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Millie Bobby Brown debería percatarse del riesgo que está corriendo con Netflix

Millie Bobby Brown ya tiene nuevo proyecto a la vista. Aunque Stranger Things llegue a su fin, la actriz de Eleven no quiere perder tiempo para seguir expandiendo su carrera y mantenerse el estrellato con proyectos de altura, como es el caso de The Electric State, una cinta de aventuras y ciencia-ficción dirigida por los hermanos Russo sobre una adolescente que atraviesa el oeste de Estados Unidos junto a un robot y un vagabundo en busca de su hermano. La película suena de fábula, pero también podría suponer un problema grave para el futuro de su carrera.

Millie Bobby Brown en los Screen Actors Guild Awards en 2020 (Foto: Jon Kopaloff/Getty Images)
Millie Bobby Brown en los Screen Actors Guild Awards en 2020 (Foto: Jon Kopaloff/Getty Images)

Y es que con The Electric State hablamos de otra producción de Netflix, plataforma con la que desde que dio su salto a la fama con Stranger Things no ha conseguido desligarse. Aunque su filmografía aún no sea amplia, algo lógico valorando que ahora mismo solo tiene 18 años, podemos ver que todos los proyectos que tiene pendientes son películas con el servicio de streaming. Es el caso de la secuela de Enola Holmes, la adaptación de las novelas The Girls I've Been y The Thing About Jellyfish y de Damsel, otra aventura fantástica que dirigirá el español Juan Carlos Fresnadillo y que coprotagonizará junto a Robin Wright. Y al final, sumando sus trabajos en la serie de los hermanos Duffer y en la primera entrega de Enola Holmes, parece claro que la actriz está generando una imagen de “chica Netflix” que podría ser perjudicial para seguir avanzando en Hollywood.

Hay que tener en cuenta que Bobby Brown aún es una actriz en ciernes a la que las oportunidades le van a seguir lloviendo, pero creo que, en este punto, en el que Stranger Things llega a su final y los espectadores pueden empezar a perderle la pista si no se adentra en producciones de altura, debería intentar salir del mundo del streaming y adentrarse en proyectos con los que ganar reputación y seguir creciendo. Y no creo que películas como The Electric State vayan a dárselo.

Aunque los hermanos Russo tienen el beneplácito de ser dos de los cineastas estrella de Marvel gracias a taquillazos como Vengadores: Endgame, con su anterior incursión en el streaming, la película Cherry con Tom Holland para Apple, se llevaron el rechazo de la crítica y pasó sin pena ni gloria por nuestras pantallas. Y hablábamos de una cinta de acción con otra estrella del momento como Holland de la que, muy probablemente, nadie pensará en ella cuando le venga a la cabeza la filmografía del actor de Spider-Man. Pero más que a los Russo, este es un problema relativo al mundo del streaming, donde los catálogos infinitos y el consumo y la producción compulsiva hacen difícil que las películas se traten con mimo o perduren en la memoria de los espectadores.

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Y este es el problema con el que se encontraría Millie Bobby Brown de seguir tan ligada a Netflix, el no tener la difusión y el prestigio que le darían las grandes producciones para la gran pantalla, cuya vida se alarga más al disponer de varias ventanas de difusión y al tener más consideración en los círculos académicos. Porque, siendo sinceros, a día de hoy gran parte de la industria sigue dando la espalda a la plataforma de streaming, como bien es el caso de festivales como Cannes o incluso los Óscar, que aún parecen cerrados a abrirse a dar su máximo galardón al gigante de la transmisión.

Hasta ahora no le ha ido nada mal, porque ya vimos que películas como Enola Holmes fue un éxito de crítica y público y la gente sigue respondiendo encantada a toda producción donde se deja ver en la plataforma. Pero valorando que acaba Stranger Things y que empieza a adentrarse de lleno en la edad adulta, debería plantearse salir de su zona de confort y abrirse a otro tipo de papeles, porque corre el riesgo de convertirse en otra estrella juvenil rota de Hollywood. De hecho, ya vimos que en su única incursión fuera de Netflix, en las dos últimas películas de Godzilla, ella apenas dio juego alguno en pantalla, puesto que era un personaje que respondía a la misma imagen juvenil que transmite en Stranger Things de cara a captar a sus fans. Y aportaba entre poco y nada a la trama. Y esto es un problema, porque ejemplifica que a la industria le puede costar verla en otros papeles más serios.

En este sentido, Netflix no va a darla esta reputación con los proyectos en los que está transitando. Y creo que, al igual que han hecho otras estrellas muy ligadas a grandes franquicias juveniles como Robert Pattinson o Kristen Stewart, el camino que debería seguir Millie Bobby Brown se encontraría en producciones independientes con las que ir poco a poco demostrando que es una actriz de altura que merece seguir ascendiendo en Hollywood y a la que no hay reto que se le resista. Aunque por ahora, con tan solo 18 años, aún tiene tiempo de sobra para valorar todas las opciones que tendrá por delante.

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