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Mark Ronson cuenta cómo hizo “Watch The Sound”, la serie documental de Apple TV+

El prestigioso productor de Amy Winehouse, Paul McCartney y Lady Gaga habla de Watch the Sound with Mark Ronson, la serie que hoy estrena Apple TV+
El prestigioso productor de Amy Winehouse, Paul McCartney y Lady Gaga habla de Watch the Sound with Mark Ronson, la serie que hoy estrena Apple TV+

“Espero que la gente lo mire y diga: ‘Ah, entonces si a mi voz le pongo un poco de esto y un poco de lo otro puedo sonar como mis ídolos”, dice Mark Ronson, uno de los productores musicales más importantes de los últimos tiempos. Y se refiere a Watch the Sound with Mark Ronson, una nueva serie documental de seis episodios que se estrena hoy 30 de julio por la plataforma Apple TV+ . Allí y de la mano de artistas que van desde Paul McCartney a Dave Grohl, pasando por los Beastie Boys, Charlie XCX y Questlove , entre otros, se examina la creación de sonido y la tecnología detrás de una canción.

“La gente de Apple TV + vino a buscarme con la idea de hacer una serie sobre música pero que a la vez sea educativa”, cuenta Mark Ronson sobre la idea que gestó el proyecto. “Me dijeron que vieron una charla Ted que di sobre sampleos y que les había gustado porque era pedagógica y lúdica al mismo tiempo. La gente que por ahí no sabía mucho de música entendía enseguida que era un sample y por qué Miley Cyrus o Notorious BIG sonaban así. Entonces decidimos dividir en seis categorías simples y contar con músicos que nos hablaran de ellas. Sabíamos que, por ejemplo, si íbamos a ver a Tame Impala, Kevin Parker podía hablar de sintetizadores, cajas de ritmo, reverb y autotune. Primero fuimos por la gente que ya conocía por haber trabajado juntos, elegía a aquellos para quienes sabía que la tecnología era importante.

Cada episodio de Watch The Sound está destinado a un apartado específico: autotune, sampleo, eco, sintetizadores, cajas de ritmo y distorsión. Sobre el final, Ronson crea una pieza única de música original utilizando la tecnología y técnicas tratadas en el capítulo. Casi de manera desafiante, el comienzo de la serie habla sobre el autotune, ese dispositivo de corrección de la afinación que terminó por transformarse también en el efecto de voz de la última década y hoy domina el sonido del hip hop, el trap, el pop y el reggaetón. Pero para dar cuenta de su universalidad y tratar de anular toda discusión respecto de los avances tencnológicos, una de las primeras personas que aparece celebrando la existencia del autotune es nada menos que Paul McCartney .

“Paul McCartney ama el progreso”, dice Mark Ronson. “Los Beatles estaban siempre a la vanguardia de la tecnología. Cuando estaba trabajando con él en su disco New, vino con sus canciones favoritas que estaba escuchando y una era “Clímax”, de Usher, producida por Diplo. Muy moderna. Siempre está dispuesto a lo nuevo y me sorprendió cuando dijo: ‘Sí, puedo ponerle autotune de vez en cuando’. Pero lo más hermoso fue cuando me dijo: ‘Si John Lennon estuviese vivo amaría el autotune, porque siempre le gustó jugar con los efectos de voces, no porque tuviese que arreglar algo, simplemente le gustaba”. Entonces fuimos con Sean, el hijo de John, al estudio y empezó a tocar arriba de las pistas de un tema viejo de John y hacía cosas nuevas con las voces y era hermoso. Ahí nos contó: ‘Sí, mi papá odiaba su voz, por eso la doblaba, le agregaba delay porque no le gustaba, así que si estuviese vivo estaría haciendo las cosas que hizo Kanye o algo similar’”.

Mark Ronson en el estudio, su hábitat natural
Mark Ronson en el estudio, su hábitat natural


Mark Ronson en el estudio, su hábitat natural

A lo largo de toda la serie, esa parece ser la historia que subyace, una que plantea eliminar la dicotomía hombre-tecnología y así dejar de afirmar que todo lo que suene “artificial” no tiene valor alguno. “Es un poco la idea y es una discusión viejísima”, dice Mark Ronson. “Cuando aparecieron los sintentizadores, los músicos y los sindicatos decian: ‘Esto va a reemplazar a los músicos de verdad, a los trompetistas y las cuerdas’. Siempre pasa lo mismo cuando aparece algún avance tecnológico. La gente odiaba las cajas de ritmo hasta que vino Prince e hizo algo brillante y genial. En “Purple Rain” y “Let’s Go Crazy” le cambió la afinación y entonces ya no sonaba como un baterista ni como nada que conocíamos. Pasó lo mismo con el autotune. Amo a Stevie Wonder y esas voces increíbles y reales, por eso cuando apareció el autotune dije: ‘Esto es una porquería, es hacer trampa’. Pero con Kanye en 808s & Heartbreak me di cuenta de que era algo distinto, me encantó. Si tenés gente brillante poniéndole alma a las máquinas, entonces las máquinas te pueden conmover”.

El armado del documental combina por un lado ese costado pedagógico y por otro un elenco de músicos de renombre mundial. Para eso, el prestigio de Mark Ronson en el mundo de la música (trabajó también con Amy Winehouse, Lady Gaga, Duran Duran, Bruno Mars, Adele y decenas más) se volvió clave. “Empezamos con gente que colaboró conmigo porque es difícil que acepten mostrar su proceso creativo”, explica el productor. “Después se fue sumando más gente. Estoy feliz, cuando vi los nombres juntos dije: ‘Esto sería el mejor festival de todos, me encantaría ir a verlos’.

Aunque el sonido no se puede ver, el nombre de la serie documental hace referencia a los gráficos de onda que muestran los programas de edición que usan los productores. Y también hubo, claro, una búsqueda de que también se convierta en un hit: “Me encanta el nombre, a veces tenés una canción que te encanta y no podés pensarle un nombre lindo. Pero el nombre del documental es un poco como “Uptown funk”. No sé cómo se me ocurrió el título de esa canción. Fue algo inspirado en ‘Crosstown Traffic’, de Jimi Hendrix, que pone dos cosas juntas que no tienen mucho sentido pero que suenan cool. Y con Watch The Sound fue algo así, porque no tiene sentido pero se siente bien. Además, suena parecido Watch The Throne [el disco colaborativo de Jay-Z y Kanye West], que es moderno y es hip hop. No sé... quiero que la gente mire la serie y es sobre el sonido. Entonces se trataba de eso, de mirar el sonido”, se ríe.