La polémica de Armie Hammer no pasa desapercibida en 'Muerte en el Nilo'

ATENCIÓN: Este artículo contiene detalles de la trama de ‘Muerte en el Nilo’.

La pandemia del COVID-19 obligó a retrasos masivos de películas para escapar del cierre de los cines y las restricciones que trajo el coronavirus. Una de las afectadas fue Muerte en el Nilo, la adaptación de la novela de Agatha Christie a cargo del cineasta y actor Kenneth Branagh, que tras estrenar Asesinato en el Orient Express en 2018 regresaba al universo de la escritora británica llevando a Gal Gadot, Armie Hammer, Letitia Wright o Annette Bening a tierras egipcias con un nuevo crimen.

Su estreno original estaba previsto para el 20 de diciembre de 2020, pero finalmente su llegada a los cines ha sido este 18 de febrero de 2022, más de un año después. En todo este largo periodo ha habido tiempo para muchos sucesos, entre ellos, muchas polémicas que han salpicado a varios miembros de su reparto. Puede ser el caso de Letitia Wright, la actriz de Black Panther cuya posición antivacunas ha levantado mucha controversia. También el de Gal Gadot, que a mediados de 2021 volvió a dar que hablar por su posicionamiento en el conflicto entre Israel y Palestina. Pero el más grave es el de Armie Hammer, que se vio envuelto en acusaciones de acoso e incluso de tendencias caníbales.

Armie Hammer y Gal Gadot en 'Muerte en el Nilo' (Foto: Rob Youngson / Twentieth Century Fox Film Corporation)
Armie Hammer y Gal Gadot en 'Muerte en el Nilo' (Foto: Rob Youngson / Twentieth Century Fox Film Corporation)

Todo comenzó cuando a principios de 2021 una cuenta de Instagram llamada House of Effie publicó supuestos mensajes enviados por el actor a mujeres con palabras subidas de tono, descripciones de situaciones sexuales e incluso confesiones donde el actor de Call Me By Your Name se declaraba caníbal. Al principio sonaba surrealista, pero cuando Hammer empezó a abandonar proyectos importantes e ingresó en un centro de rehabilitación el caso empezó a verse como verídico y terrorífico.

Con el retraso de Muerte en el Nilo, este problema golpeó de lleno a Disney. La casa Mouse siempre ha sido muy cuidadosa con su imagen, y contar con una figura controvertida como Hammer en una producción suya no era plato de buen gusto. Como bien informó The Hollywood Reporter, la compañía llegó a plantearse el volver a grabar sus escenas de la película con un nuevo actor, e incluso eliminarlo con técnicas digitales. Pero estas opciones no eran factibles.

Con un reparto tan amplio, con tantos actores de primer nivel con salarios altos y con la pandemia dificultando los rodajes y aumentando los costes de producción, fue misión imposible llevar a cabo esta tarea. Además, Hammer interpreta a Simon Doyle, que, como bien sabrán los que hayan leído la novela de Agatha Christie o visto la adaptación dirigida por John Guillermin en los años 70, es uno de los personajes más importantes de la trama. Por lo tanto, su eliminación mediante técnicas digitales era inviable y la opción de regrabar sus escenas hubiera pasado por volver a rodar casi media película.

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Por lo tanto, Disney se lanzó a la piscina y decidió estrenar Muerte en el Nilo con el controvertido actor. Eso sí, tratando de disimular su presencia. No hay más que ver que, pese a interpretar a uno de los roles más relevantes, en tráilers y otros materiales promocionales ha sido relegado a un segundo plano. Y en la película han tratado de hacer lo mismo, aunque en lugar de disimularlo, han hecho que la polémica no deje de estar presente en la mente del espectador.

Y es que tras la presentación de la trama, el rol de Armie Hammer, que durante el primer tramo de Muerte en el Nilo ya se erige como una de las figuras más importantes del misterio, desaparece por completo durante el ecuador del metraje. En esta parte es donde vemos al inspector Hercule Poirot entrevistar a todos los viajeros del barco del Nilo donde se ha producido el asesinato. Los personajes van exponiendo su versión de los hechos de cara a levantar nuestras sospechas o incrementar nuestras dudas, suponiendo uno de los momentos de más intriga, emoción e interés de la película. Pero Simon Doyle, el personaje de Hammer, nunca llega a formar parte de esta dinámica. Ni siquiera hace una pequeña aparición en pantalla, puesto que se mantiene ausente hasta el momento en el que el misterio se resuelve.

En ese instante clave de la trama, donde junto con otros personajes el de Armie Hammer adquiere un papel imprescindible para la resolución del misterio, es cuando más te choca su ausencia en la parte anterior. Y es inevitable suponer que su presencia ha sido reducida al mínimo por toda la polémica que ha rodeado al actor. Lo lógico es pensar que, teniendo en mente la posible regrabación de sus escenas con otro actor, Disney quiso reducir su presencia al máximo desde el montaje para ahorrar tiempo y presupuesto en supuestas regrabaciones. Pero esto juega en su contra y automáticamente te lleva a pensar en toda la controversia. Incluso a aquellos que desconozcan los problemas que han rodeado al actor les hará preguntarse por su ausencia en momentos clave, lo que al salir del cine les puede conducir a buscar un porqué.

Además, dado que Simon Doyle se presenta como un personaje mujeriego, protagoniza un triángulo amoroso y le vemos lanzarse sin pudor a conquistar a los personajes de Gal Gadot y Emma Mackey en el comienzo de la película, da hasta escalofríos ver a Armie Hammer interpretar el papel. Y es que es inevitable no ver la película sin pensar su controvertido caso. Por suerte, lo mucho que engancha el misterio de Muerte en el Nilo, lo bien que maneja Kenneth Branagh la trama, lo carismático que es el resto del reparto o lo trabajados que están sus diálogos y situaciones, te harán disfrutar por mucho que horripile lo ocurrido con Hammer.

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