Anuncios

El mercado no le cree a Guzmán y busca cada vez más cobertura cambiaria

El dólar, cada vez más tironeado en el mercado local
El dólar, cada vez más tironeado en el mercado local

Los precios del dólar que se pactan en el mercado local más activo de futuros cambiarios ya ubican al valor de esa divisa por encima de los $135 desde mayo del 2022: es un valor $5 superior a los $131,10 que plantea el proyecto de presupuesto enviado por el Gobierno para el cierre de ese año.

Es uno de los datos que demuestra que el mercado no le cree mucho ya al ministro de Economía, Martín Guzmán, quien se esforzó el fin de semana por desmentir un salto devaluatorio o un fuerte aumento en el ritmo de ajuste del tipo de cambio oficial.

“Hay muchos diciendo ‘se viene una devaluación’. El año pasado decían lo mismo, dijimos ‘no’, y no pasó. Ahora decimos lo mismo, ‘no’, no va a haber devaluación”, sostuvo el fin de semana en una presentación, haciendo gala de una memoria selectiva tan común a los políticos argentinos, tomando en cuenta que se trata del mismo funcionario que juraba y perjuraba que la tasa de inflación del año en curso sería del 29% (llegó al 37% en apenas nueve meses y con dólar y tarifas pisadas). Sus tajantes de definiciones no cambiaron la tendencia del mercado.

La curva de tasas es explícita: las dudas están centradas en los primeros meses del 2022 cuando la administración Fernández tendrá que definir cosas
La curva de tasas es explícita: las dudas están centradas en los primeros meses del 2022 cuando la administración Fernández tendrá que definir cosas


La curva de tasas es explícita: las dudas están centradas en los primeros meses del 2022 cuando la administración Fernández tendrá que definir cosas

Las tasas implícitas que surgen de los precios que se pactan en estas plazas (el dato a mirar, ya que son contratos que se acuerdan y liquidan en pesos) superan el 70% efectivo anual para los de febrero del año que viene en adelante y no aflojaron nada luego de esos dichos.

Los analistas coinciden en describir que el mercado está convencido de que la actual política cambiaria, que consiste en ajustar el tipo de cambio un tercio de la inflación (y, por lo tanto, provocó una fuerte revaluación del peso), no es sostenible.

De allí que esperen, en el mejor de los casos, una resolución del tema a la usanza de enero de 2014 (cuando en circunstancias similares se habilitó un ajuste del 25% del dólar en tres días, tras permitir por dos años deslizamientos del 8% anual promedio) o una aceleración en la frecuencia del crowling peg que aplica el Banco Central (BCRA), que -casualmente hoy- permitió la más alta “corrección nominal del tipo de cambio mayorista para un día desde el 28 de abril pasado”, hizo notar hoy el operador Gustavo Quintana, de PR Cambios.

Por eso, además, la demanda de coberturas excede al mercado de futuros: deja rastros en la demanda de bonos dólar-link; en la de fondos de inversión expuestos a este tipo de instrumentos o en los valores récord que marcan los precios menos regulados del dólar.

Apuntan, además, que ésta se solidificó al emerger diferencias entre el Gobierno y el FMI y hacerse cada vez más públicos los cuestionamientos del núcleo más duro de la coalición gobernante a un acuerdo que se especulaba encaminado hace unos meses atrás.

“Los precios del dólar futuro se empinan fuerte una vez pasadas las elecciones, con bastante volumen operado en las posiciones de enero y febrero, que cotizan con tasas nominales (TNA) del 56,2% y 59,6%. ¿Eso incluye un escenario de confrontación con el FMI? No necesariamente, porque se sabe que cerrar con el FMI va a implicar un camino gradual de compresión de brecha cambiaria para poder recuperar reservas”, explica Juan José Vázquez, de Cohen.

“Creo el mercado está ponderando una modificación en el tipo de cambio oficial producto de la negociación con el FMI, porque todo el mundo sabe que eso incluiría una baja de la brecha cambiaria que no espera llegue por una caída sustantiva de los tipos de cambio alternativos, sino que se alentada por una mayor suba del tipo del oficial”, coincide el analista Andrés Reschini, quien apunta que las tasas efectivas anual (TEA) pactadas desde febrero en adelante ya ofrecen cobertura ante una eventual devaluación del 26% del peso hasta fin de marzo.

El economista Javier Marcus, gerente de Negocios de la administradora Southern Trust, explica que el mercado de futuros cambiarios es básicamente un “mercado de expectativas”. “Si no logra mostrar la desconfianza en meses anteriores es porque se descontaba que no habría modificaciones en la política cambiaria al menos hasta las elecciones y porque las posiciones hasta fin de año [NdR: que citó Guzmán en su presentación del fin de semana] están muy intervenidas por ventas del BCRA, que mantiene bajas las tasas”.

Lo que se ve en los plazos posteriores es la desconfianza y la consecuente búsqueda de coberturas del mercado. “Es algo habitual en tiempos de elecciones, pero más acentuado ahora porque hay cepo, se suman restricciones a las importaciones y la inflación no da tregua. De hecho, creo que parte del aumento que se vio en la demanda en las últimas semanas puede estar relacionado con importadores a los que hoy dejaron de habilitarles el acceso al mercado pero creen que mas adelante les van a vender, por lo que se cubren comprando futuros de dólar”, explica.