Melanie Griffith, ¿cirugía o trastorno dismórfico?
Un nuevo fenómeno abarrota las consultas de dermatólogos y cirujanos plásticos. Ahora la gente quiere operarse para parecerse a sus selfies con filtro
Hay personas que nunca están satisfechas con su aspecto físico y en esa búsqueda incesante por la perfección acaban padeciendo todo tipo de trastornos obsesivo-compulsivos. El último en aparecer se conoce como ‘trastorno dismórfico corporal’ (TDC). Investigadores del departamento de dermatología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston han dado la voz de alarma.
Según el artículo publicado recientemente en JAMA Facial Plastic Surgery, el modelo a imitar son los filtros de los selfies, la nueva tendencia en cirugía plástica. Y el favorito de muchos es Snapchat, pero hay infinidad de aplicaciones que corrigen, quitan años , crean una piel luminosa y hasta blanquean los dientes con solo un click. Son tan populares que, según este estudio de la Escuela de Medicina de Boston, han dado origien a un desorden denominado ‘Snapchat Dismorfia’.
Nos preguntamos si será esto lo que le sucede a la ex mujer de Antonio Banderas. Su última aparación pública ha generado todo tipo de comentarios, ¡y ninguno bueno! ¿Qué le está pasando? No es raro que las celebridades se preocupen por el paso del tiempo, ya que muchas viven de su aspecto pero cuando la cosa se pasa de castaño oscuro entramos en el campo de los trastornos obsesivo-compulsivos.
Sin embargo, esta preocupación excesiva por la imagen no tiene nada que ver con las arrugas sino que se centra en un supuesto defecto percibido por uno mismo. Cada vez son más los jóvenes que padecen este problema de distorsión de la realidad y optan por llevar a la consulta sus propios selfies –editados con alguna aplicación de su smartphone- para pedir a los cirujanos que les operen para que se parezcan más a sus propias fotos.
Snapchat ofrece a los usuarios más de 20 filtros diferentes que se pueden alternar deslizando los dedos por la pantalla. Podemos añadir coronas de flores u orejas de perrito, ponernos pecas, alargar las pestañas, agrandar los ojos, reducir la frente o afinar la nariz. Facebook, Instagram y Twitter también permiten a las personas editar sus fotos antes de subirlas a las respectivas plataformas.
De acuerdo con los investigadores, este tipo de dismorfia es más típica en los adolescentes, ya que a esta edad empieza a despertarse un interés desmedido por la apariencia corporal. Además están constantemente manipulando sus fotos y buscan las redes sociales como un modo de validación.
“Hasta hace poco, solo las modelos y las celebridades podían tomarse fotos impecables. Sin embargo, debido al acceso a las aplicaciones de edición, estos estándares de belleza inalcanzables inundan las redes sociales y ahora las personas ‘perfectas’ en las fotos son tus amigos, compañeros de clase y familiares“, según cuenta el artículo de JAMA.
¿Utilizas estas aplicaciones? ¿Crees que la tecnología influye negativamente en nuestra imagen?
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