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Meghan Markle y Kate Middleton enterraron el hacha de guerra con un intercambio de regalos

Las duquesas de Cambridge y Sussex en una foto de archivo credit:Bang Showbiz
Las duquesas de Cambridge y Sussex en una foto de archivo credit:Bang Showbiz

La duquesa de Sussex, Meghan Markle, corroboró durante su polémica entrevista a Oprah Winfrey que, como ya se venía rumoreando en los mentideros de palacio, había mantenido una serie de desavenencias con su cuñada Kate Middleton, duquesa de Cambridge, a la hora de planificar algunos de los aspectos más importantes de su boda con el príncipe Enrique, con quien contrajo matrimonio en mayo de 2018 en el imponente castillo de Windsor.

Sin embargo, y a diferencia de lo que decían las conjeturas que acabaron publicándose en la prensa británica, no fue Meghan la que habría adoptado una posición muy dura e incluso irrespetuosa para con la esposa del príncipe Guillermo, sino todo lo contrario. La antigua actriz aseguró a la citada Oprah que Kate -o Catalina, según la costumbre de traducir ciertos nombres de la realeza- le había hecho llorar durante una discusión sobre los vestidos que debían llevar las damas de honor y la llamada 'niña de las flores'.

Ahora el periodista y biógrafo Andrew Morton ha desvelado en su nuevo libro sobre la duquesa estadounidense: 'Meghan: A Hollywood Princess', que las dos cuñadas acabaron firmando la paz con un entrañable intercambio de regalos. Kate Middleton no tardó en enviar a la exintérprete un ramo de flores con una nota de disculpa por haber perdido ligeramente los nervios durante ese encontronazo. Por su parte, Meghan le hizo entrega de un brazalete personalizado que había encargado a la reputada diseñadora californiana Lisette Polny, una pieza muy similar a la que regaló a sus seis mejores amigas para agradecerles su ayuda con los preparativos del enlace.

En un extracto de su obra, Morton asegura que el mencionado incidente quedó definitivamente atrás una vez celebrada la mediática boda y que este reparto de presentes no deja de ser una muestra inequívoca de la relación cordial y constructiva que existe entre las dos duquesas. "Esa discusión es historia y lo fue tan pronto como solventaron el asunto. Los regalos fueron una oferta de paz muy elegante. Las dos son mujeres muy profesionales y saben perfectamente que no tienen nada que ganar en una relación con diferencias y rencor", señala el periodista en su tomo.