María Valverde: la eterna adolescente que olvidó a Mario Casas con uno de los directores de orquesta más famosos del mundo

Tiene 33 años pero María Valverde presume de tener un rostro que pasaría por el de una adolescente. Su tez perfecta, su mirada tímida y su gesto naïf la convirtieron en una de las actrices más deseadas a comienzos de los 2000. En los últimos tiempos, la madrileña ha dado un giro radical a su vida al lado de Gustavo Dudamel y es raro verla en eventos o presentaciones como hace algunos años.

Maria Valverde attends the red carpet during 'Jose Maria Forque Awards' 2020 at Ifema on January 11, 2020 in Madrid, Spain.  (Photo by Oscar Gonzalez/NurPhoto via Getty Images)
Maria Valverde attends the red carpet during 'Jose Maria Forque Awards' 2020 at Ifema on January 11, 2020 in Madrid, Spain. (Photo by Oscar Gonzalez/NurPhoto via Getty Images)

La actriz debutó en el mundo del cine cuando apenas tenía 16 años. Lo hizo de la mano de Luis Tosar como coprotagonista de La flaqueza del bolchevique y gracias a su papel obtuvo el Goya a Mejor Actriz Revelación siendo aún una adolescente. A partir de ahí, no dejó de trabajar en los siguientes años. Participó en cintas como Fuera del cuerpo (2004), Vorvik (2005) o la película italoespañola Melissa P., basada en un polémico libro titulado Los cien golpes de la escritora italiana Melissa Panarello. Dicha película cuenta la historia autobiofráfica de la escritora y se centra la vida sexual extrema que vivió durante la adolescencia la propia Melissa, que tenía 17 años cuando la escribió y escandalizó a buena parte de la sociedad italiana.

Un año más tarde, recién cumplidos los 18 años, María interpretó a Lucrecia Borgia en Los Borgia, junto a Paz Vega y en 2007, después de protagonizar varios videoclips con una estética juvenil y desenfadada, estrenaba Ladrones, El rey de la montaña y El hombre de arena, tres películas españolas que no hicieron demasiado ruido en la taquilla de los cines. Pero María ya era una estrella que iba abriéndose camino paso a paso pero pisando con seguridad y decisión. Además, su manera de ser tímida y natural, la hicieron ser imagen de algunas firmas de moda en esos años.

Un amor que traspasó la pantalla

El gran momento de Valverde le llegaría en 2010 al ser elegida para protagonizar Tres metros sobre el cielo junto a Mario Casas. La película, basada en el best seller homónimo de Federico Moccia, se convirtió en la más taquillera del año en España dando un espaldarazo brutal tanto a María como a Mario a nivel de popularidad y fama. Todos los jóvenes querían ser como el macarra malote de buen corazón Hache (Mario Casas) y ellas se veían reflejadas en la cándida Barbi (María Valverde), una pareja que hizo que su amor traspasara la pantalla. Aunque se conocieron en el rodaje de La Mula, Mario y María se enamoraron en el set de la película de amor adolescente y vivieron un apasionado romance de casi cuatro años.

Los dos no se escondían y cuando les preguntabas por su relación en algún photocall respondían abiertamente y de la manera más natural que hay. Posaban juntos sin ningún problema ante los medios y se regalaban miradas y gestos cómplices, algo que él no ha vuelto a hacer con ninguna de sus parejas pese a haber coincidido con algunas en otros proyectos cinematográficos también (cuando salió con Blanca Suárez fue imposible verlos posar juntos en ninguna fiesta, por ejemplo). Se convirtieron en la pareja de moda y en una de las más sólidas de nuestro cine. Volvieron a trabajar juntos en Tengo ganas de ti, secuela de Tres metros sobre el cielo, y que logró que millones de espectadores acudieran de nuevo a las salas para ver el avance del amor dentro y fuera de la pantalla de Mario y María. Ella rodó también en esos años la serie La fuga, junto a Aitor Luna, y Broken Horses en Hollywood.

BARCELONA, SPAIN - JULY 01:  Actors Mario Casas and Maria Valverde pose during a photocall on the set of their latest film 'Tres Metros Sobre el Cielo' on July 1, 2010 in Barcelona, Spain.  (Photo by Robert Marquardt/Getty Images)
BARCELONA, SPAIN - JULY 01: Actors Mario Casas and Maria Valverde pose during a photocall on the set of their latest film 'Tres Metros Sobre el Cielo' on July 1, 2010 in Barcelona, Spain. (Photo by Robert Marquardt/Getty Images)

Una ruptura dolorosa para la actriz

Después de cuatro años de amor, Casas y Valverde, que entonces tenían 28 y 27 años respectivamente, rompían su relación por sorpresa para todos, incluso para sus familiares que no se esperaban la ruptura de una pareja tan sólida y consolidada. Cuentan las malas lenguas que él tuvo ‘la culpa’ de esta separación, ya que en el rodaje de Palmeras en la Nieve, el actor se enamoró de nuevo de otra compañera de reparto, Berta Vázquez, con la que luego mantuvo una historia de dos años, y María al enterarse no dudó en dar por finiquitada la relación con Mario. Fue la hermana de él, Sheila, la encargada de confirmar la ruptura en Twitter para evitar comentarios o rumores al respecto en septiembre de 2014.

Solo dos meses después e igual que había hecho durante su relación con el protagonista de El Barco, María abría su corazón en la revista Marie Claire para contar cómo se sentía después del duro varapalo sentimental. “Mario es alguien a quien quise mucho. Pero ahora tengo la sensación de haber estado con un desconocido. Ya no espero nada de él”, decía rotunda sobre Casas. “No te das cuenta de que no has estado bien hasta que realmente estás bien; parece una incongruencia, pero no lo es. Es increíble cómo la vida te pone en ciertas situaciones para darte cuenta de las cosas y abrir los ojos”, añadía asegurando además que lo peor de todo había sido la decepción que se había llevado con su pareja y al que consideraba su mejro amigo. “Es mucho peor. Hay que ser valiente y asumir las cosas, porque marear en este campo es sinónimo de dolor, sobre todo por el respeto a la persona que has querido. Se puede dejar de amar, pero nunca de respetar al otro”, comentaba. “He pasado por todos los estados de una persona en los últimos años para aprender. Pero también te digo que seguramente la volveré a cagar porque soy una yonqui emocional y no quiero que nadie me quite las ganas de volver a amar”, concluía.

El amor de su vida

Tras la separación de Mario Casas, María vivió unos meses en Londres y en 2015 viajaba a Bakú, en Azerbaiyán, para rodar Ali & Nino, una versión de Romeo y Julieta. Dio otro gran paso vital en 2016. En ese momento, Valderde decidía mudarse a Los Ángeles, en Estados Unidos, para tratar de dar el salto a Hollywood definitivo. Y la vida le cambió para siempre. De nuevo fue durante un rodaje de una película. María rodó Libertador y fue ahí donde conoció al director de orquesta Gustavo Dudamel, siete años mayor que ella y que en esos momentos estaba aún casado. Comenzaron como amigos. El músico anunciaba su separación ese mismo año por diferencias irreconciliables. Y entonces, la chispa del amor surgió entre María y Gustavo.

La imparable carrera de Dudamel

Dudamel nació en Venezuela y comenzó a estudiar música bajo la tutela de su padre, Óscar Dudamel. Con cuatro años ya tocaba el violín en el Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela y muy pronto empezó a estudiar composición en el Conservatorio Jacinto Lara. En 1995 empezó estudios de dirección orquestal y fue varios años concertino de la Sinfónica Infantil de Venezuela, donde destacó como compositor. Cuatro años después era elegido director de música de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar y de la Sinfónica Nacional de la Juventud de Venezuela. En 2006 debutó en el Teatro de La Scala de Milán grabó varios discos de música clásica. Fue nombrado director principal de la Orquesta Sinfónica de Gotemburgo para la temporada 2007-2008.

En abril de 2007, durante un contrato como director invitado con la Orquesta Sinfónica de Chicago, fue nombrado director musical de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles con un contrato de cinco años, además de dirigir como invitado otras orquestas en todo el mundo. En 2012 ganó el Premio Grammy por la dirección de la Sinfonía n.º 4, de Johannes Brahms, interpretada por la Filarmónica de Los Ángeles, convirtiéndose en el segundo venezolano después de Oscar D'León en hacerse con el gramófono. En el año 2020 obtuvo el segundo Grammy de su carrera como mejor director de orquesta por la pieza Norman: Sustain.

Dos bodas y un hijo

En 2006, Dudamel se casó en Caracas con Eloísa Maturén, exbailarina, periodista y actriz venezolana. La boda se celebró en la iglesia de la Universidad Católica Andrés Bello en Montalbán y en la ceremonia tocó la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar con la Schola Cantorum de Venezuela y el Orfeón Universitario de la UCLA para hacer del acontecimiento una celebración musical especial. Tuvieron un hijo, Martín, y se separaron de manera oficial en marzo de 2015. Dos años más tarde, el 9 de febrero de 2017 el director de orquesta se casaba con María Valverde en un enlace secreto en Las Vegas. Contigo es bello. Contigo tiene sentido el sinsentido. Contigo soy risa. Contigo es puro, es real. Contigo me pierdo. Contigo soy vida. Feliz 40 cumpleaños, Mi Loco @gustavodudamel ❤ Te amo con todo”, escribía María en Instagram hace un par de días para felicitar en su 40 aniversario a su marido. Además, la actriz se lleva de maravilla con el hijo de él.

Desde que se conocieron, María ha dejado un poco aparcada su carrera como actriz y prefiere viajar al lado de su pareja a los diferentes rincones del mundo donde tiene que dar conciertos. Y está feliz, mucho.“Me ha enseñado belleza, la belleza que no tenía. El amor es la base de todo”, confesaba la intérprete. La última vez que la vimos fue en 2019 en la película chilena Araña, que pasó sin pena de gloria, y en 2021 la veremos en la película de Netflix Fuimos Canciones junto a Álex González. El pasado mes de diciembre la pareja posaba en Madrid durante la presentación de Symphony, proyecto de Gustavo que supone una experiencia inmersiva audiovisual. Además, han pasado aquí las navidades y María, como millones de madrileños, no dudó en subir a sus redes sociales fotografías durante la gran nevada caída en la capital los primeros días de enero.

María Valverde lleva una vida alejada de los flashes y las revistas del corazón. No necesita estar en el punto de mira para seguir trabajando en lo que más le gusta y disfruta junto a su marido de viajes laborales, de vacaciones en lugares de ensueño y de la tranquilidad que le da estar feliz y enamorada. La actriz que se dio a conocer siendo una adolescente no ha perdido su sonrisa enigmática, su estilo relajado y su manera de ver la vida siempre con una mirada positiva y llena de ilusión.

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