Con solo 11 años, Natalie Portman enamoró a muchos en su papel de Matilda en El perfecto asesino, la película de 1994 de Luc Besson en la que interpretaba a una niña cuya familia había sido asesinada y aprendía a manejar armas de la mano del sicario León, a quien llegaba a declararle su amor. Dos años después estrenó Chicas lindas, la película de Ted Demme cuya historia gira en torno a cómo el protagonista, Timoty Hutton, siente un profundo deseo por una joven Portman de apenas 13 años. Estos papeles que consagraron a la intérprete nacida en Israel también la convirtieron en un objeto de deseo sin apenas haber alcanzado la mayoría de edad. Algo que ahora, a sus 39 años, la ganadora de un Oscar por Cisne Negro ha revelado lo que supuso para ella. "Ser sexualizada de niña me quitó mi propia sexualidad porque me dio miedo", contó Portman en el episodio del podcast Armchair Expert, de Dax Shepard, estrenado esta semana.

"Definitivamente era consciente de cómo me retrataban, principalmente en el tipo de periodismo que existía cuando salían las películas, como esa figura de Lolita y esas cosas", detalló la actriz que también explicó que lo que la hizo sentirse segura a pesar de todo fue su fuerte personalidad. "La única forma en que podía estar segura era diciendo: 'Soy conservadora y hablo en serio y debes respetarme, y soy inteligente y no me mires de esa manera'. Tanta gente tuvo esa impresión de mí, de que era muy seria, mojigata y conservadora a medida que crecía... Lo cultivé conscientemente porque era una forma de hacerme sentir segura. Si alguien te respeta, no te hará sentir como un objeto", dijo Portman, quien se define a sí misma como "una aburrida".

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Según contó en la entrevista, en 1997 le ofrecieron el papel protagonista de Lolita, la adaptación cinematográfica de Adrian Lyne del libro de Vladimir Nabokov de 1955 sobre un hombre de mediana edad que se involucra sexualmente con un niña de apenas 12 años. Ella rechazó el papel y se acostumbró a negarse a hacer escenas de besos, amor o sexo y prefirió interpretar papeles más acordes a su edad como en ¡Marcianos al ataque! de Tim Burton y La amenaza fantasma. "Como es normal, a esa edad tienes tu propia sexualidad, tu propio deseo, y quieres explorar cosas y quieres ser abierta, pero no te sientes segura, especialmente cuando hay hombres mayores que están interesados en ti y les tienes que decir: 'No, no, no, no, no'".

No es la primera vez que Portman habla de la importancia de no sexualizar a las niñas por su trabajo en el cine o televisión. La estrella, que se casó en 2012 con el coreógrafo francés Benjamin Millepied con quien tiene dos hijos, contó durante una marcha por los derechos de las mujeres realizada en Los Ángeles en 2018 que la primera carta que recibió de un fan resultó una fantasía sobre una violación que un hombre le había escrito y que en su momento un programa de radio inició a modo de broma una cuenta regresiva hasta su cumpleaños dieciocho, la fecha en que según ellos era legal acostarse con ella. "Los críticos de cine hablaban en sus reseñas sobre mis pechos en ciernes", recordó la actriz.

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