El Marsella eliminó al PSG en los octavos de final

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Por uno de los cruces de los octavos de final de la Coupe de France, el Stade Vélodrome fue el que albergó la gran victoria de Olympique Marsella por 2-1 frente a Paris Saint-Germain.

Una nueva edición de Le Classique no podía disputarse con una intensidad menor y ambos equipos salieron a la cancha con ganas de buscar la victoria desde el primer silbatazo. Electrizante y al golpe por golpe desde el arranque.

Prueba de esto fue el mano a mano que tuvo Nuno Mendes dentro del área con un potente remate al primer palo que vio una rápida reacción del arquero Pau López para mantener todo igualado.

A partir de entonces, Les Phocéens se crecieron en juego y la primera chance clara surgió en los pies de un Matteo Guendouzi que capturó un rebote fuera del área para conectar de primera intención. Con Gianluigi Donnarumma casi vencido, Sergio Ramos se interpuso en la trayectoria para mandar la pelota al tiro de esquina.

Sin embargo, Les Minots siguieron en control y el arquero italiano del PSG ya se convirtió en figura con una buena atajada abajo al segundo palo luego de otra pegada de Guendouzi.

De héroe a villano pasó Ramos cuando le cometió una falta innecesaria dentro del área que terminó en penal. De la pena máxima se hizo cargo Alexis Sánchez, quien eligió bien para abrir el marcador a favor de los dueños de casa.

Pero el defensor central español accedió a la faceta de héroe otra vez en la última jugada del primer tiempo gracias a conectar de cabeza un centro perfecto de Neymar para el festejo y la igualdad del resultado otra vez.

Ya en el complemento, el dinamismo no fue el mismo para el comienzo, pero la primera oportunidad importante resultó en una emoción de algarabía para gran parte de los presentes en el estadio.

A los 57 minutos, Ruslan Malinovsky se encontró de frente con un rebote que quedó en la medialuna y, sin pensárselo dos veces, agarró el balón como venía para disparar un zurdazo que venció las manos de Donnarumma para ponerse en ventaja.

Los Parisinos, con el cronómetro como un segundo rival, se lanzaron con todo a la ofensiva en los pies de Neymar y Lionel Messi, quienes se convirtieron en ejes para liderar los ataques a pesar de que los visitantes nunca llegaron con claridad al área del oponente.

En una de las últimas, Sergio Ramos estuvo cerca de festejar por todo lo alto en el Vélodrome: capturó de cabeza un rebote y con lo justo  la pelota entró, pero el español estaba mínimamente adelantado.

De esta manera, mientras una nueva competición quedó fuera del alcance para Paris Saint-Germain, el camino de Olympique Marsella continúa en la Coupe de France para adjudicarse además un clásico.

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