Yahoo Estilo Por qué las mujeres que más saben de moda ya no se casan con el clásico vestido de encaje y larga cola
Hace tan solo unos días Camille Charrière, periodista e influencer, le daba el "sí, quiero" a su pareja, el productor de cine François Larpin. Probablemente esto no sería noticia teniendo en cuenta que los nombres de algo son poco conocidos para el público general, pero el hecho de que ella haya llevado uno de los looks nupciales más increíbles de los últimos años bien merece la pena ser destacado.
Si eres fiel seguidora del mundo de la moda y estás al día de quiénes son las prescriptoras de tendencias en la actualidad puede que sí te suene Camille, ya que está considerada una de las mujeres con más estilo del momento. No en vano, fue una de las primeras en triunfar con su blog hace más de una década, grabó su propio podcast fashionista y cuenta con 1,2 millones de seguidores en Instagram que son fieles a su estilo parisino que encarna a la perfección ese halo inexplicable que conocemos como je ne sais quoi.
Pues bien, como decíamos se ha casado y las imágenes de la boda han dado la vuelta al mundo en solo unas horas. La celebración ha tenido lugar en la capital francesa siguiendo una estética años 20 y el look de la novia, a diferencia de lo que muchas personas podrían esperar, no ha sido un grandilocuente vestido de encaje, brillos, falda con can can, una larga cola y capas de velo. Nada de eso. Lo suyo fue una elección mucho más sencilla y discreta pero repleta de detalles que la hacían de lo más especial.
En lugar de un diseño nupcial al uso, lo suyo ha sido un conjunto de blusa de hombreras pronunciadas y mangas abullonadas con una falda asimétrica creada por Hedi Slimane para Celine en un tejido de malla semitransparente salpicado con lentejuelas. Un exquisito dúo que acompañó de unos zapatos de tacón en color blanco de corte clásico y un discreto ramo de flores. Aunque lo verdaderamente especial estaba en el peinado, melena suelta peinada de forma natural con pequeñas flores frescas colocadas estratégicamente sobre diferentes mechones para lograr ese aire bucólico insuperable.
El de Camille es solo un ejemplo de insider que ha decidido ser una novia diferente el día de su boda pero hay muchas más. Seguro que recuerdas a Olivia Palermo cuando eligió un look al más puro estilo Carrie Bradshaw compuesto por un jersey de punto, una falda de tul y unos zapatos joya de Manolo Blahnik azules para casarse con el modelo Johaness Huebl.
¿Quién nos iba a decir que una de las mayores referentes en la red llevaría una sencilla coleta y un suéter para un momento tan especial? Pues lo hizo y fue todo un acierto.
Más ejemplos. Esta vez nos hemos ido unos años más para atrás para rescatar el icónico look de Bianca Jagger en su boda con el líder de los Rolling Stones. Ella, toda una diva de la década de los 70, ha inspirado a muchas mujeres como por ejemplo la actriz Miriam Giovanelli con su atípico look nupcial. Vale que llevó una pamela con un pequeño velo pero su falda larga a juego con una americana de Yves Saint Laurent es ya historia de la moda.
Y ya que hemos echado la vista atrás no está de más recordar otro estilismo relevante en este sentido, el de Audrey Hepburn en la celebración de su enlace con Andrea Dotti. Ella, que ya había estado casada con el director de cine Mel Ferrer, contrajo de nuevo matrimonio en 1969 con un minivestido de manga larga y cuello chimenea en un suave color rosa. Lo diseñó su amigo Hubert de Givenchy para ella con una capota a juego y lo acompañó de unos guantes, unas medias blancas y unas bailarinas como calzado. Imposible superar esto.
Más reciente es el dúo compuesto por camisa y falda que Natalia Vodianova defendió para dar el "sí, quiero" al director creativo Antoine Arnault. Con bordados en la parte del escote y unos originales pliegues formados por el ajuste a la cintura, era una auténtica maravilla para un enlace civil como el suyo.
Siendo como es una de las modelos más famosas de todos los tiempos podía haber escogido diseñar cualquier espectacular vestido y, sin embargo, hizo de la sencillez su mejor baza.
Y por último, los títulos de dos artistas que se disputan el título de novia hípster por excelencia: Solange Knowles y Keira Knightley. Ambas son de las que siempre arriesgan sobre una alfombra roja por ser grandes expertas en moda, de ahí que siempre ganen aunque sus estilos no tengan nada que ver entre ellos. Tampoco lo hicieron con sus elecciones de novias.
La primera con un mono liso en tono crudo con capa que utilizó subida a una bicicleta tras contraer matrimonio con Alan Ferguson; y, la segunda, con un minivestido de Chanel que llevó con una chaqueta de tweed, unas gafas de sol y unas bailarinas para celebrar su boda y que meses después reutilizó en un evento.
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