es una mezcla entre lo que siempre escuché y lo que siempre canté. Combina R&B con lo urbano, porque 'siempre' escuché a Bad Bunny y a Cazzu, pero cantaba Aretha Franklin", describe. Además, cuenta que algo que es transversal a todas sus canciones es que cuentan una historia suya. "Cuánto más auténtico y visceral, más me mueve y creo que es un ciclo vicioso. Trato de conmover a la gente que me escucha".

Así fue aquel día de mayo del año pasado cuando compuso "Tuya", junto a Lucas Biren e Iberê Maravalha Fortes. La joven de 20 años estalló en llanto al contarles ese capítulo de su vida y las razones detrás de su descargo, que después se imprimieron en versos como: "Tus historias me hacen llorar de risa / Cuando quieras madurar, me avisas". Volvió a su auto después de la reunión y lo supo: "Esta canción la voy a sacar". "Sentí que conocí cómo es Maia cantando. No era Kally, Evita, ni nadie más que yo cantando lo que siento y quiero contar".

Para este nuevo desafío no tenía que estudiar o construir un personaje, sino redefinirse para ver qué parte de ella quería capturar con su música y cuál era el mensaje que quería transmitir; y allí radicó el mayor reto. "Amo actuar, pero en el fondo siempre supe que quería ser solista para contar mi propia historia". Esa es la razón por la que, si uno la busca en Instagram, creería que salió al mundo el 19 de agosto de este año.

-¿Optaste por borrar todo y "volver a nacer" en las redes como una forma de despegarte del público más teen y del personaje de Kally's Mashup?

-Sí, pero también lo hice por mí, porque siento el peso del personaje. Si bien lo abrazo y lo recuerdo con mucho amor, para mí también está bueno separar. Soy Maia, y a veces me cuesta entender eso. Y si a mí me cuesta, que soy yo, no me imagino a la gente que me conoce como Kally; pero no soy Kally, soy Maia y me gusta que sea algo que empecemos a moldear junto al público.

Sonríe en cada palabra, consciente de que todo lo que vivió le permite estar cumpliendo hoy el sueño que tuvo toda la vida y que le confesó, cuando era chica, a su mamá, Katie Viqueira, la coach vocal de artistas consagrados como Chayanne, Axel, Soledad Pastorutti, Abel Pintos o Tini Stoessel.

"Mamá, ¿vos te acordás de cuando te dije que quería ser cantante en el auto?", le pregunta Maia a su mamá para recordar juntas el momento. "Estacionó en la puerta de casa, y le dije: 'Mami, me da vergüenza decirte algo. Yo te dije que quería ser diseñadora botánica, pero en verdad quiero ser cantante'". Maia se ridiculiza a sí misma mientras juega a imitar a su versión del pasado. Del otro lado lado de la pantalla de Zoom, su madre se emociona. "Ay, se está largando a llorar", cuenta entre risas esta joven, que aún no entiende por qué quería dedicarse a la botánica.

Lejos de las plantas, más grande llegó a pensar que si no se hubiera avocado al universo artístico, como su madre, lo hubiera hecho por el político: un mundo más cercano al de su padre, Ezequiel, que es profesor de relaciones internacionales. "Cuando entendí que todo es política, todo empezó a tener otro peso", sostiene esta fiel militante de sus convicciones, que no titubea y alza su voz por aquello que cree, le convenga o no. Incluso se animó a hablar en lenguaje inclusivo en un vivo que hizo Nickelodeon para reunir a todos los protagonistas de la serie, unas semanas atrás.

"Es importante abarcar a todos, todas y todes las personas posibles. Cuando estoy ante esa exposición, que sé que va a tener impacto sobre niñes, me pongo mucho más firme. A veces me olvido, pero algo que le recontra admiro a mi hermano (Joaquín, 18) es que habla absolutamente todo en inclusivo. Es más chico que yo, pero es como un viejo sabio y la persona más deconstruida que conozco. Mirándolo, entendí que la que está en falta soy yo, que soy yo la que tiene que aprender y la que se tiene que informar porque, en mi opinión, la ignorancia, cuando tenés acceso a la información, es una decisión".

Maia reconoce que le costó "hallarse dentro de los límites" que vienen dados al representar a una empresa de esa magnitud porque creció "desafiando lo que se tomaba como verdadero". Habla y mueve las manos con el entusiasmo que le genera saberse parte del cambio. Entonces, se toca el pecho, y enfatiza: "Siento que tengo una responsabilidad como mujer para con todas las otras mujeres".

-Nadie nace feminista, todos aprendimos.

-Aprendemos.

-Todos aprendemos a deconstruir, construir, deconstruir de vuelta y volver a construir. ¿Cómo fue tu camino para romper con esas estructuras que te vinieron dadas?

-Creo que fue un proceso. Viví muchas vidas distintas: nací y viví desde muy chiquita en Estados Unidos, vine acá a un colegio en un ambiente muy cerrado y después a otro súper politizado. Entonces, pasé todo el tiempo de un extremo al otro y me hacían ruido un montón de cosas, pero no tenía las palabras para explicar qué era. Cuando sos niñe es muy difícil encontrar ideología porque estás criada para ver lo que es, y fin. Con el tiempo fui encontrando la terminología y de dónde venía cada cosa que me molestaba, y todo nacía de un sistema patriarcal.

Según dice Maia, ya le tocó entretener, pero ahora quiere pararse más firmemente desde sus convicciones. "Prefiero que alguien no me escuche si no comparte mi ideología a no decirlo y sentir que no estoy transmitiendo un mensaje", resalta. Y sigue: "Como generación tenemos que enseñarle a los más chicos y a las más chicas que la misoginia y el patriarcado son construcciones sociales y no verdades absolutas. ¿Cómo se espera que cambie la juventud si reproducimos lo mismo que nos viene oprimiendo?".

En ese sentido, reconoce que tiene más claro qué cosas no quisiera hacer en su carrera musical, que las que sí. "Siento que el 'sí' va evolucionando y se va adaptando a mi persona y a mi artista, pero hay cosas que no haría que nacen muy de mi esencia como persona, independientemente de la artista".

-En cambio, dijiste que actuando te animarías a todo, incluido un desnudo. ¿Hay algo a lo que le dirías que no más allá de lo ideológico?

-(Ríe) Siento que con un desnudo completo me moriría de vergüenza, pero cuando interpreté a Eva Perón, mi última escena era una violación en masa. Son situaciones horribles, pero con una carga en el mensaje muy zarpado. Entonces, haría muchas cosas rigiéndome por ahí. Si es un desnudo, para estar en una fiesta en bolas, no; pero lo haría si es algo con un mensaje que aporta".

Maia dice que extraña actuar y, cantando algunas palabras para enfatizarlas, cuenta que tenía proyectos casi cerrados en cuanto a lo cinematográfico, pero que debieron cancelarse por la pandemia de coronavirus. De todos modos tiene un compromiso ya sellado para 2021: un unipersonal.