Mujer dentro de bolsa para cadáveres batallaba por respirar cuando empleados de funeraria descubrieron que estaba viva

Las autoridades multaron a un hospicio con $10,000 después que los empleados de la instalación erróneamente declararon muerta a una mujer que estaba ingresada en el sitio.

Según un reporte del Departamento de Inspecciones y Apelaciones de Iowa, la mujer fue descubierta viva más de dos horas después dentro de una bolsa para cadáveres en una funeraria del área.

La mujer de 66 años había ingresado en la unidad de cuidado especial del hospicio Glen Oaks Alzheimer, en Urbandale el pasado 28 de diciembre, “debido a una degeneración senil del cerebro”, se señaló en el reporte que se presentó el miércoles, 1ro. de febrero.

El estado de la paciente empeoró y una empleada del hospicio se percató de que había indicios de que había muerto en las primeras horas del 3 de enero.

“La empleada reportó que los ojos de la residente estaban abiertos”, se dijo en el informe. “Le tocó el cuello y la arteria carótida y le auscultó el pecho. No le sintió pulso y la residente no respiraba. Pensó que había muerto y se lo notificó a la enfermera”.

A las 6 a.m., una enfermera revisó a la mujer durante unos cinco minutos y también pensó que había muerto. La instalación entonces llamó a la familia de la mujer y a la funeraria, de acuerdo con el reporte de los inspectores.

El director de la casa funeraria llegó a las 7:38 a.m. y colocó a la mujer “dentro de una bolsa de tela y la cerró con una cremallera”, según el reporte.

Sin embargo, cuando los empleados de la funeraria abrieron la bolsa a las 8:26 a.m., encontraron que el pecho de la mujer se movía y ella luchaba por respirar, dijo el inspector.

Los rescatistas trataron de encontrarle el pulso a la mujer, pero dijo “que no había ningún movimiento en los ojos, ninguna respuesta vocal y tampoco ninguna respuesta motora”.

La mujer volvió a ser llevada al hospicio y falleció dos días después con su familia a su lado, de acuerdo con el reporte.

El inspector dijo que el hospicio no trató a la residente con dignidad y tampoco se le dio el cuidado apropiado. Tras una investigación que duró un mes, el estado le impuso una multa de $10,000.

“Nos preocupamos profundamente por nuestros residentes y continuamos absolutamente comprometidos con su cuidado”, dijo Lisa Eastman, directora ejecutiva de la instalación, en un comunicado al periódico Des Moines Register. “A todos nuestros empleados se les ha dado una capacitación regular sobre qué es lo mejor para ayudar a nuestros residentes con la transición hacia la muerte”.

La instalación de Urbandale queda a unas ocho millas de Des Moines.

Traducción de Jorge Posada