Meghan Markle confiesa que sufrió un aborto este verano: “Cargo una pena insoportable”

CAPE TOWN, SOUTH AFRICA - SEPTEMBER 25: Prince Harry, Duke of Sussex and Meghan, Duchess of Sussex and their baby son Archie Mountbatten-Windsor at a meeting with Archbishop Desmond Tutu at the Desmond & Leah Tutu Legacy Foundation during their royal tour of South Africa on September 25, 2019 in Cape Town, South Africa. (Photo by Toby Melville - Pool/Getty Images)
Meghan Markle confiesa que sufrió un aborto en verano (Photo by Toby Melville - Pool/Getty Images)

La duquesa de Sussex ha demostrado en infinitas ocasiones que es una mujer empoderada y fuerte. Meghan dejó la familia real y volvió a su América natal soportando críticas desmedidas por parte de la prensa.

Ahora confiesa que, mientras todo ese huracán mediático la azotaba, ella había perdido al hijo que esperaba en secreto con el príncipe Harry, al hermano o hermana de Archie. Meghan Markle se abre en canal en un emotivo texto de opinión directo y sincero que publica New York Times.

Meg sufrió el terrible aborto en el mes de julio y, en sus propias palabras: “Era una mañana de julio que comenzaba tan ordinariamente como cualquier otro día: prepara el desayuno. Alimenta a los perros. Toma vitaminas. Encuentra ese calcetín perdido. Recoge el crayón rebelde que rodó debajo de la mesa. Recojo mi cabello en una cola de caballo antes de sacar a mi hijo de su cuna.”

Pero algo se torció: “Después de cambiarle el pañal, sentí un fuerte calambre. Me dejé caer al suelo con él en mis brazos, tarareando una canción de cuna para mantenernos a los dos tranquilos, la alegre melodía contrastaba con mi sensación de que algo no estaba bien.”

En ese preciso instante lo supo, supo que su otro bebé había fallecido: “Sabía, mientras abrazaba a mi primogénito, que estaba perdiendo al segundo. Horas más tarde, yacía en una cama de hospital, sosteniendo la mano de mi esposo. Sentí la humedad de su palma y besé sus nudillos, mojados por nuestras lágrimas. Mirando las frías paredes blancas, mis ojos se pusieron vidriosos. Traté de imaginar cómo nos curaríamos.”

En un momento tan sumamente delicado, en aquella habitación de hospital y tras sufrir un aborto natural, la mente de Meghan Markle voló: “Recordé un momento el año pasado cuando Harry y yo estábamos terminando una larga gira por Sudáfrica. Yo estaba agotada. Estaba amamantando a nuestro hijo pequeño y estaba tratando de mantener una cara valiente ante los ojos del público.”

Hubo un detalle que la marcó para siempre: “ ‘¿Estas bien?’ me preguntó un periodista. Le respondí con sinceridad, sin saber que lo que decía resonaría en tantas personas: las nuevas mamás y las mayores, y cualquiera que, a su manera, hubiera estado sufriendo en silencio. Mi respuesta improvisada pareció dar permiso a la gente para decir su verdad. Pero no fue responder honestamente lo que más me ayudó, fue la pregunta en sí.”

Así, la respuesta de Meghan fue: “Gracias por preguntar", dije. "No mucha gente me ha preguntado si estoy bien".

Desnudándose por completo en el texto, la esposa del príncipe Harry relata como: “Sentada en una cama de hospital, viendo cómo se rompía el corazón de mi esposo mientras trataba de sostener los pedazos rotos del mío, me di cuenta de que la única forma de comenzar a sanar es preguntar primero: ‘¿Estás bien?’ ”.

Una sencilla pregunta que poco habitualmente nos hacemos a nosotros mismos: “¿Estamos bien? Este año ha llevado a muchos de nosotros a nuestros puntos críticos. La pérdida y el dolor nos han afectado a todos en 2020, en momentos tensos y debilitantes. Hemos escuchado todas las historias (…) La salud se convierte rápidamente en enfermedad. En lugares donde alguna vez hubo comunidad, ahora hay división.

Y finaliza diciendo que: “Además de todo esto, parece que ya no estamos de acuerdo en lo que es verdad. No solo estamos peleando por nuestras opiniones sobre los hechos; estamos polarizados sobre si el hecho es, de hecho, un hecho. Estamos en desacuerdo sobre si la ciencia es real. Estamos en desacuerdo sobre si se ha ganado o perdido una elección. Estamos en desacuerdo sobre el valor del compromiso.”

Sin duda este es el testimonio más desgarrador que ha hecho público Meghan Markle y, quizá a la vez que todos nosotros, se están enterando sus propios familiares y amigos de la pérdida que ella y Harry sufrieron este verano en plena presión mediática cuando ella era la “mala malísima” por haber ‘arrancado’ a Harry de la corona. Espero que a muchos, les toque reflexionar.

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