La montaña rusa de Brandon Perea hacia el sí

El actor Brandon Perea en Central Park en Nueva York, el 21 de julio de 2022. (Victor Llorente/The New York Times)
El actor Brandon Perea en Central Park en Nueva York, el 21 de julio de 2022. (Victor Llorente/The New York Times)

Cuando Brandon Perea tenía 15 años y recorría el país como bailarín y patinador profesional, tuvo una epifanía en el estacionamiento de un Blue Coast Burrito: se mudaría de Chicago a Los Ángeles para perseguir su sueño de convertirse en actor.

Pero los sueños rara vez toman en cuenta los momentos difíciles. Perea pensó que lo había logrado cuando, a los 20 años, obtuvo el papel regular del estudiante Alfonso Sosa, conocido como “French”, en la enigmática serie de Netflix “The OA”. Pero el show fue cancelado en su segunda temporada, lo que truncó el planificado arco narrativo de cinco años.

“Tenía muchísima confianza y pensaba: ‘Guau, lo más probable es que logre entrar en muchos proyectos después de esto’”, recordó Perea, pero los nuevos papeles demostraron ser elusivos. “Estaba en un extraño término medio, pues ‘The OA’ había sido un buen trabajo que me cambió la vida, pero no era un extracto de mi currículo que fuera a derrotar a los actores de élite que deseaban los mejores proyectos. Vas a las audiciones en caso de que esos actores terminen diciendo que no, pero ¿quién demonios le va a decir que no a algo genial?”.

Aun así, Perea siguió trabajando duro en su sueño, y su esfuerzo fue recompensado cuando logró obtener un papel estelar en la nueva película de Jordan Peele, “¡Nop!”, protagonizada por Daniel Kaluuya y Keke Palmer, quienes interpretan a unos hermanos que intentan fotografiar una entidad extraterrestre que acecha sobre su rancho de California. Su misión con el tiempo involucra a Angel, un empleado rubio teñido de una tienda de artículos electrónicos, a quien Perea disfrutó mucho interpretar: aunque Angel pareciera estar casi muerto del aburrimiento cuando lo conocemos, en poco tiempo se entusiasma con el dúo hermano-hermana, lo que lo hace compartir cosas muy personales sobre su reciente ruptura y hablar de forma ansiosa sobre “alienígenas antiguos”, incluso cuando su situación se vuelve cada vez más descabellada.

Peele estuvo tan complacido con el trabajo de Perea que le dio mayor notoriedad al personaje durante el rodaje y, tras el estreno reciente de “¡Nop!” (y su primer lugar en la taquilla), el actor de 27 años se alegra de haber sido fiel a sus convicciones.

“A esto lo llamo el trabajo milagroso por una razón: es un milagro de Dios para mí, porque es mucho más grande de lo que jamás pude imaginar o soñar”, me dijo Perea la semana pasada por Zoom. “Trabajar en Hollywood es un privilegio y algo difícil de mantener, por lo que debes estar agradecido si puedes hacerlo. Si no fui agradecido, échenme”.

A continuación, algunos extractos editados de nuestra conversación.

El actor Brandon Perea en Central Park en Nueva York, el 21 de julio de 2022. (Victor Llorente/The New York Times)
El actor Brandon Perea en Central Park en Nueva York, el 21 de julio de 2022. (Victor Llorente/The New York Times)

P: ¿Qué estaba pasando en tu vida cuando te eligieron para “¡Nop!”?

R: No había trabajado en nada realmente significativo en mucho tiempo y tuve mucho puntos bajos antes de “¡Nop!”. Estuve cerca de ser seleccionado para un gran programa de televisión —me llamaron a varias audiciones y reuniones de ese proyecto y pensé: “Oh sí, este es el bueno, estoy de vuelta”— y al final no obtuve ese papel. Luego recibí un guion realmente bueno y sentí que había brillado en esa audición. A las personas a las que les mostré la audición me decían: “Sin duda, te van a dar ese papel” y al final tampoco lo obtuve.

Sin embargo, hubo en cambio en mí, en el que me dije: “¿Sabes qué? Estoy orgulloso del nivel en el que me estoy desempeñando y sé que alguien confiará en mí algún día”. Eso alivió la presión que me había puesto. Fue la primera vez que acepté eso para poder seguir adelante y no quedarme enfadado por un trabajo perdido.

P: ¿Y fue allí cuando te enteraste de “¡Nop!”?

R: Recibí un correo electrónico para un proyecto sin título de Jordan Peele. Era mi primera gran audición en mucho tiempo. Asumí que sería para una participación breve, de una línea de diálogo o algo así porque Peele ya está en un punto en el que puede conseguir que cualquier actor del mundo esté en sus películas, pero luego vi que era para uno de los protagonistas. Ahí pensé: “Dios mío, ¿está convocando audiciones para un papel principal? Eso es una locura. Voy a dar lo mejor que pueda, pero, ¿qué puedo hacer que sea diferente a los demás?”.

P: Entonces, ¿cuál fue tu visión para el personaje?

R: La primera audición fue de solo tres páginas de un diálogo sencillo de este tipo que trabajaba en una tienda de artículos electrónicos: “Hola, puedo ayudarte con eso por acá. ¿Le gustaría tener una cuenta con nosotros?”. Era un personaje muy feliz, muy optimista. Y pensé: “Mmm, eso no se ve cuando vas una tienda de artículos electrónicos. Los empleados no quieren estar allí”. Así que lo interpreté de esa manera, envié la cinta al universo y dos semanas después recibí una llamada para reunirme con Jordan por Zoom.

P: ¿Cómo te sentiste?

R: Emocionado, honrado, nervioso. Pensé: “Me alegra el simple hecho de poder conocer a Jordan. Si obtengo el papel, genial, pero también estoy contento con haber llegado hasta aquí”. Pero luego, la gente a mi alrededor me empezó a decir: “No, amigo. Pídelo, créelo, recíbelo. Este es tu trabajo y vas a obtenerlo”. Mi compañero de cuarto en ese momento me mostró algunos videos motivacionales de Steve Harvey y realmente me ayudó, porque hizo que tuviera más confianza.

Fui a la reunión con una energía que decía: “No estoy aquí para una segunda audición, esta es una sesión de trabajo. Estaré en el plató. No estoy aquí para rogar por el papel”. Y me comporté como si ya conociera a Jordan, porque había visto muchas de sus entrevistas para prepararme. Mi actitud fue más: “Ey, ¿cómo está la cosa, J. P.?”, simplemente muy cómodo y no algo como: “Hola, señor Peele, ¿cómo se encuentra?”.

P: Llevaste una energía de colega en lugar de una de fanático.

R: Sí, exactamente, y cuando terminó la reunión estaba tan orgulloso que lloré. Estaba solo en mi sofá, y pensé: “Ni siquiera me importa si consigo o no el trabajo, sé que Jordan me contratará algún día”. Dos días después mis representantes me llamaron y me dijeron: “Oye, ¿estás libre para una sesión de improvisación esta tarde con Jordan?”. Entré a la llamada de Zoom y Jordan me dijo: “La cuestión es que el personaje que trajiste a la mesa es muy diferente a lo que escribí. Entonces, necesito verte hacerlo de otras maneras, porque si no voy a tener que reescribir todo mi guion para poder darte el papel en esto”.

Ahí pensé: “Maldición, probablemente no obtenga este papel”. Y justo después, Jordan dijo: “¿Sabes qué? Eso es lo que voy a hacer. Sí, voy a reescribir el guion”. Le dije “¿Qué?”, y Jordan me respondió: “Así mismo, amigo. Estás contratado”. ¡Bum! Lágrimas instantáneas. Comencé una verborrea emotiva: “Guau, estas cosas de Hollywood, te golpean, es una montaña rusa llena de altibajos. Gracias por confiar en mí. Tienes que pasar por un millón de nos para obtener un solo sí y con gusto pasaría por mil millones de nos para este sí”. Y Jordan también empezó a llorar. Lo recuerdo quitándose las gafas y diciéndome: “Me conmoviste, me conmoviste”.

P: Eso es lo complicado de ser un actor profesional, supongo, puedes siempre ofrecer audiciones maravillosas, pero nunca sabes si eres exactamente lo que están buscando.

R: Me tomó un tiempo, pero me alegra mucho no haber obtenido los otros trabajos que pensé que necesitaba y que deseé mucho. “¡Nop!” llegó en el momento perfecto porque ahora estoy en este punto y estoy preparado. Había muchas piezas faltantes que realmente tuve que aprender en la vida, no solo como actor o artista.

P: OK, Jordan te eligió. ¿Qué vino después?

R: Experimenté una montaña rusa emocional justo después. Pensaba: “Uff, ahora tengo que ir a cumplir con mi trabajo y hacerlo bien”. Y hubo mucho misterio. No había una sinopsis, no tenía idea de qué demonios estaba a punto de hacer. El día que obtuve el papel, Jordan me envió una lista con películas como “Encuentros cercanos del tercer tipo”, “Tiburón”, “Alien: El octavo pasajero”, “2001: Odisea del espacio” y “Sin lugar para los débiles”. Y me dije: “OK, esta es una lista muy aleatoria de películas. ¿Qué estará conjurando? ¿Cómo se conecta todo esto?”. Y luego, tiempo después, recibí un mensaje de texto de él que decía “Feliz Navidad”, con un enlace al guion.

Recuerdo haberlo leído y pensar: “Dios mío, nadie se va a esperar esto de Jordan”. Tampoco sabía quién conformaba el elenco, pero Jordan comenzó a enviarme mensajes de texto con pistas al azar. Por ejemplo, un día me envió en un mensaje: “D. K.” y pensé: “D. K... ¿Daniel Kaluuya?”. Incluso habíamos conversado brevemente sobre Kaluuya porque aprendí una perla de sabiduría en una de sus entrevistas en YouTube, en la que contó que un director le dijo que nunca interpretara lo que fuera divertido, sino que siempre interpretara la verdad.

P: Publicaste un video de tu reacción emotiva al ver una valla publicitaria de “¡Nop!” por primera vez. ¿Qué significa para ti estar en esas vallas y carteles?

R: Mi objetivo cuando era más joven era simplemente: “Quiero estar en una valla publicitaria”. No lo veía desde un significado más complejo y profundo. Pero si en realidad ves la valla de “¡Nop!” y la diseccionas, piensas: “Guau, estoy en una valla, pero además soy un chico puertorriqueño y filipino que comparte este afiche con representación asiática, representación negra y con un director negro, en una película masiva”. De verdad me alegra que haya tardado tanto, porque ahora aprecio este privilegio. Daniel Kaluuya, Keke Palmer, Steven Yeun, Jordan Peele, estoy trabajando con algunos de los mejores en este momento. Soy el chico nuevo, así que, ¿qué pienso de poder compartir un cartel con todas esas personas? Estoy muy agradecido de que hayan confiado en mí.

© 2022 The New York Times Company